La campa?a electoral en EE UU, en v¨ªdeos
Recorremos las im¨¢genes de un mes clave sacudido por Sandy y los 'resbalones' de Romney
Con un Romney decididamente a la iniciativa, el pistoletazo de salida de la campa?a, el primer debate televisado entre Obama y Romney, gir¨® sobre pol¨ªtica econ¨®mica, principal arma republicana durante las siguientes semanas. Ambos candidatos intentaron defender all¨ª sus propuestas para reactivar la maltrecha econom¨ªa del pa¨ªs pero Obama, desconectado y cabizbajo, se mostr¨® tan inc¨®modo como inseguro.
Decidido a arreglar su mal papel televisivo, el presidente sali¨® en el segundo a por la revancha. Durante el que se ha calificado como uno de los mejores debates de la historia electoral norteamericana, Obama intent¨® no dejarse nada en el tintero. Desde un pol¨¦mico v¨ªdeo en el que Romney afirma que el 47% de los electores no le votar¨¢ porque cree que merece vivir de las ayudas del Gobierno a un otro no menos pol¨¦mico resbal¨®n republicano sobre el ataque en Libia en el que cuatro estadounidenses perdieron la vida.
Dos d¨ªas despu¨¦s, ambos coincidieron en una cena ben¨¦fica en la que aprovecharon para re¨ªrse de sus enfrentamientos y relajar moment¨¢neamente los m¨²sculos ante el sprint que estaba por venir. El evento, convertido ya en un cl¨¢sico de la pol¨ªtica norteamericana en que los candidatos despliegan sus mejores chistes, re¨²ne dinero para obras de caridad de la Iglesia cat¨®lica.
El tercer choque, un debate final centrado en pol¨ªtica exterior, sirvi¨® para contemplar de nuevo a un Obama seguro de s¨ª mismo frente a un candidato que por momentos parec¨ªa no considerar a la altura y que renunci¨®, bien por prudencia, bien por incompetencia, a polemizar.
Una semana antes de la llegada a suelo norteamericano del hurac¨¢n Sandy, entraba en campa?a un peque?o terremoto, aunque de mano de un congresista republicano. Richard Mourdock aseguraba que los embarazos provocados por una violaci¨®n son ¡°algo que Dios quiere que suceda¡± y el presidente le respond¨ªa desde una entrevista en prime time que "una violaci¨®n es una violaci¨®n".
En el ¨²ltimo tramo de la campa?a, el hurac¨¢n ¡ªconvirtido en tormenta tropical al tocar tierra¡ª irrump¨ªa irremisiblemente causando medio centenar de muertos y dejando a millones de personas sin suministro el¨¦ctrico y obligaba a declarar el estado de "gran cat¨¢strofe" en Nueva York y Nueva Jersey. Romney comenz¨® entonces a pedir el voto sin desatender las consecuencias de la cast¨¢strofe y Obama decidi¨® apostar la reelecci¨®n a su gesti¨®n de la crisis.
Superado Sandy, la fase cr¨ªtica de la campa?a arroj¨® unas encuestas con Obama en ascenso y Romney estancado. Hist¨®ricamente entendido como un estado clave, Ohio se convirti¨® en la recta final en el lugar donde volcarse a explicar, por ejemplo, otra de las meteduras de pata m¨¢s sonadas de la campa?a: un v¨ªdeo en el que Romney asegura que la Administraci¨®n Obama est¨¢ llev¨¢ndose parte de la producci¨®n automovil¨ªstica a China.
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