A esa tierra la llam¨® Florida
Hace 500 a?os Ponce de Le¨®n puso un pie en esta pen¨ªnsula y con ¨¦l empez¨® la historia espa?ola y europea en Norteam¨¦rica.
?Sab¨ªa que la bandera de Espa?a ha ondeado en el territorio que hoy es Estados Unidos durante 308 a?os frente a los 237 de la ense?a de las barras y estrellas? Los tres siglos de presencia espa?ola en Norteam¨¦rica fueron una aventura tan extraordinaria como desconocida.
Centr¨¦monos, obviando Canad¨¢ y M¨¦xico, en la tierra que hoy ocupa EE UU. La historia europea del hoy pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo empez¨® cuando Juan Ponce de Le¨®n lleg¨® el 27 de marzo de 1513, hace 500 a?os, a las costas de una pen¨ªnsula que llam¨® Florida por la frescura de su vegetaci¨®n y porque, como hoy, era Domingo de Resurrecci¨®n, D¨ªa de la Pascua Florida.
Ponce fue el descubridor oficial de Florida, pero hoy sabemos que cuando ¨¦l y sus hombres pisaron tierra, despu¨¦s de ser recibidos a flechazo limpio por los indios, encontraron al menos a uno de ellos que chapurreaba el espa?ol. Se cree que hubo una partida de espa?oles que recorri¨® aquella tierra (?1499?) en busca de esclavos.
La bandera de Espa?a onde¨® 308 a?os en el territorio que hoy ocupa Estados Unidos
Repasemos la vida y milagros de Ponce antes de acercarnos a la asombrosa huella de Espa?a en Estados Unidos. En sus Mitos y utop¨ªas del Descubrimiento, el profesor Juan Gil, miembro de la Real Academia Espa?ola, dice que, seg¨²n el cronista de Indias Gonzalo Fern¨¢ndez de Oviedo, Ponce naci¨® ¡°hacia 1474¡±. Otros autores apuntan a 1460. Su lugar de nacimiento pudo ser Santerv¨¢s de Campos (Valladolid) o San Servos (Le¨®n). Guerre¨® en la Reconquista hasta que, en 1493, pas¨® a Indias. Ayud¨® primero a colonizar La Espa?ola y en 1508 conquist¨® la isla de Borinquen, hoy Puerto Rico, de la que fue gobernador.
En 1513 pone proa a la misteriosa isla de Bimini, pero llega a la costa de Florida. Bordea sus cayos y es el primero en enfrentarse a la corriente del Golfo, clave para la navegaci¨®n en los siglos venideros. Ponce no busca la fuente de la juventud. Esta f¨¢bula, como las siete ciudades de C¨ªbola, hechas de oro, ven¨ªa de atr¨¢s. Hubo aventureros que hablaban de ba?os relajantes en una isla paradis¨ªaca, llena de ¨¢rboles, flores y mujeres, por supuesto desnudas. El de 1521 fue su ¨²ltimo viaje. Los indios volvieron a recibirlo con el arco presto. Herido de un flechazo, regres¨® a Cuba para morir en La Habana a los 61 a?os. Su tumba est¨¢ en la catedral de San Juan de Puerto Rico.
Ponce fue el descubridor oficial de Florida, pero no el primero en llegar. Crist¨®bal Col¨®n tambi¨¦n descubri¨® oficialmente Am¨¦rica en 1492. Pero tampoco fue el primero. Seg¨²n el historiador estadounidense David J. Weber, hubo exploradores asi¨¢ticos que llegaron por el estrecho de Bering. Y grupos n¨®rdicos que se instalaron hacia el a?o 1000 en Terranova.
Es verdad que espa?oles fueron los primeros europeos en toparse con el impresionante r¨ªo Misisipi (r¨ªo Esp¨ªritu Santo, lo llamaron), si bien en aquel momento no estaba Hernando de Soto, como siempre se ha escrito, sino uno de sus hombres, ?lvarez de Pineda. El descomunal Gran Ca?¨®n del Colorado (Arizona) tambi¨¦n fue descubierto por espa?oles, aunque entre aquellos no figuraba Francisco V¨¢zquez de Coronado, de quien se ha dicho que fue el primero en verlo: fue una partida que ¨¦l envi¨® bajo el mando de Garc¨ªa L¨®pez de C¨¢rdenas.
