Manel, la resaca del ¨¦xito
Tras Llach y Serrat, esta es la primera banda que cantando en catal¨¢n logra el n¨²mero uno en Espa?a. Un cuarteto que obtuvo toda clase de premios con su segundo disco,?en 2011 Durante un paseo por Barcelona cuentan c¨®mo sobrevivir a la fama
Son las cuatro de la tarde de un viernes. Faltan algo m¨¢s de tres semanas para que se lance Atletes, baixin de l¡¯escenari (atletas, bajen del escenario), el tercer disco de la banda barcelonesa Manel. M¨¢s all¨¢ del t¨ªtulo ¨Csacado de la frase que Constantino Romero pronunci¨® por megafon¨ªa durante la ceremonia de clausura de los Juegos de 1992, cuando, al ritmo de Los Manolos, los deportistas invadieron el escenario del Estadi Ol¨ªmpic, neg¨¢ndose a volver a sus respectivos pa¨ªses convencidos de que en Barcelona la fiesta nunca termina¨C, la portada y el t¨ªtulo del single (Teresa Rampell), poco m¨¢s se sabe.
Manel ya no es el grupo del ukelele, ese cuarteto de gente normal que versionaba a Shakira y Pulp, la banda que lideraba una nueva hornada de grupos que cantaban en catal¨¢n, pero poco ten¨ªan que ver con aquel rock catal¨¤ de Sopa de Cabra o Els Pets que arras¨® en los noventa, envuelto en banderas y subvenciones. Eran exportables, modernos y cosmopolitas (entre sus influencias se citaban bandas como Beirut o Herman Dune). Pero ya entonces al grupo se le ve¨ªa inc¨®modo con aquella nueva y supuestamente favorable etiqueta en la que parec¨ªa caber desde Mishima hasta Ant¨°nia Font. Ellos no ten¨ªan nada en contra de Sau. Descubr¨ªan qui¨¦nes eran Beirut gracias a los periodistas. Tras lograr ser los primeros en 15 a?os ¨Cantes solo lo hab¨ªan conseguido Llu¨ªs Llach y Joan Manuel Serrat¨C que cantando en catal¨¢n alcanzaron el n¨²mero uno en Espa?a con su anterior largo, 10 milles per veure una bona armadura (10 millas para ver una buena armadura), se supon¨ªa que la presi¨®n deb¨ªa ser grande.
Pues nada de eso. Todo indica que les va a costar terminar los deberes a tiempo, pero la banda, que esta vez ha decidido hacerlo todo por su cuenta, pasea tranquilamente por el barcelon¨¦s Parc de l¡¯Escorxador. Mientras, su m¨¢nager nos entrega su iPhone, unos auriculares y un MP3 con cuatro temas ¨Ctres de ellos, a¨²n sin masterizar¨C de los 13 del pr¨®ximo disco. Nos sentamos en un bar cercano para escuchar las nuevas cuatro canciones del grupo que logr¨® que Guardiola ¨Ctal vez, su fan m¨¢s c¨¦lebre¨C se sonrojara cuando le pidieron desde el escenario que renovara por el Bar?a durante un concierto suyo en el Palau de la M¨²sica.
No representamos a nadie m¨¢s que a nosotros. Podemos hablar como individuos, no como banda¡±
Hoy, Manel suena a may¨²scula banda de pop que escribe odas al amor entre John Lennon y Yoko sobre un ligero manto de m¨²sica electr¨®nica (Ai, Yoko), baladas ¨¦picas de imperiales crescendos (Mort d¡¯un heroi rom¨¤ntic) y poderosos singles de ritmo pospunk y estribillos de aquellos que los asistentes a los festivales no se sacan de la cabeza (Teresa Rampell). Temas que les alejan de la senda del folk contempor¨¢nea de sus dos primeros discos. ¡°?Y a los que estaban en el bar les gust¨®, crees?¡±, pregunta Roger Padilla, el guitarrista del combo, el s¨¢bado siguiente, cuando terminamos de tomar un vermut en un bar de la Barceloneta. Antes de poder explicarle que escuchamos los temas con cascos, Roger est¨¢ informando a Mart¨ª May?m¨®, el bajista, de que sus temas sin masterizar sonaron a todo trapo en un bar. ¡°?En serio? ?Qu¨¦ guay! ?Y les gust¨®?¡±, pregunta, mientras procede a informar a Arnau Vallv¨¦, el bater¨ªa. Abandonamos toda intenci¨®n por insistir en la verdad. Intentar convencer a estos cuatro de cualquier cosa se antoja misi¨®n imposible. Empezamos a tomar conciencia de eso la tarde de viernes anterior.
