Fiona Watson: el valor de la tierra
Traducci¨®n del ingl¨¦s: Virginia Solans
Hace unos d¨ªas ofrecimos en El Pa¨ªs Semanal una portada sobre la situaci¨®n de las comunidades ind¨ªgenas titulado "Pueblos en peligro" (s¨®lo se public¨® en papel y en versi¨®n digital para suscriptores). Unos 150 millones de ellos (la mitad de los que existen) pelean por su supervivencia en este mundo nuestro donde casi siempre priman los factores econ¨®micos y pocas veces se considera el derecho a la tierra o se respetan otros modos de vida que no sean los que consideramos "desarrollados". Algunas de las peores situaciones se est¨¢n produciendo en ?frica. La m¨¢s agresiva: la situaci¨®n de casi cien mil ind¨ªgenas del valle del Omo, en Etiop¨ªa (ver foto arriba), amenazados por la construcci¨®n de la presa GIBE III, o la de los pigmeos en ?frica Central, v¨ªctimas y desplazados por la presi¨®n de las empresas madereras. Son muchos m¨¢s, sobre ello volveremos otro d¨ªa.
Para profundizar en la situaci¨®n ind¨ªgena entrevistamos a la directora de investigaci¨®n de la ONG Survival, Fiona Watson, que lleva un cuarto de siglo inmersa en la questi¨®n ind¨ªgena. Por necesidades de la edici¨®n en papel no pudimos incluir toda la conversaci¨®n con ella, ni mucho menos. Aqu¨ª tenemos ahora sus respuestas al completo.
Pregunta: Me gustar¨ªa conocer su opini¨®n sobre la situaci¨®n actual de los pueblos ind¨ªgenas y su experiencia personal y emocional al trabajar en este asunto. ?Est¨¢ satisfecha con lo conseguido tras dos d¨¦cadas de implicaci¨®n? En la actualidad los pueblos ind¨ªgenas tienen que hacer frente a graves problemas que afectan a sus tierras y su modo de vida ya que el mundo demanda cada vez m¨¢s petr¨®leo, gas, minerales, madera, carne, soja, etc¨¦tera. Incluso las tribus que viven aisladas del resto del mundo y en lugares remotos tienen que soportar que les quiten sus tierras y sus recursos naturales. Los ind¨ªgenas han cuidado sus tierras durante cientos y miles de a?os. Muchos son autosuficientes y sorprendentemente viven de una manera m¨¢s natural, extrayendo de la tierra solamente aquello que necesitan, asegur¨¢ndose que la conservar¨¢n para generaciones futuras. Adem¨¢s de soportar que les expropien sus tierras, tambi¨¦n tienen que sufrir actos violentos e intimidatorios de empresas y gobiernos as¨ª como enfermedades para las que no est¨¢n inmunizados y que acaban r¨¢pidamente con sus vidas. Algunas tribus como los bosquimanos que viven en el centro de Kalahari, en Botsuana, han sido expulsadas de sus tierras por culpa de los intereses de la industria minera. En el Amazonas y en Etiop¨ªa, por ejemplo, numerosos ind¨ªgenas han perdido sus tierras por la construcci¨®n de presas y otros grandes proyectos. El lado positivo de esta situaci¨®n es que muchos ind¨ªgenas ya se han enfrentado a estos ataques violentos. Adem¨¢s, han creado sus propias organizaciones para defender sus derechos y conseguir el compromiso de los gobiernos, de las empresas y de organismos internacionales. Tambi¨¦n mantienen contactos con los medios de comunicaci¨®n con el objetivo de sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica. Muchos dirigen sus propios proyectos en su propia comunidad. Sin embargo y a pesar de los desaf¨ªos que aun hoy tienen que afrontar, en los ¨²ltimos cuarenta a?os ha habido grandes progresos.
