Al asalto de la F¨®rmula 1
Conquist¨® con 11 a?os el Campeonato de Espa?a de ¡®karts¡¯ y en 2011 se?proclam¨® campe¨®n mundial de f¨®rmula 3. Roberto Merhi es un joven piloto de Mercedes y pelea por llegar a la parrilla de F-1.
El deseo de hundir el pedal del acelerador se torna incontrolable en cada nueva vuelta. Las ganas de cerrar el paso al kart que viene pis¨¢ndonos los talones se disparan al trazar cada curva. Las manos desnudas comienzan a congelarse al volante del monoplaza. La respiraci¨®n entrecortada inunda de vaho la visera del casco. Cada nuevo bandazo funde las cervicales. Las n¨¢useas van in crescendo entre olores a gasolina y rueda quemada. Y por m¨¢s que el novato pone todo su empe?o en que no le adelanten emborrach¨¢ndose con el v¨¦rtigo de la velocidad, si el perseguidor es un tipo que ech¨® los dientes zumbando como un diablo en el asfalto no hay nada que hacer.
Para el veintea?ero Roberto Merhi (Benic¨¤ssim, Castell¨®n, 1991) va a ser un juego de ni?os correr contra el periodista durante esta ma?ana primaveral en el circuito de karting Carlos Sainz Center de Madrid. Roberto forma parte de la hornada de cientos de chavales espa?oles que durante los ¨²ltimos a?os han conquistado competiciones automovil¨ªsticas so?ando con llegar a la f¨®rmula?1. La diferencia con el resto es que ¨¦l atesora serias posibilidades de lograrlo.
La primera vez que pilot¨® algo con motor ten¨ªa solo cinco a?os. Su padre, un apasionado del karting, le llev¨® junto a sus hermanos mayores a un circuito donde el peque?o Merhi dej¨® claro su talento innato para la competici¨®n. Dos a?os m¨¢s tarde, el padre regal¨® a los hermanos un kart amarillo que supuso el principio de la carrera automovil¨ªstica de Roberto. Algo de amor por la velocidad deb¨ªa de llevar el muchacho en la sangre, pues su abuelo materno era piloto de avionetas y a su t¨ªo tambi¨¦n le encantaban las aeronaves. Pero fue su padre, empresario de cer¨¢mica, el mentor en la disciplina de las carreras de coches.
Es triste que se hable m¨¢s de m¨ª por el test en el aeropuerto de Castell¨®n que por ser campe¨®n mundial de F¨®rmula 3"
El ni?o pas¨® su infancia en su Benic¨¤ssim natal, en una casa en la monta?a y a la vera del mar. Roberto era entonces un poco gordito, pero a los ocho a?os ya compet¨ªa sobre ruedas y comenzaron a regular su alimentaci¨®n para no sobrepasar los 40 kilos de la clase cadete de karting. A los 11 a?os conquist¨® el Campeonato de Espa?a en la categor¨ªa Yamaha. Pero el d¨ªa antes de ganar el t¨ªtulo sufri¨® un brutal accidente que a punto estuvo de acabar con su acelerada proyecci¨®n.
Fue en un circuito de Los Santos de la Humosa (Madrid). Aquel d¨ªa sal¨ªa tercero en las pruebas clasificatorias. Pis¨® el acelerador a tope, pero el que iba primero en la grupetta de avanzadilla peg¨® un volantazo y Roberto acab¨® chocando contra las ruedas de cami¨®n del costado de la pista y, acto seguido, sali¨® volando por encima de sus rivales. Varios llegaron a golpearle a casi 100 kil¨®metros por hora. El ni?o abri¨® los ojos y vio el cielo dando vueltas por encima de su cabeza. Abandon¨® el lugar del suceso jurando en arameo. Los mec¨¢nicos del box le preguntaron si quer¨ªa esperar a que repararan el veh¨ªculo para completar las mangas clasificatorias, a lo que el incipiente piloto respondi¨®: ¡°Yo no vuelvo a correr en esto en mi vida¡±.
Fernando Alonso me emocionaba m¨¢s cuando no usaba tanto la cabeza"
El miedo entr¨® en escena. Todo su cuerpo estaba tan dolorido como el de un boxeador noqueado. Pero al d¨ªa siguiente decidi¨® correr. Y se proclam¨® campe¨®n de Espa?a. A pesar de haber perdido las mangas clasificatorias, la puntuaci¨®n que conservaba y una formidable remontada le auparon al Campeonato de Espa?a. Tard¨® en recuperar su talante de killer en los adelantamientos despu¨¦s de aquel percance, pero tan solo le llev¨® unos meses volver a ser el que era. Y a ratificar su sue?o de llegar a convertirse en piloto de f¨®rmula?1.