San Agust¨ªn, en Florida, es la primera ciudad permanente de EE UU. Fundada por Pedro Men¨¦ndez de Avil¨¦s en el a?o 1565, en su impresionante castillo de San Marcos a¨²n ondea la Cruz de San Andr¨¦s o Cruz de Borgo?a, bandera de Espa?a en el siglo XVI.
Al rebuscar en la historia nos encontramos con tres asentamientos que, aunque no prosperaron, son anteriores a San Agust¨ªn: San Miguel de Guadalupe (1526), Santa Mar¨ªa de Filipino (1559) y Santa Elena (1560), sobre la que Weber dice que sus restos estuvieron hasta finales de 1990 ¡°?bajo el hoyo ocho del campo de golf de los marines estacionados en Parris Island, en Carolina del Sur!¡±.
La investigadora Mar¨ªa Antonia Sainz Sastre (La Florida en el siglo XVI. Exploraci¨®n y colonizaci¨®n; Fundaci¨®n Mapfre) sostiene que Men¨¦ndez de Avil¨¦s ¡°lleva consigo al primer negro libre en la historia de Norteam¨¦rica, Juan Garrido¡±, y que ¡°dispuso de tanta confianza de Felipe II que este le ofreci¨® en 1574 comandar una gran armada para luchar contra los herejes en Flandes y donde fuera necesario¡±. Pero el conquistador muri¨® aquel mismo a?o de tabardillo, una especie de tifus.
San Agust¨ªn desmiente que el Thanksgiving Day, la gran fiesta familiar estado?unidense, proceda de la primera comida de acci¨®n de gracias que hicieron los pioneros ingleses en Plymouth en 1621, al a?o de bajarse del Mayflower. Seg¨²n el historiador de Florida Michael Gannon, la primera misa, celebrada por el padre Francisco L¨®pez de Mendoza, y la primera comida de acci¨®n de gracias fueron en San Agust¨ªn, donde los espa?oles comulgaron y compartieron sus alimentos con los indios. Fue en 1564, 57 a?os antes del Thanksgiving Day.
La gesta espa?ola empieza en Florida y se extiende por el territorio. California, por ejemplo, le debe mucho al conquistador catal¨¢n Gaspar de Portol¨¢ y a fray Jun¨ªpero Serra. El primero, desde los presidios (fortalezas militares), y el segundo, desde sus misiones. Ah¨ª tenemos San Francisco, Los ?ngeles o San Diego. Todo empez¨® con el apoyo de tres grandes hombres: el rey Carlos III, el conde de Aranda y el ministro de Indias Jos¨¦ de G¨¢lvez.
David Farragut, de padre espa?ol, fue el primer almirante de la Armada estadounidense
G¨¢lvez es apellido respetado en EE UU. M¨¢s que nada por el sobrino de Jos¨¦, Bernardo de G¨¢lvez. Al general Washington le hubiera costado ganar la Guerra de Independencia contra los ingleses (1775-1783) si no hubiera sido por la campa?a de este joven brigadier en 1779. Espa?a apoy¨® a los americanos contra una Inglaterra dispuesta a devolver Gibraltar si se manten¨ªa neutral. Seg¨²n el profesor Jos¨¦ Manuel P¨¦rez Prendes, ¡°este dato, que a¨²n hoy sorprende, est¨¢ recogido en documentos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores del a?o 1966¡±.
La intervenci¨®n de G¨¢lvez y su flotilla fue crucial para los patriotas: despej¨® el puerto de Nueva Orleans y tom¨® la mayor base inglesa en el sur, Pensacola. Atraves¨® la bah¨ªa de Mobile bajo el fuego cruzado de los ca?ones enemigos. Lo hizo solo. Nadie m¨¢s se atrevi¨®. Por eso Carlos III le permitir¨ªa m¨¢s tarde llevar el lema ¡°Yo solo¡± en su escudo de armas. La ciudad de Galveston, en Tejas, lleva su nombre.