?Por ejemplo? Existe una ley internacional llamada Convenio 169 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo que reconoce los derechos de los pueblos y tribus ind¨ªgenas. Incluso la ONU tiene una amplia legislaci¨®n sobre sus derechos. Algunos pa¨ªses, sobre todo de Suram¨¦rica, disponen de leyes que los protegen. El objetivo es respetarlas. La opini¨®n p¨²blica est¨¢ m¨¢s sensibilizada gracias al aumento de las organizaciones ind¨ªgenas. Desde que empec¨¦ a trabajar con Survival en 1990 he podido comprobar los grandes cambios que se han producido. Si algo he aprendido es que los resultados se ven en el tiempo, cuando se hacen campa?as en defensa de sus intereses y que la opini¨®n p¨²blica es muy importante, tanto la de las personas que viven en el mismo pa¨ªs donde se encuentran los pueblos tribales como la del resto de los pa¨ªses del planeta. Muchas de las campa?as que hace Survival son a largo plazo y han durado varios a?os. Por ejemplo, estuvimos luchando a favor de los Yanomami durante veinte a?os. Nuestros colaboradores escribieron cartas, ejercieron una gran presi¨®n sobre el gobierno de Brasil y la ONU y participaron en numerosas protestas y manifestaciones. A menudo hemos tenido que enfrentarnos a situaciones tristes como aquella vez en 1980 cuando cuarenta mil mineros de una mina de oro invadieron la tierra de los Yanomami destrozando el bosque y trayendo violencia y enfermedades. Un 20% de los yanomami fallecieron en los siguientes siete a?os, la mayor¨ªa de ellos de malaria y otras enfermedades que les contagiaron los mineros. Los yanomami, Survival y otras ONGs de Brasil no cejaron en su empe?o y consiguieron que el gobierno reconociera su tierra y sus derechos. En la actualidad es un enorme territorio forestal protegido que est¨¢ bajo el control de los ind¨ªgenas. Fue un ¨¦xito incre¨ªble.
?E increible haberlo vivido de primera mano? He tenido mucha suerte por poder trabajar con activistas ind¨ªgenas que me han sorprendido positivamente en muchas ocasiones por su ¨¢nimo y sus iniciativas. Un aspecto fundamental de nuestro trabajo es comprender y consultar a la gente de las tribus con los que trabajamos. Esa es la parte que m¨¢s me gusta. En los 22 a?os que llevo trabajando he visitado numerosas comunidades tribales. He conseguido darme cuenta de c¨®mo viven y sienten el mundo. Me han ense?ado a convivir. Dan mucho valor a lo que tienen. Para ellos es mucho m¨¢s importante compartir su tierra, cuidarla y vivirla que adquirir objetos materiales o bienes que a la gran mayor¨ªa de ellos no les interesan nada. No analizo esta situaci¨®n desde un punto de vista rom¨¢ntico, sino m¨¢s bien la enfoco desde un sentido pr¨¢ctico. Los miembros de estas tribus han conseguido tener una vida plena. Es decir, han conseguido vivir tranquilos favoreciendo su desarrollo personal como personas, algo que necesitar¨ªa una sociedad estresada e industrializada como la nuestra. Son personas de nuestra misma ¨¦poca que tienen otra manera de concebir el mundo. Tienen un gran conocimiento de las plantas, la medicina y los animales as¨ª que pueden tener soluciones para muchos de los problemas humanos tales como el cambio clim¨¢tico, la desforestaci¨®n, el calentamiento global. Adem¨¢s saben preparar remedios para enfermedades graves. Creo que la opini¨®n p¨²blica es primordial a la hora de luchar por respetar los derechos de los ind¨ªgenas. Cuanta m¨¢s gente se interese por ellos, m¨¢s presi¨®n podr¨ªamos ejercer para concienciar a los gobiernos y a las empresas. Nuestro objetivo es cambiar su forma de actuar para conseguir que los tengan en cuenta. Muchas personas desconocen la realidad de estas tribus. Pero si conocieran su situaci¨®n se sentir¨ªan afectados y encontrar¨ªan un motivo para ayudarles. Si bien es cierto que ya hay otras muchas que reconocen que los pueblos ind¨ªgenas forman parte de la rica complejidad humana y al mismo tiempo desean apoyar a los marginados que en muchas ocasiones no tienen voz. No obstante siempre tenemos que estar alertas, los ind¨ªgenas se enfrentan constantemente a grandes amenazas.
