Lo que la educaci¨®n es y puede llegar a ser en ?frica
Autores invitados: Ram¨®n Aguadero Miguel y Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez Huerta
Sala de estudio en el Hogar Silo¨¦ (Beira, Mozambique). La orfandad aumenta la vulnerabilidad de los ni?os en los extrarradios de las ciudades africanas. / Foto: R. V¨¢zquez
Ocurre que cada vez somos m¨¢s los docentes e investigadores que nos interesamos, desde diversos enfoques y tem¨¢ticas, por la educaci¨®n, la cultura y las sociedades del continente africano. Educadores de todo tipo, mediante este contacto, hemos descubierto un universo cultural fascinante y atrayente, al tiempo que hemos progresado en nuestra tarea de construir una escuela en claves interculturales, partiendo de la empat¨ªa, el conocimiento y el reconocimiento de los pueblos y las culturas de ?frica. Un modelo de escuela que nos impulsa a seguir construyendo caminos inclusivos en nuestro cotidiano d¨ªa a d¨ªa, y nos llama a preguntarnos por las realidades de un continente insuficientemente conocido, a pesar de su cercan¨ªa geogr¨¢fica.
Pero, aun con la ceguera voluntaria y preventiva autoimpuesta en buena parte de Occidente, ?frica, con sus heterog¨¦neas, vibrantes y complejas sociedades, nos habla e interpela, cuestionando nuestras relaciones y posicionamientos todav¨ªa asim¨¦tricos, tambi¨¦n en el plano educativo. A pesar de ser un continente maltratado por el ego¨ªsmo y la codicia ajenas ¨Ccomo ha escrito uno de los participantes del simposio- o de convertirse, seg¨²n otros, en tierra maldita, a la cabeza en el ranking planetario de muerte ysufrimiento, ?frica emerge, en el siglo XXI, pujante y repleta de vida, energ¨ªa e ilusi¨®n, con un potencial econ¨®mico y humano considerable, aunque tremendamente desigual y vulnerable, y dispuesta con orgullo a encontrar el lugar que, en justicia, le corresponde.
En este escenario contradictorio situamos los procesos educativos en el continente africano. Procesos insertos en unas realidades culturales espec¨ªficas, y sirviendo a unos intereses concretos. La colonizaci¨®n europea supuso la imposici¨®n de unas formas de instrucci¨®n extra?as a las necesidades y a las din¨¢micas sociales del continente, al servicio, como sabemos, de los fines metropolitanos, que nada ten¨ªan que ver con los de sus pobladores originarios. No podemos separar las pol¨ªticas educativas del contexto social, pol¨ªtico y econ¨®mico en el que se desarrollan. Por eso es bueno echar la vista atr¨¢s, debatir qu¨¦ queda hoy de esos viejos sistemas coloniales y, simult¨¢neamente, analizar la evoluci¨®n de las pol¨ªticas educativas en el periodo de post-independencia,pregunt¨¢ndonos cu¨¢les han sido y siguen siendo las razones para que, al comienzo del siglo XXI, y a pesar de los avances, el continente siga mostrando, en t¨¦rminos generales, el menor desempe?o educativo de todo el planeta, en un contexto social de empobrecimiento y vulnerabilidad generalizados.
Escuela San Jos¨¦ (Beira, Mozambique). El acceso a la educaci¨®n de las mujeres es clave para el progreso de las sociedades africanas. / Foto: R. V¨¢zquez
A pesar de los esfuerzos de gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil ¨Cdel norte y del sur-, son todav¨ªa demasiados los desaf¨ªos para que el derecho a la educaci¨®n sea una realidad factible y contribuya en el subcontinente negro a la mejora real de las condiciones de vida de su poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. No podemos negar el esfuerzo que desde el a?o 2000 se ha venido haciendo para facilitar el acceso a la escuela de los ni?os y ni?as africanos; valga como bot¨®n de muestra el siguiente dato: en 1999 hab¨ªa 82 millones de ni?os en las escuelas africanas, y en 2010 la cifra ascend¨ªa a casi 133 millones. Sin embargo, son muchos los retos que restan por cumplir. No s¨®lo para llegar a la universalizaci¨®n de la educaci¨®n b¨¢sica, sino para que ¨¦sta venga acompa?ada de procesos de aprendizaje significativos y perdurables, que contribuyan a la emancipaci¨®n de los educandos, y se realice en las condiciones ambientales id¨®neas, disponiendo de recursos materiales y servicios a la altura de nuestro tiempo y, muy especialmente, contando con personas capaces, voluntariosas, cualificadas y sensibles a los ritmos, formas y modos de vida.