¡°Eso no lo vas a conseguir, ya te lo digo¡ No tenemos intenci¨®n de representar nada m¨¢s all¨¢ de nosotros cuatro. Podemos hablar de pol¨ªtica como individuos, no como banda¡±, informa Roger. Cae el sol sobre un restaurante gallego en el Paral¡¤lel. Entre foto y foto hemos llegado hasta aqu¨ª, y ahora, alrededor de unas cervezas, hemos estado un rato hablando del disco y siendo corregidos por Guillem Gisbert, el cantante. Hasta tres veces nos informar¨¢, con toda correcci¨®n, eso s¨ª, y con vocaci¨®n did¨¢ctica ¨Cestudi¨® Periodismo y lleg¨® a ejercer en la secci¨®n de Deportes de un diario en Andorra¨C, de que ¡°esta pregunta es m¨¢s para el paso del primero al segundo disco, no del segundo al tercero¡±. Pero ahora toca hablar de pol¨ªtica, y mientras con el mismo cuidado con el que se reinicia una central nuclear enunciamos la cuesti¨®n, vemos en sus rostros c¨®mo los cuatro adoptan al un¨ªsono la postura Manel, que no es otra que una pose preparada para anunciar, con toda naturalidad, que no existe tal postura. ¡°Nuestro trabajo es hacer y ense?ar canciones. M¨¢s all¨¢ de esto tenemos opiniones. Mira, al final, cuando quiero ir a un sitio a manifestarme, me gusta ir yo, no le pido a nadie que me acompa?e, ni quiero situarme en primera fila. Hemos ido a sitios, claro, pero siempre a t¨ªtulo personal¡±, apunta Mart¨ª, sentando las bases de un mensaje que sit¨²a a la banda en las ant¨ªpodas de todo.
No quieren ser el Bar?a que despliega un mosaico independentista en el Camp Nou, pero tampoco aspiran a ser el Bar?a que organiza una cena con pe?as en C¨¢ceres. ¡°Jam¨¢s he visto que se nos trate de involucrar en alg¨²n discurso¡±, interviene Guillem. ¡°Desde el principio qued¨® claro que el grupo estaba alejado de los temas pol¨ªticos. Claro que pueden existir bandas con un discurso en este aspecto, pero eso no significa que sus miembros sean animales m¨¢s pol¨ªticos que nosotros. Simplemente, su propuesta art¨ªstica est¨¢ vinculada a eso, y la nuestra, no. Esta asociaci¨®n la pue??des llevar muy lejos y decir que estos t¨ªos, aunque no hablen de Gorbachov, hacen pol¨ªtica. En este sentido, saldr¨¢ lo que saldr¨¢, pero si no vas tan al extremo y miras lo que hacemos, hasta ahora no hemos hecho canci¨®n pol¨ªtica¡ Si tienes m¨¢s preguntas sobre pol¨ªtica, las contestamos¡±. Arnau bebe cerveza y dice: ¡°Yo quiero saber por qu¨¦ a¨²n no hemos escrito un tema sobre Gorbachov. Luego tenemos que hablar sobre esto¡±.
Son m¨¢s de la siete y ahora estamos apostados frente al Tickets, el restaurante de los Adri¨¤. Entre foto y foto, Guillem se acerca algo preocupado y pregunta: ¡°Tengo entradas para una obra de teatro a las ocho y media, ?crees que llegar¨¦ a tiempo?¡±. Le respondemos que si de nosotros dependiera, claro que s¨ª¡ ¡°Esta respuesta no me sirve¡±, apostilla, medio en serio, medio en broma, el hombre que se pas¨® la anterior hora corrigiendo nuestras preguntas y que ahora tampoco parece estar completamente satisfecho con nuestras respuestas.