?Cu¨¢l es el mayor conflicto o problema que tienen que resolver hoy d¨ªa? En la actualidad, el problema m¨¢s importante que hay que solucionar es el de la tierra. Es imprescindible que se reconozca el derecho de los pueblos ind¨ªgenas a tener su propia tierra. En muchos aspectos la tierra es primordial para los ind¨ªgenas. En cierta ocasi¨®n un bosquimano me dijo ¡°la tierra es nuestro supermercado y nuestra iglesia¡±. Los ind¨ªgenas mantienen un importante v¨ªnculo espiritual con su tierra. Estos v¨ªnculos son el centro de muchas de sus creencias y de la cosmolog¨ªa. La tierra les proporciona todo lo que necesitan. Es su sustento y por tanto su autonom¨ªa. Algunos estudios han demostrado que los ind¨ªgenas que viven en su propia tierra tienen una vida plena y feliz. Un hombre Aw¨¢ me dijo en cierta ocasi¨®n ¡°si destruyen nuestros bosques, nos destruyen a nosotros tambi¨¦n¡±. Sin sus tierras, los pueblos ind¨ªgenas no pueden sobrevivir. Cuando en el pasado les robaron sus tierras y fueron trasladados a otros lugares (como les sucedi¨® por ejemplo a los bosquimanos, a muchos de los guaran¨ªes de Suram¨¦rica y a abor¨ªgenes de Australia), sufrieron depresiones ya que la vida no ten¨ªa sentido para ellos, comenzaron a beber e incluso algunos de ellos se suicidaron. Por otra parte y si sencillamente nos atenemos a los valores ¨¦ticos- morales, los ind¨ªgenas siempre han vivido en sus tierras, las sienten como suyas y las entienden mejor que nadie.
En este mundo globalizado cada vez hay m¨¢s empresas que tienen intereses en los recursos naturales como el agua, la tierra, la madera. Adem¨¢s ahora tambi¨¦n padecemos la masificaci¨®n del turismo¡ ?C¨®mo podr¨ªamos detener o controlar esta situaci¨®n? Gracias a nuestras campa?as y a la colaboraci¨®n de los medios de comunicaci¨®n estamos ayudando a los pueblos ind¨ªgenas a que su opini¨®n sea tenida en cuenta. Un ejemplo de ello es la campa?a que llev¨® a cabo Survival con los jarawa en las Islas Andaman ante el Tribunal Supremo de la India. Conseguimos que se les reconociera una zona de separaci¨®n de cinco kil¨®metros alrededor de su reserva con el fin de que los turistas respetaran su recinto. Tambi¨¦n ha habido una sentencia para que se cierre la carretera que atraviesa la reserva de los jarawa, aunque el gobierno local a¨²n no ha actuado. Tambi¨¦n es importante que los gobiernos y las empresas obtengan por adelantado un permiso de las tribus y su consentimiento para cualquier tipo de actuaci¨®n que quieran realizar en sus tierras. El objetivo es que haya una legislaci¨®n que en la pr¨¢ctica sea respetada.
?Es suficiente la actual legislaci¨®n internacional? No, la legislaci¨®n internacional por s¨ª sola no es suficiente. Es importante que las organizaciones de pueblos ind¨ªgenas, las ONG y la opini¨®n p¨²blica estemos unidos para conseguir que los gobiernos y las empresas respeten la ley.