Pero se precisa de bastante m¨¢s, de algo que se olvida con demasiada frecuencia en las agendas nacionales e internacionales. Esto es la imperante necesidad de redefinir, en claves africanas, el discurso neoliberal que marca las pol¨ªticas educativas, ahora que el crecimiento econ¨®mico es la ¡°excusa¡± para poner el acento en la adquisici¨®n de competencias transferibles, b¨¢sicas para la formaci¨®n de una mano de obra que va a estar m¨¢s cualificada que nunca, pero a la que quiz¨¢ le falte esp¨ªritu y an¨¢lisis cr¨ªtico de la realidad. El desaf¨ªo que supone la expansi¨®n de los sistemas educativos subsaharianos, con la progresiva implantaci¨®n de una renovada ense?anza secundaria y universitaria, debe situarse sin olvidar a qu¨¦ finalidades educativas se quiere responder, y en consonancia, qu¨¦ medios se van a utilizar para conseguirlas. Y no s¨®lo nos estamos refiriendo al debate ense?anza p¨²blica/privada en el contexto africano, sino a la contribuci¨®n de la escuela al fomento de la participaci¨®n y la convivencia democr¨¢ticas, as¨ª comoal reforzamiento de unas sociedades civiles mayoritariamente fr¨¢giles y poco vertebradas.
Clase de primaria en la Escuela 25 de junio (Beira, Mozambique). El acceso masivo a la escuelapropicia en muchos casos la dificultad para conseguir aprendizajes significativos y duraderos. / Foto: R. V¨¢zquez
Ninguna pol¨ªtica educativa tendr¨¢ sentido en la perspectiva del derecho de las personas y de los pueblos si no contribuye a la mejora de las condiciones de vida de los sectores depoblaci¨®n m¨¢s vulnerables. Sin embargo, la desigualdad socioeducativa crece en ?frica al mismo ritmo que su econom¨ªa. Estamos planteando, por tanto, la necesidad de centrar el debate educativo en la equidad. Buena parte de los sistemas educativos de los pa¨ªses subsaharianos, a pesar de los esfuerzos realizados, siguen siendo d¨¦biles. Una debilidad manifestada en falta de infraestructuras escolares, con notables carencias formativas de un profesorado novel que, adem¨¢s de ser insuficiente, cuenta con poca capacidad de gesti¨®n, y grandes dificultades en la adaptaci¨®n de los curr¨ªculos a las necesidades de los educandos y a las culturas locales; a ello se suman las trabas a la participaci¨®n real de las comunidades, en especial en la toma de decisiones, no s¨®lo su implicaci¨®n en la construcci¨®n de escuelas. Debilidades que inciden especialmente en los grupos sociales m¨¢s vulnerables.
