El payo Chac
Mitad payo, mitad gitano es el primer libro de Jes¨²s Ulled, abogado, publicista y periodista, y al leerlo me he sumergido en un mundo de ayer por cuyo bordillo pas¨¦ sin darme cuenta: el mundo de la bohemia barcelonesa de la posguerra, en donde se jugaba al cosmopolitismo para respirar aires mejores. Sin embargo, no reside aqu¨ª ¨Co solo aqu¨ª¨C el encanto de esta biograf¨ªa novelada de un personaje al que el autor descubri¨® por casualidad. Su principal atractivo es dicho protagonista, Jacques Leonard, ese hombre trashumante, capaz de dar un giro tras otro, sin importarle la tierra inc¨®gnita a la que ir¨¢ a parar.
Hay gente que falsifica su vida, que se falsifica, para aparentar lo que no es y adquirir cr¨¦dito por lo que no vale. Otros, los menos ¨Cy, a menudo, poco conocidos¨C, se derrochan a s¨ª mismos, saltan de trapecio en trapecio, se reinventan, viven muchas vidas sin traicionarse en ninguna. Sin focos ni fanfarrias.
A esta ¨²ltima estirpe pertenece el payo Chac ¨C como le llamaban los gitanos¨C, cuya autobiograf¨ªa escrita por ¨¦l mismo despreocupadamente y sin pretensiones de inmortalidad fue descubierta por su hijo Santi, amigo de Ulled, quien se entreg¨® a la tarea de novelarla y contextualizarla. As¨ª fue como de los folios perge?ados en la inti?midad ha surgido una construcci¨®n s¨®lida y p¨²blica que reivin?dica a un hombre aut¨¦ntico de quien sus descendientes se sienten orgullosos. La novela posee una narrativa cl¨¢sica, que engancha desde el primer momento ¨Ccontribuyen a ello las atm¨®sferas, los diferentes ambientes que se suceden, pirueta vital tras pirueta vital a cargo del principal personaje¨C, y cuenta, con eficacia y algo de humor ¨Ccomo si el autor se divirtiera sorprendi¨¦ndose con lo que va encontrando¨C, lo que sin duda fue una vida extraordinaria. O mejor dicho: varias vidas extraordinarias metidas en una existencia ¨²nica.
Los menos viven muchas vidas sin traicionarse en ninguna¡±
As¨ª, la historia de Jacques Leonard, franc¨¦s nacido en el seno de una envidiable familia acomodada: padre entendido en caballos ¨Cpero muy seriamente entendido¨C, madre independiente, valiente y propietaria de una casa de alta costura. Fincas, equinos, tratantes, viajes, gitanos expertos en el tema ¨Cel h¨¢bil clan de los Pacorro¨C, una absoluta falta de prejuicios y, luego, una primera guerra mundial, la guerra de Espa?a, una segunda guerra continental, periodos de entreguerras, escaseces y oportunidades. En medio, este hombre, Jacques, que descubre de ni?o su sangre mitad gitana y que, sin darse cuenta, se embarca en un largo rodeo que le conducir¨¢ felizmente a puerto: de Par¨ªs a las barracas de Montju?c, de los plat¨®s parisinos con gente como el m¨ªtico director Abel Gance, a la compa?¨ªa de los gitanets del barrio barcelon¨¦s de Gracia, con quienes vivi¨® como uno m¨¢s ¨Caunque uno muy especial¨C, siendo ya fot¨®grafo de la revista Gaceta Ilustrada, publicaci¨®n al estilo de Life, en la que colaboraban los mejores fot¨®grafos del momento.
Ya les digo que el libro es apasionante: desde el transporte de un millar de burros para la guerra ¨Cde sur a norte por los caminos de Espa?a¨C, a cargo del padre de Jacques, hasta la espl¨¦ndida historia de amor con Rosario Amaya ¨Cprima de la diosa bailaora Carmen Amaya¨C que condujo a Jacques hasta las barracas de Montju?c y a convertirse en uno m¨¢s entre los de la mitad de su sangre. Hay en esta historia, adem¨¢s, un intenso homenaje hacia la etnia gitana y a sus principios n¨®madas. Y al final, al lector le queda esa sensaci¨®n de plenitud que solo proporcionan las vidas bien cosidas, bien apa?adas, las vidas de quienes se arriesgaron y que se encontraron en la aventura.
Cuando termina el libro se tiene la sensaci¨®n de que con semejante material se pod¨ªan hacer seis pel¨ªculas. Ya saben, la realidad desbordante.
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