D¨ªgame,?cu¨¢l ha sido el mejor momento que ha pasado en su trabajo? Aquel que le ha hecho m¨¢s feliz¡. Y ?Cu¨¢l fue el peor momento? ?Un deseo? Uno de los mejores momentos que he pasado en mi trabajo fue en 2006 con un gran grupo de cien bosquimanos ante el Tribunal Supremo de Botsuana. Aquel d¨ªa ganaron un juicio en el que se puso de manifiesto que el gobierno de Botsuana hab¨ªa actuado de forma ilegal ech¨¢ndolos de sus tierras y les reconoc¨ªan el derecho a regresar. Los bosquimanos estaban entusiasmados y se pusieron a bailar a las puertas del Tribunal. M¨¢s tarde, una anciana bosquimana se me acerc¨® y me dijo: ¡°Gracias, gracias, gracias¡±. Fue muy emocionante. Otra gran experiencia fue cuando los yanomami me invitaron a asistir a un funeral, que ellos llaman ¡°reahu¡±, para celebrar la vida de un anciano que acababa de morir. La ceremonia dur¨® varios d¨ªas durante los cuales bailamos y festejamos. Muchos hechiceros se reunieron alrededor del muerto para honrarlo y disponer de sus cenizas. Me impresion¨® mucho participar en aquella ceremonia y observar a los yanomami realizar los ritos m¨¢s significativos de su cultura y sus creencias. Hace unos a?os el futuro de los yanomami no era nada esperanzador ya que los buscadores de oro inundaron sus tierras destrozando la selva, contaminando sus r¨ªos con mercurio y transmitiendo enfermedades mortales para los indios como la malaria. Durante aquella ¨¦poca un 20% de la poblaci¨®n de los yanomami muri¨®. Yo hab¨ªa estado trabajado desde hacia varios a?os en las campa?as de Survival para proteger los derechos de sus tierras. El gobierno de Brasil finalmente reconoci¨® sus derechos y los mineros fueron expulsados. En aquella ocasi¨®n fue cuando me di cuenta de que nuestro trabajo tiene resultados a largo plazo y que nunca debemos darnos por vencidos. Mi gran deseo es que en el futuro la gente valore y respete la inmensa contribuci¨®n que estas personas han hecho y est¨¢n haciendo a favor de la vida de todos los seres humanos. Todos y cada uno de ellos, aunque no sean capaces de demostrarlo. Espero que la gente se de cuente de la diversidad humana y de las diferentes formas de vida que cada cual elige y que sean capaces de respetarlas. Es simplemente una cuesti¨®n moral, algo esencial para algunos seres humanos. Todos queremos vivir en paz y de acuerdo con nuestros principios. Eso mismo hacen las personas que viven en sociedades tribales y tienen el mismo derecho que cualquiera a vivir as¨ª.
?C¨®mo es un d¨ªa cualquiera en su trabajo? ?Cada d¨ªa es diferente! Pero esencialmente mi trabajo consiste en supervisar las diferentes campa?as que realiza Survival as¨ª como coordinar la investigaci¨®n y el trabajo de campo, algo b¨¢sico para apoyar y defender los intereses de los pueblos ind¨ªgenas. Un d¨ªa normal mantengo reuniones con mis compa?eros para hablar sobre la estrategia de campa?a; mantengo contactos con los ind¨ªgenas para comentarles esa campa?a; concedo entrevistas a los medios de comunicaci¨®n; env¨ªo cartas a gobiernos y empresas; recopilo informaci¨®n para organismos internacionales como la ONU sobre casos de violaci¨®n de derechos humanos¡ Un aspecto fundamental de nuestra tarea consiste en consultar y comprender a los pueblos con los que trabajamos. Esa es la parte que m¨¢s me gusta. Durante los a?os que llevo trabajando en Survival he visitado numerosas comunidades ind¨ªgenas. Todo ello me ha permitido observar atentamente como ven y sienten el mundo. Tambi¨¦n he aprendido que muchos de ellos saben realmente convivir. Valoran el hecho de compartir, cuidar y respetar su propia tierra mucho m¨¢s que adquirir objetos materiales y bienes que a la mayor¨ªa de ellos no les interesan.
Bosquimanos.