Y es que, la desigualdad socioeducativa campa a sus anchas por todo el ?frica negra, y cada vez se abre m¨¢s la brecha en las oportunidades, en el aprovechamiento y en las posibilidades de mejora social en funci¨®n de los factores de desigualdad, hace tiempo detectados por la UNESCO. La combinaci¨®n de varios factores de desventaja, tales como el nivel de renta, la localizaci¨®n geogr¨¢fica, la etnia, el sexo, las discapacidades, los conflictos, la orfandad, etc., disminuye exponencialmente las posibilidades de alcanzar unos niveles de educaci¨®n que realmente empoderen a los mencionados grupos sociales. Esta debilidad, real y tangible, para implementar pol¨ªticas educativas que, insertas en otras m¨¢s amplias e integrales, pongan en el centro de su fin y misi¨®n las necesidades de los ¨²ltimos, est¨¢ propiciando lo que nosotros denominamos darwinismo educativo, al favorecer a los mejores, y s¨®lo a ¨¦stos ¨Cpor situaci¨®n social, econ¨®mica, las propias aptitudes personales, etc.- y marginar a¨²n m¨¢s a los que ya lo est¨¢n. En este asunto no podemos olvidar la necesidad de mayores esfuerzos por la promoci¨®n socioeducativa de las mujeres africanas que, silenciosamente, se han convertido en el sustento real de muchas familias y de las econom¨ªas de subsistencia del continente.
Mas las soluciones son complejas y han de ser repensadas en cada contexto, ya sea ¨¦ste regional, nacional o local. Se trata de reinventar o ampliar los sistemas educativos, teniendo en cuenta condicionantes culturales, pol¨ªticos y de financiaci¨®n. Remarcando el peso que est¨¢ teniendo la ideolog¨ªa neoliberal en la formulaci¨®n y en la financiaci¨®n de las pol¨ªticas educativas en un momento hist¨®rico din¨¢mico, en el que la situaci¨®n y el papel de las "¨¢fricas" est¨¢ cambiando. La presencia de las potencias emergentes, el propio desarrollo econ¨®mico africano, la influencia de la situaci¨®n econ¨®mica mundial, la especulaci¨®n financiera sobre activos africanos, la inestabilidad creciente en el Sahel, los efectos del cambio clim¨¢tico, etc., dibujan un panorama plural de complejidad creciente, con m¨²ltiples y novedosas situaciones, as¨ª como de perspectivas para abordarlas. Panorama que nos muestra la heterogeneidad de posibilidades, opciones y ritmos en las diferentes regiones y pa¨ªses del continente.
Este entramado sociopol¨ªtico es el marco en el que se sit¨²an las realidades educativas africanas. Su an¨¢lisis nos obliga a interrogarnos sobre unas sociedades en cambio, nos conecta con el resto del mundo globalizado y desde ah¨ª trastoca nuestros planteamientos educativos. Acercarnos al continente expone la radical complejidad del momento presente, abriendo novedosas perspectivas para entender y profundizar en el cambio de ¨¦poca que estamos viviendo. Finalmente, mirar a ?frica cuestiona nuestras pr¨¢cticas, educativas y ciudadanas, y nos interpela sobre el papel de la escuela y la educaci¨®n en el siglo XXI. Creemos que merece la pena ampliar el an¨¢lisis de la pedagog¨ªa cr¨ªtica desde lo que ?frica, las "¨¢fricas", est¨¢n viviendo y aportando. No como mero ejercicio de racionalidad ilustrada, sino como ejemplo de reflexi¨®n compartida para la acci¨®n transformadora y emancipadora encaminada hacia el logro de un mundo m¨¢s humano, m¨¢s libre, m¨¢s justo y m¨¢s solidario.
A esto ¨²ltimo queremos contribuir con la realizaci¨®n del Simposio Educaci¨®n y desarrollo en ?frica. Historia y actualidad, continuando la senda de estudio y trabajo abierta por las revistas Historia de la Educaci¨®n. Revista Interuniversitaria, que dedic¨® el monogr¨¢fico de 2011 a Los sistemas educativos de ?frica al filo de la descolonizaci¨®n. Continuidades y rupturas, y Foro de Educaci¨®n, cuyo monogr¨¢fico de 2012 llev¨® por t¨ªtulo ?frica ante la Educaci¨®n. S¨®lo queda invitar a participar a todos aquellos que siguen apostando por la apasionante tarea de educar(nos) pensando en (y desde) los ¨²ltimos.
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