Nace la Coalici¨®n Internacional Contra el Chagas
Es dif¨ªcil ilustrar mejor el concepto de 'enfermedad olvidada'. Tan solo existen dos medicamentos disponibles contra el Chagas (benznidazole y nifurtimox, desarrollados hace medio siglo con un prop¨®sito diferente), que provocan importantes efectos secundarios y tienen una eficacia limitada cuando la enfermedad ha alcanzado una fase cr¨®nica. El tratamiento t¨ªpico dura entre dos y tres meses, lo que dificulta su administraci¨®n en poblaciones dispersas o de dif¨ªcil acceso, como la del Chaco (que se extiende entre Argentina, Paraguay y Bolivia), donde m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n est¨¢ infectada. Cuando es posible acceder a ellos, los medicamentos escasean y su administraci¨®n sufre constantes interrupciones. No existen tratamientos para embarazadas y a¨²n no se ha resuelto adecuadamente la formulaci¨®n pedi¨¢trica. Por si fuera poco, carecemos de mecanismos eficaces para determinar la curaci¨®n de los pacientes, aunque este problema se hace menos relevante si consideramos que los tratamientos existentes solo alcanzan al 0,2% del total de infectados.
Desgraciadamente, la enfermedad de Chagas constituye la regla en el panorama de las patolog¨ªas que afectan fundamentalmente a poblaciones pobres en pa¨ªses sin recursos para la investigaci¨®n e innovaci¨®n. De acuerdo con los datos de M¨¦dicos Sin Fronteras, solo 16 de los 1.393 nuevos medicamentos desarrollados entre 1975 y 1999 estaban dirigidos a estas enfermedades. Desde entonces, esta cifra se ha multiplicado, pero solo 4 de los 29 nuevos productos indicados para enfermedades olvidadas suponen lo que se denomina "nuevas entidades qu¨ªmicas" (es decir, verdaderos descubrimientos): tres para la malaria y ninguno para la tuberculosis o enfermedades tropicales.
Naturalmente, la soluci¨®n a este problema reside en un incremento dram¨¢tico del gasto destinado a la investigaci¨®n e innovaci¨®n en el campo de las enfermedades olvidadas (que en 2011 era todav¨ªa el 1% de los 3.063 millones de euros dedicados a la I+D biom¨¦dica) lo que implica transformar de manera radical los incentivos que existen en este momento. Ya hemos hablado en este blog de algunas alternativas, como el Tratado Internacional sobre Investigaci¨®n y Desarrollo.
Pero antes de llegar a ese punto ser¨¢ necesario un esfuerzo de movilizaci¨®n, creatividad e informaci¨®n p¨²blica a la altura de otros grandes retos de la humanidad. Si la codicia miope de las grandes farmac¨¦uticas puso en marcha hace una d¨¦cada la reforma del sistema global de propiedad intelectual, ahora es el momento de impulsar una movilizaci¨®n que obligue a cada uno de los actores (p¨²blico, privado, sociedad civil) a ofrecer una vez m¨¢s lo mejor de sus capacidades. Precisamente con este prop¨®sito se puso en marcha en Nueva York hace pocas semanas la Coalici¨®n Internacional contra el Chagas, que persigue la innovaci¨®n, pero tambi¨¦n extender el acceso al tratamiento y mejorar el control en pa¨ªses end¨¦micos y no end¨¦micos como EEUU y ¨C?adivinan?- Espa?a: el segundo pa¨ªs no end¨¦mico m¨¢s afectado, que ha decidido excluir del radar de la sanida p¨²blica a todos los enfermos infectados que se encuentren en situaci¨®n irregular. Algo as¨ª como ahorrar en transporte eliminando los frenos.
La coalici¨®n ha sido impulsada, entre otros, por la iniciativa FINDECHAGAS (creada por Jos¨¦ Villag¨®mez y otros enfermos en Espa?a, y ahora de car¨¢cter internacional) y por el Instituto de Salud Global de Barcelona, cuyo centro de investigaciones est¨¢ activamente implicado en la b¨²squeda de una curaci¨®n eficaz y accesible para el Chagas. Su trabajo constituye una inspiraci¨®n en uno de los ¨¢mbitos m¨¢s complejos y fundamentales del desarrollo humano.
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