?C¨®mo fueron los primeros a?os de Survival como ONG? ?Conoce a las personas que se implicaron desde el principio en este proyecto? Puedo suponer que en aquella ¨¦poca no era nada f¨¢cil hablar sobre las tribus¡ En 1968 la revista dominical del New York Times public¨® un art¨ªculo del escritor Norman Lewis titulado ¡°Genocidio¡± en el que daba a conocer las atrocidades que se comet¨ªan contra los ind¨ªgenas en Brasil. El art¨ªculo provoc¨® un gran impacto. Un peque?o grupo de personas que trabajaban en Suram¨¦rica y se sent¨ªan muy comprometidas con los ind¨ªgenas porque hab¨ªan presenciado las masacres y robos que se hab¨ªan cometido contra sus recursos naturales, se juntaron y fundaron Survival. Ten¨ªan muy poco dinero pero mucha ilusi¨®n, dedicaci¨®n y perseverancia. Y vali¨® la pena porque con el tiempo se apuntaron cada vez m¨¢s y m¨¢s colaboradores que deseaban participar activamente en las campa?as. Asi es como empezaron a crecer. En los a?os sesenta y setenta, la situaci¨®n en Brasil era tan grave que Darcy Ribeiro, el famoso antrop¨®logo y senador predijo que en los ochenta ya no existir¨ªa all¨ª ning¨²n indio. En la actualidad hay cerca de 230 tribus con una poblaci¨®n de 800.000 indios. As¨ª pues, la situaci¨®n ha cambiado a pesar de que a¨²n hay mucho por hacer y los ind¨ªgenas tienen que enfrentarse a grandes retos.
?Famosos que colaboran con Survival? Contamos con colaboradores como Colin Firth, Richard Gere, Julie Christie, Gillian Anderson, Mark Rylance, Rosa Montero, Nieves Herrero, Ana Bel¨¦n, Juanes, Gael Garc¨ªa Bernal... Todos ellos nos han ayudado en diferentes campa?as grabando anuncios y videoclips para nuestra p¨¢gina web.
?Tienen suficiente dinero para llevar a cabo su actividad? Siempre se pueden hacer muchas m¨¢s cosas si hay dinero. Conseguimos financiaci¨®n principalmente de nuestros miembros y de algunas fundaciones. No queremos que los gobiernos nos ayuden porque ellos son los primeros que violan los derechos de los pueblos tribales. Tampoco queremos el dinero de las empresas que puedan estar abusando de los pueblos ind¨ªgenas. Adem¨¢s, tenemos cerca de 250.000 seguidores en cien pa¨ªses que tambi¨¦n nos ayudan financi¨¢ndonos. Ahora mismo hay millones de personas que buscan regularmente informaci¨®n sobre nosotros en siete idiomas. No queremos limitarnos solamente a las personas que pagan. Queremos que la gente conozca la realidad de las sociedades tribales.
?El mejor libro sobre los ind¨ªgenas? Los hay muy buenos pero uno que me gustar¨ªa especialmente recomendar es Tribal peoples for tomorrow¡¯s world, de Stephen Corry, director de Survival International. En ¨¦l se explica quienes son los pueblos tribales, c¨®mo viven, por qu¨¦ los gobiernos les tienen tanta aversi¨®n y por qu¨¦ su desaparici¨®n est¨¢ lejos de ser inevitable. Pone de manifiesto los problemas de los pueblos tribales desde el punto de vista de alguien que ha trabajado durante d¨¦cadas directamente con ellos.
?A qu¨¦ tribu ind¨ªgena est¨¢n ayudando ahora mismo? Actualmente estamos llevando a cabo una gran campa?a a favor de la tribu m¨¢s amenazada del planeta, los aw¨¢ de Brasil. Si no detenemos la invasi¨®n y destrucci¨®n de sus tierras, es muy probable que los cien aw¨¢ que a¨²n quedan desaparezcan. El bosque donde viven lo est¨¢n talando a una velocidad mayor que los de otros ind¨ªgenas que viven desconectados del mundo exterior. Los terratenientes madereros y ganaderos les est¨¢n rodeando. Los madereros han talado el per¨ªmetro de sus tierras y ahora est¨¢n entrando cada vez m¨¢s en ellas. A diferencia de otros pueblos del Amazonas que viven aislados, los aw¨¢ no tienen ning¨²n lugar adonde ir. Seg¨²n algunas versiones, los terratenientes madereros y ganaderos los han asesinado. Pero este dato no se puede confirmar porque los aw¨¢ no construyen casas (algo que podr¨ªan observar los aviones de vigilancia) y las personas que se encuentran con ellos no ofrecen ninguna informaci¨®n. Los madereros est¨¢n violando sus derechos incluso dentro de la reserva y podr¨ªan reaccionar con violencia contra los observadores que est¨¢n trabajando in situ.
M¨¢s informaci¨®n actualizada en Survival.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.