Son una empresa familiar y no est¨¢n dispuestos a que nada perturbe su existencia. Ni el clima pol¨ªtico, ni la presi¨®n
La ma?ana de s¨¢bado es espl¨¦ndida en la Barceloneta. Son las doce, por lo que la primera cerveza est¨¢ legitimada. Guillem informa de que la obra de teatro no estuvo mal. ¡°Son¨® Tracy Chapman¡±, concluye en su cr¨®nica. Nos sentamos en una mesa del bar Santa Marta y alguien vuelca un vaso. Seguramente habr¨¢ sido Roger, un hombre con aspecto siempre de estar a punto de irse a dormir o de estar reci¨¦n levantado. Guillem, por su parte, es la voz oficial, el discurso elaborado, seductor, algo resabiado y siempre l¨²cido. Mart¨ª, el m¨¢s joven (los dem¨¢s cruzaron la barrera de los 30 el pasado a?o) de estos cuatro que se conocieron en el barcelon¨¦s colegio Costa i Llobera, es el ¨²nico con actividad en redes sociales (¡°utilizo Facebook y Twitter solo para anunciar cosas del grupo, no para interactuar; la gente luego dice que lo hago mal, que debo poner hashtags¡ yo qu¨¦ s¨¦¡±), adem¨¢s de en otro proyecto musical (The Seyhos), mientras Arnau, a pesar de acabar de dejar de fumar, posee un sentido del humor fin¨ªsimo y un estudio (Can Sons) donde la banda ha grabado el disco que saldr¨¢ a la venta el 16 de abril.
Son una empresa familiar y no est¨¢n dispuestos a que nada perturbe su existencia. Ni el clima pol¨ªtico ni la presi¨®n por superar el ¨¦xito de su anterior largo, que despach¨® 10.000 copias en su primera semana y termin¨® 2011 como el und¨¦cimo disco m¨¢s vendido en el pa¨ªs, ni siquiera el hecho de que su primer directo presentando el nuevo ¨¢lbum vaya a ser en el festival Primavera Sound, un evento may¨²sculo que el a?o pasado vivi¨® cierta pol¨¦mica alrededor del papel de los grupos locales en el cartel. El tema da pie a otra maniobra Manel: ¡°No creo que el Primavera nos necesite para nada, y no creo que los organizadores nos pongan ah¨ª para demostrar nada. Antes de anunciar que toc¨¢bamos nosotros ya hab¨ªan vendido m¨¢s entradas que ning¨²n a?o¡±, interviene Guillem, quien tambi¨¦n es esc¨¦ptico con respecto al ¨¦xito de la banda m¨¢s all¨¢ de Catalu?a. ¡°Est¨¢ claro que vendimos la mayor¨ªa de los discos aqu¨ª. Ahora me dicen que colocamos 6.000 en Madrid. La verdad, no s¨¦ si eso es mucho o poco¡±. Le informamos de que es mucho. Da las gracias y sorbe su cerveza, y a la pregunta de si alguna vez ha entrado el grupo en crisis vuelve a aparecer la segunda versi¨®n de la banda. La primera es la que mira de reojo la grabadora y mide cada palabra; la segunda, la que se olvida por completo de que existe la grabadora y se convierten en unos tipos que, como los Faces de Rod Stewart, entran en un bar y¡
Roger. ?No pens¨¢is en las bandas veteranas y os pregunt¨¢is c¨®mo aguantaron tanto?
Guillem. Es que estar en un grupo es una colaboraci¨®n muy intensa, y a veces¡
R. Calla ya, joder¡
G. Somos una empresa muy peque?a. En compa?¨ªas de 250 personas, la gente se oxigena mucho.
Arnau. Bueno, nosotros tenemos d¨ªas en que tampoco nos vemos. Hay otros que deben aguantar a otro cada d¨ªa y no tienen descanso.
Mart¨ª. Hace un tiempo hab¨ªan pasado tres d¨ªas desde que nos hab¨ªamos visto por ¨²ltima vez, y os llam¨¦ para tomar una ca?a. ?Os acord¨¢is?
A. Yo no fui.
G. Como ya no fumas, pensaste: ¡°Estos van a querer salir a la terraza, paso¡±.
M. Ha habido altibajos, pero jam¨¢s hemos pensado en dejarlo, seguro¡
A. A¨²n estamos en la fase en que nos aguantamos.
G. Pensaba que ibas a decir que t¨² s¨ª hab¨ªas pensado en dejar el grupo¡
A. Todav¨ªa no, pero igual ya toca empezar a pensar como esas bandas que duran mucho tiempo. Igual nos toca un a?o sab¨¢tico, ?no?
G. Necesitamos 10 a?os sab¨¢ticos, proyectos en solitario y un disco rematadamente malo.
R. ?El disco malo no era el anterior?
M. Uf, creo que nos salva que lo que hemos hecho realmente malo jam¨¢s lo ha escuchado nadie, ni los corridos mexicanos, ?no?
R. Oye, me estoy deprimiendo¡ ?Qu¨¦ tal si hablamos de pol¨ªtica?
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