M¨¢s gasolineras

El mercado de los carburantes (gasolinas y gas¨®leos) ha estado en permanente sospecha de colusi¨®n de precios entre las empresas que lo dominan desde que se liberaliz¨® formalmente a mediados de la d¨¦cada de los noventa. La Comisi¨®n Nacional de Competencia (CNC) y la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) han alertado en varios informes de la falta de competencia en la venta de combustibles, que se traduce en un crecimiento constante de los precios con independencia de la evoluci¨®n del coste del crudo o de los carburantes en los mercados internacionales. El viernes, el Consejo de Ministros introdujo algunas modificaciones legales encaminadas a aumentar la competencia y, por tanto, a abaratar el coste de gasolinas y gas¨®leos para el consumidor. En la ¨²ltima semana, el bolet¨ªn petrolero de la CE hab¨ªa registrado nuevas subidas inmoderadas de los precios, hasta llegar a la pintoresca situaci¨®n de que, despu¨¦s de la subida del IVA y otros tributos, el encarecimiento es mayor cuando se considera el precio sin fiscalidad que con ella.

Las medidas del Gobierno recogen casi todas las recomendaciones de la CNC y la CNE para aumentar la competencia en el mercado: facilitar la apertura de nuevas gasolineras, reducir los plazos de los contratos de abanderamiento de gasolineras, limitaci¨®n temporal a la expansi¨®n de los operadores dominantes (Repsol, Cepsa y BP) o prohibir las recomendaciones de precios a las gasolineras. Casi todas las f¨®rmulas mencionadas se han aplicado ya y las m¨¢s eficaces, con mucho, son las dos primeras. De hecho, los escasos periodos con ca¨ªdas de precio ¡ªy no en todas las zonas geogr¨¢ficas¡ª han coincidido con la apertura de gasolineras por parte de tiendas y supermercados. El efecto de ese tipo de competencia se ha agotado ya, en parte porque las grandes superficies utilizan las estaciones de servicio como un incentivo para atraer compradores a sus establecimientos y no todas pueden mantener este tipo de promoci¨®n.

Pero el regulador y los consumidores han de ser conscientes de que bajar los precios en un mercado con operadores dominantes es una tarea larga y costosa. El dominio del mercado es avasallador: las tres empresas citadas controlan el 73% de las ventas. No es f¨¢cil evitar que quienes dominan el mercado se pongan de acuerdo en los precios y no siempre es posible demostrarlo.