El enigma de la magnitud del paro juvenil
El c¨¢lculo del ¨ªndice de desempleo de los m¨¢s j¨®venes es irreal y crea confusi¨®n
Pocas cifras alarman m¨¢s a espa?oles y extranjeros que la regularmente publicada de un desempleo juvenil superior al 50 por ciento. Los extranjeros, en concreto, sin poder creerse el dato, se sorprenden de que el pa¨ªs se muestre tan pac¨ªfico y que no prendan las protestas. La verdad es que el ¨ªndice de desempleo de quienes tienen entre 16 y 24 a?os probablemente se sit¨²e en menos de la mitad de la cifra oficial.
Eurostat, la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n Europa, utiliza dos medidas para calibrar el desempleo juvenil: la primera se calcula teniendo en cuenta a todos los que constituyen la poblaci¨®n activa de ese grupo de edad (es decir, los empleados y los que buscan activamente trabajo) y se conoce con el nombre de ¡°tasa¡±; a la segunda, que incluye a todos los j¨®venes, se la denomina ¡°ratio¡± de desempleo. La primera f¨®rmula situaba el ¨ªndice de desempleo juvenil espa?ol en el 53 por ciento a finales de 2012 (tres veces m¨¢s que en 2007, en el punto culminante del boom econ¨®mico) y el segundo indicador (la ratio), m¨¢s cercano a la realidad, en el 22 por ciento.
La cifra del 53 por ciento (57 por ciento en marzo) es irreal y, adem¨¢s, crea confusi¨®n, ya que es la ¨²nica que se difunde. Incluye, pero sin que se sepa en qu¨¦ medida, a quienes est¨¢n terminando su educaci¨®n secundaria, a universitarios y a estudiantes de formaci¨®n profesional, aunque en sentido estricto ninguno de ellos forme parte de la poblaci¨®n activa (el denominador utilizado para calcular el desempleo). En el caso de los adultos (los mayores de 24 a?os), el c¨¢lculo s¨ª tiene sentido, ya que, en general, este grupo s¨ª ha terminado su educaci¨®n, pero no en el de los menores de 24 a?os, que en su mayor¨ªa siguen estudiando.
A finales de 2012, el n¨²mero de j¨®venes de entre 16 y 24 a?os era de 4,1 millones, de los cuales, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, 1,7 formaban parte de dicha poblaci¨®n activa en la definici¨®n com¨²nmente aceptada. Dicho de otro modo, s¨®lo el 41 por ciento de este grupo de edad estaba trabajando o buscando trabajo, y casi un 90 ciento de los desempleados o de los que buscaban trabajo (2,4 millones) eran estudiantes (2,1 millones). El resto eran mujeres dedicadas exclusivamente al hogar y ¡°ni-nis¡±, los que ni estudian, ni trabajan ni buscan empleo.
Por razones que la propia Eurostat sabr¨¢, este organismo utiliza una definici¨®n irreal del ¨ªndice de desempleo juvenil, aunque no de la tasa de desempleo general del conjunto del pa¨ªs (situada actualmente en el 27 por ciento). El numerador de esta f¨®rmula para calcular el ¨ªndice de desempleo juvenil lo integran los desempleados, incluyendo estudiantes que buscan empleo, y el denominador, los ocupados y desempleados. La f¨®rmula que, en mi opini¨®n, habr¨ªa que utilizar para calibrar adecuadamente el desempleo juvenil deber¨ªa incluir en el denominador al numeroso grupo de estudiantes que entra y sale del mercado laboral con gran volatilidad dependiendo del ciclo econ¨®mico.
Hoy est¨¢n en paro la mayor¨ªa de los que abandonaron prematuramente las aulas durante el ¡®boom¡¯ econ¨®mico
En Espa?a, la brecha entre la ratio y la tasa de desempleo juvenil era de 31 puntos en 2012: la m¨¢s elevada de la Uni¨®n Europea despu¨¦s de la de Grecia. En Alemania, esa brecha entre la ratio y la tasa es min¨²scula, y ambos indicadores son muy reducidos (est¨¢n por debajo del 10 por ciento). En Espa?a, la brecha refleja otros dos graves problemas: la todav¨ªa muy elevada tasa de abandono escolar prematuro (25 por ciento en 2012, frente al 33 por ciento de 2007) y la precariedad del mercado laboral (m¨¢s de un cuarto de los contratos son temporales, frente a alrededor de un tercio en 2007). Hoy est¨¢n en paro la mayor¨ªa de los que abandonaron prematuramente las aulas durante el boom econ¨®mico espa?ol para trabajar en la construcci¨®n.
Del mismo modo que la tasa de paro juvenil es irreal ¡ªy su difusi¨®n produce alarma, contribuyendo a la nueva ¡°leyenda negra¡± del fracaso de Espa?a¡ª, la cifra total de paro espa?ol, que lo sit¨²a en 6,2 millones, no responde a la realidad, y con esto no pretendo negar el profundo problema de desempleo del pa¨ªs. Si a esos 6,2 millones se le restan las m¨¢s de 2 millones de personas de entre 16 y 24 a?os que est¨¢n estudiando pero que, seg¨²n la definici¨®n de Eurostat, se cuentan (aunque no sepamos en qu¨¦ magnitud) como paradas, el n¨²mero de desempleados en Espa?a rondar¨ªa los 4 millones, todav¨ªa un alt¨ªsimo 19 por ciento de tasa de desempleo pero lejos del 27 por ciento.
El Gobierno se queja de que los medios de comunicaci¨®n, los analistas y las instituciones internacionales tratan injustamente a Espa?a. Eurostat, por el bien de la Uni¨®n Europea, y el Gobierno espa?ol, por razones de transparencia, dar¨ªan un gran servicio p¨²blico si publicaran regularmente tanto la tasa como la ratio de desempleo, poniendo as¨ª fin a una distorsi¨®n de la realidad y a esa nueva leyenda negra de fracaso espa?ol.
William Chislett es investigador asociado del Real Instituto Elcano y su pr¨®ximo libro sobre Espa?a ser¨¢ publicado por Oxford University Press en julio.
Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo.
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