M¨¢s idiotas de lo que parecen
Nuestros pol¨ªticos y prohombres son m¨¢s idiotas de lo que se ve a diario y a primera vista, que ya es una permanente exhibici¨®n de idiocia, acompa?ada de sinvergonzoner¨ªa las m¨¢s de las veces. No les costar¨ªa nada ser un poco m¨¢s astutos y guardar las apariencias, no s¨®lo resultar¨ªa beneficioso para ellos sino para el conjunto de la poblaci¨®n. A fin de a?o Rajoy pidi¨® paciencia y comprensi¨®n. ?Todav¨ªa m¨¢s? Infinitas las ya tenidas con un Presidente que ha incumplido todas sus promesas electorales y ha impuesto una reforma laboral de la que dice sentirse satisfecho pero que ha a?adido medio mill¨®n de parados desde que ¨¦l ocupa su asiento; que ha bajado los sueldos de los funcionarios rasos y ha encarecido la educaci¨®n, ha agravado el desplome del consumo y del comercio, ha convertido a los fr¨¢giles en menesterosos (pensionistas, discapacitados, enfermos cr¨®nicos) y ha impulsado a emigrar a millares de j¨®venes con estudios superiores; que permite el aumento de los precios de todo mientras empuja los salarios hacia el subsuelo; que rescata bancos y cajas desastrosos o fraudulentos con el dinero de los contribuyentes y a ¨¦stos los acogota en agradecimiento; que se dedica a privatizar lo erigido entre todos y se niega a gravar m¨¢s las SICAV para as¨ª no mermar un ¨¢pice las fortunas de los acaudalados; que amnist¨ªa a los grandes defraudadores y persigue a casi todos los dem¨¢s; que miente sin cesar.
Los pol¨ªticos adem¨¢s de idiotas han de ser megal¨®manos y carecer de sentido de la realidad"
En medio de tanto abuso, lo astuto por parte de los pol¨ªticos y prohombres ser¨ªa hacer alg¨²n gesto, aunque a efectos reales sirviera de poco y ahorrara menos; renunciar a prebendas, anunciar que tambi¨¦n ellos van a sacrificarse. Ha habido cierta pol¨¦mica por las palabras del nuevo Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Moliner. Este se?or se lament¨® en televisi¨®n de que, siendo ¨¦l por su cargo la cuarta autoridad del Estado, se lo obligara a viajar en clase turista. Asegur¨® que personalmente no le importaba, pero que causaba mal efecto que se viera en dicha clase a tan alt¨ªsimo dignatario. La pregunta es: ?que lo viera qui¨¦n? ?Las personas que lo fueran a recibir a la estaci¨®n? Porque en los aeropuertos nadie sabe qu¨¦ asiento ocupaban los pasajeros cuando ¨¦stos por fin acceden al vest¨ªbulo en que se los espera. ?O quiz¨¢ los compa?eros de viaje y las azafatas, que al verlo murmurar¨ªan: ¡°Pobre diablo, el Presidente del CGPJ, que va en turista como un ganap¨¢n, qu¨¦ cutrez de pa¨ªs¡±? Moliner debe de pensar que todo el mundo lo reconoce y sabe no s¨®lo qui¨¦n es, sino qu¨¦ funciones ejerce. Lamento decepcionarlo: puede que un d¨ªa sea as¨ª, si sigue saliendo en televisi¨®n, pero hoy casi nadie se volver¨¢ por la calle al cruzarse con ¨¦l. Yo mismo, que no me considero muy desinformado, no tengo la menor idea de cu¨¢les son sus facciones.
Algo parecido deben de pensar todos y cada uno de los parlamentarios: que son archifamosos y que todo dios los reconoce y los mira. De otro modo no se entiende que, en esta ¨¦poca de privaciones y recortes brutales, el Congreso haya decidido que todos los diputados participantes en delegaciones internacionales vuelen siempre en clase preferente, y en clase club o similar cuando se desplacen por ferrocarril. ?En verdad creen estos parlamentarios grises, oscuros, obedientes a las consignas de sus respectivos partidos, uniformes, invisibles, gregarios, que ¨C salvo alguna rara excepci¨®n¨C alguien va a saber qui¨¦nes son al coincidir con ellos en un avi¨®n o en un tren? Adem¨¢s de idiotas han de ser megal¨®manos y carecer de sentido de la realidad. Uno de esos portavoces del PP con aspecto de carterista o de maquereau (empleo la palabra francesa porque la espa?ola ¡°chulo¡± es demasiado amplia) se avino a explicar el porqu¨¦ de esta resoluci¨®n: ¡°No, es que me han dicho, no s¨¦ yo, ?eh?¡±, dijo, ¡°que en realidad sale m¨¢s barato que viajen en business, porque as¨ª ocupan plazas que quiz¨¢ quedar¨ªan libres si no, y no otras que s¨ª coger¨ªa la gente¡±. Bueno, ya lo he dicho: un carterista, un timador.
Pero no es s¨®lo esto: mientras los enfermos cr¨®nicos han de pagarse sus ambulancias y los jubilados ven menguar su poder adquisitivo, las ¡°fundaciones¡± de los partidos acaban de recibir subvenciones por valor de dos millones y medio de euros, para sus ¡°estudios¡±, ¡°seminarios¡±, ¡°informes¡± y dem¨¢s zarandajas vitales. La FAES de Aznar se ha embolsado as¨ª como medio mill¨®n, y la Pablo Iglesias del PSOE se habr¨¢ conformado con poco menos. Pero tambi¨¦n han percibido fondos p¨²blicos las de las pur¨ªsimas IU e ICV, lo mismo que las vinculadas a esos partidos que hoy no quieren saber nada de Espa?a, CiU y Esquerra, los cuales, como ha se?alado Jim¨¦nez Villarejo, el antiguo Fiscal Anticorrupci¨®n, no han tenido inconveniente en estrechar la mano de su denostado Wert cuando ¨¦sta ven¨ªa con billetes de subvenci¨®n. (A?¨¢dase que a los partidos, el pasado a?o, se les entreg¨® unos setenta millones para ¡°gastos de funcionamiento y de seguridad¡±.) ?Son se?ores como estos los que piden paciencia y comprensi¨®n, mientras no son capaces de tener el gesto ¨Cdemag¨®gico si se quiere, pero astuto al fin¨C de ir en turista cuando el viaje se lo pagan los ciudadanos, o de renunciar al dinero que reciben sus est¨²pidas fundaciones in¨²tiles? Ning¨²n ¡°estudio¡± ni ¡°seminario¡± salidos de ¨¦stas ser¨¢ m¨¢s vital que el sueldo que los funcionarios rasos dejar¨¢n de percibir por su causa. S¨ª, por fuerza han de ser idiotas, si ni siquiera saben fingir que predican con el ejemplo.
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