El menorqu¨ªn Jorge Farragut tambi¨¦n luch¨® en aquella guerra. Acab¨® de comandante del Ej¨¦rcito americano. Y de tal palo, tal astilla. Su hijo David Farragut, ya nacido en EE UU, tuvo un papel extraordinario en la guerra civil (1861-1865) al lado de la Uni¨®n, presidida por Abraham Lincoln, cuando arrebat¨® Mobile Bay y Nueva Orleans a los confederados. Como G¨¢lvez antes, cruz¨® en barco la bah¨ªa mientras bramaba: ¡°?Al carajo los torpedos! ?A toda m¨¢quina!¡±. David Farragut, de sangre espa?ola, fue, nada menos, el primer almirante de la Armada de Estados Unidos.
Por cierto: cuando George Washington jura su cargo como primer presidente de EE UU (Nueva York, 30 de abril de 1789), en la ceremonia, muy bien sentado, est¨¢ el embajador de Espa?a, Diego de Gardoqui.
Curiosa historia la del d¨®lar. Se llam¨® Spanish dollar. A¨²n lleva en su signo las dos columnas de H¨¦rcules. Seg¨²n P¨¦rez Prendes, la moneda es de origen mexicano: al ocupar parte del territorio de la Nueva Espa?a, los gringos exigieron a sus habitantes un peso como tributo. A este impuesto los lugare?os lo llamaron ¡°un dolor¡±.
Y qu¨¦ decir del ¡®cowboy¡¯ americano, que no es sino un trasunto descarado del vaquero espa?ol desde el sombrero del jinete hasta las pezu?as del caballo. Como espa?oles eran el pastoreo, la trashumancia y el propio ganado: vacas, ovejas o cerdos llevados a Am¨¦rica desde las marismas del Guadalquivir. Abramos un diccionario ingl¨¦s: buckaroo (vaquero), sombrero, Spanish saddle (silla de montar), lasso (lazo), bronc (bronco), mustang (meste?o), cinch (cincha), chaps (chaparreras), lariat (la ?reata), hackamore (j¨¢quima, cabestro). Por no hablar de corral, hacienda, plaza o siesta.
?Le sorprende que un pionero americano como Daniel Boone (1734-1820) adoptara la nacionalidad espa?ola y fuera nombrado por un gobernador espa?ol comandante de un distrito de Misuri?
Volvamos al principio: la bandera espa?ola se plant¨® en Florida en 1513 y se arri¨® en 1821, 308 a?os m¨¢s tarde, aunque la inmensa mayor¨ªa de los americanos cree que todo empez¨® con la colonia de Jamestown (Virginia) en 1607. Olvidan que los jesuitas establecieron all¨ª sus misiones 37 a?os antes. No es extra?o: la, por otra parte, magn¨ªfica Enciclopedia Brit¨¢nica, en su entrada sobre la historia de EE UU (Global Edition, 2009), despacha a Ponce con una l¨ªnea; dedica un p¨¢rrafo a Hernando de Soto y un tercero, compartido, a Men¨¦ndez de Avil¨¦s y Coronado. Reconoce como espa?olas San Agust¨ªn y Santa Fe (de Los ?ngeles o San Francisco, ni p¨ªo), y remata el brev¨ªsimo texto con una frase que produce sonrojo: ¡°Pese a estos comienzos, los espa?oles tuvieron poco que ver con el desarrollo inicial de los Estados Unidos¡±.
Dicen los americanos que Espa?a fue al Nuevo Mundo buscando ¡°tres ges¡± (God, gold and glory: Dios, oro y gloria). No est¨¢ mal visto. Pero si conocieran a fondo sus or¨ªgenes europeos, a lo mejor se daban cuenta de que el famoso ¡°sue?o americano¡± empez¨® siendo un sue?o espa?ol.
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