Ese sue?o se convirti¨® en aspiraci¨®n real en 2011. Ese a?o conquist¨® el Campeonato del Mundo de f¨®rmula?3, cuyos ganadores de los ¨²ltimos tiempos han acabado aterrizando en la f¨®rmula?1. Desde 2008, Merhi forma parte, adem¨¢s, del Programa de J¨®venes Pilotos de Mercedes y participa con el Mercedes Junior Team en la competici¨®n de turismos DTM. Desde la prestigiosa escuder¨ªa alemana, Nico Rosberg, uno de sus exponentes de la divisi¨®n de f¨®rmula?1 y mentor del Mercedes Junior Team, ratifica ¡°el talento¡± como piloto de Roberto y asegura que podr¨ªa ser ¡°una de las grandes sorpresas de la presente temporada en la competici¨®n de b¨®lidos DTM¡±.
Lo que sin duda se convirti¨® en sorpresa a principios de este a?o fue descubrir a Roberto Merhi rodando en las pistas del aeropuerto de Castell¨®n. Un suceso que trascendi¨® a los medios y sirvi¨® para agrandar la consolidada pol¨¦mica sobre la utilidad de estas instalaciones. El piloto explica que aquello consisti¨® en unas pruebas de aerodin¨¢mica rutinarias de Mercedes. ¡°Es triste que se hable m¨¢s de m¨ª por ese aerotest en el aeropuerto de Castell¨®n que por ser el primer espa?ol que ha ganado la f¨®rmula?3. Se lleg¨® a decir que el aeropuerto era m¨ªo y que llevaba mis coches all¨ª cada vez que quer¨ªa¡ Mentira, pero como sale por la tele, la gente se lo cree. Sali¨® alguna foto m¨ªa antigua con Carlos Fabra porque yo era un piloto de Castell¨®n y ¨¦l fue presidente de la Diputaci¨®n, de la que tuve un apoyo muy peque?o como piloto. Pero no tengo amistad con ¨¦l, ni vamos a cenar juntos ni a tomar copas¡±.
Controversias aeroportuarias al margen, Roberto sigue levant¨¢ndose cada ma?ana en su casa de Ludwigsburg a eso de las siete para recorrer en coche los pocos kil¨®metros que distan de la sede alemana de su equipo. Ha pasado por el departamento de ingenier¨ªa y por el de componentes de fibra de carbono, donde aprende el funcionamiento de las piezas del prototipo que pilota. Estudi¨® hasta selectividad y, desde entonces, se dedica profesionalmente al automovilismo. Hoy asegura poder vivir de esto. Entre sus referentes siguen estando el inolvidable Senna, ¡°por su agresividad cuando era necesario demostrarla, por lo r¨¢pido que iba bajo el agua¡¡±, y Fernando Alonso. ¡°Hamilton tambi¨¦n me gusta mucho, porque es r¨¢pido en agua y agresivo. Ahora, Fernando quiz¨¢ utiliza mucho la cabeza. En 2005 s¨ª que era combativo, adelantaba muy bien¡ Me emocionaba m¨¢s en esa ¨¦poca¡±.
A pesar de los obst¨¢culos que tendr¨ªa a¨²n que sortear para compartir alg¨²n d¨ªa con Alonso y Hamilton la parrilla de salida, el semblante lampi?o de Roberto sigue albergando con la misma fuerza que cuando era ni?o el sue?o de convertirse en piloto de f¨®rmula?1. ¡°A medida que avanzas te das cuenta de lo dif¨ªcil que es. Espero lograrlo si esta competici¨®n no acaba convirti¨¦ndose en aquello a lo que parece dirigirse: carreras a las que llega gente con dinero y corre. Yo no cuento con ese aval, hablamos de cantidades imposibles. Si yo no estoy ahora en la parrilla de GP2, antesala de la f¨®rmula?1, es precisamente por eso¡±. Un campeonato, el de GP2, donde las estimaciones de coste por piloto superan el mill¨®n de euros cada temporada. ¡°Pero es que tampoco me gusta ese campeonato, ni me inspira correr contra los que participan en ¨¦l¡±, dice Roberto. ¡°En DTM, donde he competido hasta ahora, el nivel medio es m¨¢s alto, incluso, en comparaci¨®n con el nivel medio de la F-1. Y nos pagan por correr, no al rev¨¦s. Si no pensara que llegar¨¦ a ser campe¨®n de f¨®rmula?1 no estar¨ªa dej¨¢ndome la vida en esto¡±.
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