Corleone paga las fiestas
La ministra Mato debe ser destituida, tras conocerse los favores y obsequios de la banda G¨¹rtel
Con motivo de la imputaci¨®n de su yerno, I?aki Undangarin, por delitos contra la propiedad y el erario p¨²blico, el Rey pronunci¨® un discurso de fin de a?o en el que pon¨ªa de relieve que todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Esta es una m¨¢xima indiscutible de la democracia, que no admite matices ni excepciones. Hay que decir que la investigaci¨®n sobre los presuntos delitos cometidos por el exjugador de balonmano casado con una infanta de Espa?a ha probado la veracidad de las palabras del Rey. Hasta el punto de que ahora hay quien pide la imputaci¨®n de la propia infanta. Pero parece que existen diferentes varas de medir, pese a lo declarado por el Monarca. He ah¨ª el caso, por ejemplo, de quien fue esposa de un implicado en las actividades de la banda G¨¹rtel, que fuera a su vez alcalde de Pozuelo por el PP, imputado en las investigaciones sobre las actividades de dicha banda, y acusado de recibir sobornos y favores de los que se benefici¨® toda su familia (se pagaron viajes de vacaciones, fiestas de cumplea?os y una primera comuni¨®n). El exmarido de Ana Mato, ahora ministra de Sanidad y jefa de campa?a del PP en las ¨²ltimas elecciones, ha declarado que ella no tiene nada que ver con esas actividades, pero en los informes de la polic¨ªa consta que se anotaron por parte de los delincuentes de G¨¹rtel gastos para obsequios y viajes de ella.
Las promesas de transparencia hechas por Mariano Rajoy, con motivo del esc¨¢ndalo en torno a los apuntes en B del antiguo tesorero de su partido, han generado cierta esperanza entre militantes y votantes del mismo. Pero para que esa esperanza germine es preciso que el presidente del Gobierno demuestre con hechos, y no solo con palabras, tales promesas.
Ana Mato, lejos de pedir perd¨®n y de prometer devolver el dinero con el que se lucr¨® su familia, ha dicho que no tiene intenci¨®n de dimitir y que ella no tiene nada que ver con las cuentas y actividades de su marido. Pero se benefici¨® de ambas cosas, como del veh¨ªculo de lujo que estaba aparcado en el garaje de su casa. Es imposible despu¨¦s de esto aspirar a tener alguna credibilidad en su gesti¨®n de la sanidad p¨²blica y es una verg¨¹enza que siga represent¨¢ndonos en los consejos europeos de su sector donde cualquiera de sus colegas, en id¨¦nticas circunstancias, habr¨ªa renunciado al cargo. Puede que sea cierto que no se enterara del probable origen delictivo del dinero con que se pagaban las comuniones y cumplea?os de sus hijos, pero eso no la exculpa moral ni racionalmente. Que don Corleone se haga cargo del bautismo de los nietos de la familia est¨¢ bien para el cine, no para la imagen de un miembro de nuestro Gobierno, tan incompetente adem¨¢s que no se entera ni de la factura de la pasteler¨ªa.
El presidente debe dar ejemplo y validar sus palabras destituy¨¦ndola cuanto antes. De otro modo, cualquier intento de recuperar la credibilidad que ha perdido el Gobierno est¨¢ condenado al fracaso.
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