Una Espa?a de peineta y mantilla
Ya son muchos los que se van; algunos, extranjeros, y tambi¨¦n, otra vez, espa?oles. No obstante, ahora es distinto que en los a?os cincuenta, sesenta y setenta; entonces, la mayor¨ªa de ellos eran trabajadores manuales que, con muchos sacrificios, dejaban su pa¨ªs y sus familias para buscarse un trabajo que aqu¨ª no encontraban y, por cierto, muchos de ellos sin contrato alguno, al albur, por la llamada de alg¨²n conocido que ya trabajaba en Alemania, Suiza o Francia. Lo mismo que ha ocurrido con los sudamericanos, centroeuropeos y magreb¨ªes que vinieron a Espa?a y que han sido maltratados en el trabajo, por los desahucios, la exclusi¨®n de la sanidad y los prejuicios de muchos ciudadanos nativos, algunos de los cuales habr¨¢ sido emigrante o hijo de emigrantes espa?oles. Volvemos pues, 50 a?os atr¨¢s: los ¡°nuestros¡± marchan a buscar un empleo digno que aqu¨ª no encuentran; o, si lo encuentran, est¨¢ mal pagado y mal considerado. Y muchos de ellos son universitarios, licenciados y doctores, cuya formaci¨®n ha costado mucho dinero p¨²blico y ahora derrochamos oblig¨¢ndoles a emigrar.
Es triste, pero cierto: son espa?oles que no querr¨¢n volver a su pa¨ªs porque est¨¢n hartos de tanta arbitrariedad e incompetencia de los que nos gobiernan. Hartos, tambi¨¦n, de la corrupci¨®n apenas castigada, del nepotismo de las clases dirigentes, de pagar impuestos que no pagan quienes tienen salarios inimaginables para ellos, de soportar sobre sus hombros la carga de una crisis que ellos no han causado, de empresarios turbios que esconden su dinero en para¨ªsos fiscales, de tanta sentencia judicial incomprensible, de tanto neoliberalismo, de tanta intransigencia ultracat¨®lica y, en fin, de una Espa?a que ha vuelto a la pandereta, la peineta y la mantilla.¡ª ?ngel Villegas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.