?ngeles neum¨¢ticos debaten en televisi¨®n con un cl¨¦rigo islamista
Oktar se hace acompa?ar de cinco mujeres que, como ¨¦l, gustan de vestir ropa de Versace Todos leen el Cor¨¢n en pantalla mientras critican el materialismo occidental
Adnan Oktar no responde a la protot¨ªpica imagen que muchos pueden tener de un erudito isl¨¢mico. Turco de 56 a?os, Oktar gusta de vestir trajes blancos y camisetas de Versace y luce una barba perfectamente recortada. Pero lo que en un principio puede sorprender m¨¢s sobre Oktar son sus contertulias en un programa de debates en su propio canal de televisi¨®n por sat¨¦lite turco.
Oktar se hace acompa?ar de cinco mujeres que, como ¨¦l, gustan de vestir ropa de Versace y otros dise?adores y que, en el caso de ellas, suele adem¨¢s ser muy ce?ida. Las cinco suelen aparecer en televisi¨®n luciendo pelo rubio platino, cargadas de maquillaje y, junto a Oktar, leyendo el Cor¨¢n y discutiendo las bondades del Islam frente al materialismo occidental.
Las cinco mujeres, Gulsah Gucyetmez, Ceylan Ozbudak, Ebru Altan, Damla Pamir y Aylin Kocaman, est¨¢n adem¨¢s muy presentes en las redes sociales, donde cuentan con miles de seguidores y donde se presentan como activistas y comentaristas en los medios de comunicaci¨®n.
"Los musulmanes son la gente m¨¢s moderna del mundo", dice una de las mujeres, Gucyetmez, en un v¨ªdeo que comparti¨® en la red social Facebook. "Porque el Islam es la religi¨®n del amor, la paz, la fraternidad, la compasi¨®n, la moralidad, la ciencia, las artes, la alta calidad y muestra respeto por todas las dem¨¢s religiones".
En particular, Oktar y sus cinco compa?eras critican la teor¨ªa de la evoluci¨®n basada en las investigaciones de Charles Darwin, que la comunidad cient¨ªfica acepta en general como v¨¢lida y a la que Oktar culpa de originar el fascismo, el nazismo y el terrorismo.
En 2007, Oktar, que firma con el seud¨®nimo Harun Yahya, envi¨® miles de copias de su libro El atlas de la creaci¨®n a escuelas, centros de investigaci¨®n y cient¨ªficos en diversos pa¨ªses, sobre todo en Estados Unidos. Se trata de un enorme volumen con 800 p¨¢ginas a todo color y que pesa m¨¢s de cinco kilos. En el libro, dice que f¨®siles antiguos se parecen a animales actuales, lo que para ¨¦l demostrar¨ªa que no ha habido evoluci¨®n.
Quienes recibieron este libro se quedaron "tan asombrados ante su tama?o y c¨®mo est¨¢ producido como ante la gran cantidad de mierda que contiene", coment¨® sobre El atlas de la creaci¨®n el doctor Kevin Padian, bi¨®logo evolucionista en la Universidad de Berkley en California y a quien entonces cit¨® el New York Times. "La verdad es que no tiene ninguna idea de lo que sabemos acerca de c¨®mo las cosas cambian a lo largo del tiempo".
Oktar dice ser el due?o de una empresa de construcci¨®n pero no est¨¢ claro c¨®mo financia su canal de televisi¨®n y la publicaci¨®n de sus libros y DVDs, que le hacen parecerse m¨¢s a un telepredicador evangelista de Estados Unidos que a un cl¨¦rigo isl¨¢mico.
Lo que s¨ª se sabe es que, en 1986, se le diagnostic¨® personalidad obsesivo-compulsiva y esquizofrenia, por lo que fue ingresado en un centro psiqui¨¢trico durante varios meses. Ya antes de esa fecha, Oktar hab¨ªa comenzado a rodearse de j¨®venes adinerados procedentes de buenas familias turcas, que ca¨ªan seducidos por su carisma.
?A principios de los 90, Oktar hab¨ªa formado un grupo de seguidores que, como en algunas sectas y cultos mesi¨¢nicos, viv¨ªan juntos y deb¨ªan vestirse de la misma forma, en este caso siempre usando ropa de caros dise?adores.
En 2009, Oktar fue encontrado culpable de liderar una organizaci¨®n criminal para su beneficio personal, aunque por el momento parece que ha conseguido evitar la prisi¨®n. Los documentos del caso describen c¨®mo este predicador usaba esclavas sexuales para grabar y luego chantajear a personajes poderosos de la pol¨ªtica y la econom¨ªa turcas.
En los ¨²ltimos a?os, Oktar ha moderado sus opiniones, quiz¨¢ con el objetivo de ampliar su peque?a base de seguidores y llegar a nuevas audiencias. Ahora predica el di¨¢logo entre diferentes religiones y aparece en televisi¨®n con estas cinco mujeres, a quienes han llamado sus ¨¢ngeles o sus gatitas.
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