M¨¢s y mejores docentes para todos
1.700.000 nuevos docentes ser¨ªan necesarios para atender a los 61.000.000 de ni?os y ni?as que no reciben educaci¨®n primaria en todo el mundo. Aunque la falta de maestros se concentra fundamentalmente en el continente africano, donde el d¨¦ficit es de m¨¢s de 1.000.000 de docentes, el problema tambi¨¦n se extiende a las naciones m¨¢s ricas y opulentas del planeta.
La situaci¨®n se torna mucho m¨¢s grave cuando se observa que los maestros y maestras en ejercicio, tanto en el Norte como en el Sur, ven deteriorarse sus condiciones de trabajo, mientras sus perspectivas de estabilidad en los cargos se vuelven inciertas y su reconocimiento social se desvanecerse bajo una lluvia de acusaciones que, sin demasiadas pruebas, les imputan la responsabilidad plena sobre todos los males que se ciernen en el futuro de nuestras naciones.
Casi todas los pa¨ªses del mundo est¨¢n de una forma u otra en crisis, sea por dirigirse de manera certera al abismo econ¨®mico y social o, contrariamente, por estar en una expansiva onda de crecimiento. Aqu¨ª y all¨¢, cuando se pretende explicar por qu¨¦ una naci¨®n est¨¢ en problemas, la causa fundacional suele atribu¨ªrsele a la educaci¨®n y, dentro de ella, a los docentes, quienes, por su falta de visi¨®n estrat¨¦gica, de formaci¨®n acad¨¦mica, por su alta politizaci¨®n o, simplemente, por su defensa de los derechos laborales que deber¨ªan protegerlos, son incriminados como uno de los factores m¨¢s estructurales de las crisis existentes. Nada de lo que hace un maestro parecer¨ªa merecer reconocimiento p¨²blico. Una simple revisi¨®n de las noticias de educaci¨®n que aparecen en cualquier peri¨®dico del mundo podr¨ªa comprobarlo. El ataque a los maestros se realiza hoy con munici¨®n pesada, desmoralizando a los que ejercen la docencia y, naturalmente, desalentando a los que podr¨ªan animarse a ejercerla.
Estamos, pues, en problemas. Faltan maestros y maestras en todo el mundo. Y los que tenemos no parecen estar a la altura de los desaf¨ªos con que nos interpela el futuro.
Estos son algunos de los asuntos abordados en las numerosas actividades que componen la Semana de Acci¨®n Global ¡°Todo ni?o y ni?a necesita un maestro", promovida por la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n (CME)y replicada en los diversos continentes por diversas organizaciones de defensa de la escuela p¨²blica.
?Qu¨¦ est¨¢ en juego?
La falta de docentes y la desvalorizaci¨®n del ejercicio profesional de la docencia son temas que merecen un tratamiento espec¨ªfico, pero est¨¢n estrechamente relacionados. En efecto, ambas son din¨¢micas que comprometen el cumplimiento y el ejercicio del derecho humano a la educaci¨®n. Tener derecho a la educaci¨®n supone, entre otros factores, pero fundamentalmente, tener acceso a escuelas que dispongan de docentes. Estar fuera de la escuela o tener acceso a instituciones que no cuentan con docentes, es una evidente violaci¨®n del derecho a la educaci¨®n. Al mismo tiempo, acceder a instituciones educativas que no cuentan con profesionales debidamente formados, as¨ª como el ataque sistem¨¢tico que sufren los docentes por parte de los sectores que mayor poder tienen en la sociedad, son factores que tambi¨¦n limitan e interfieren directamente en el ejercicio del derecho a la educaci¨®n en aquellos ni?os y ni?as que s¨ª acceden a la escuela. Un problema que, como es obvio, alcanza de forma m¨¢s directa a las familias m¨¢s pobres, devaluando el enorme esfuerzo que ellas realizan para aumentar las oportunidades educativas de sus hijos.
El d¨¦ficit docente es una de las m¨¢s claras evidencias del abandono educativo que viven algunas naciones, lo que no es otra cosa que un testimonio de la sistem¨¢tica violaci¨®n de los derechos humanos sufridos por millones de personas en todo el planeta.
La ¡°crisis docente¡±, esto es, la fat¨ªdica combinaci¨®n existente entre la falta de profesionalizaci¨®n magisterial y la desvalorizaci¨®n p¨²blica del ejercicio de la docencia, deja al descubierto uno de los componentes que operan en la reproducci¨®n de las desigualdades educativas y la segmentaci¨®n de los sistemas escolares. En efecto, aunque la desprofesionalizaci¨®n es ¡°generalizada¡± y a ¡°todos" los docentes se los acusa de ser incompetentes, los ni?os y ni?as m¨¢s pobres (aquellos que antes estaban fuera del sistema escolar, pero ahora asisten a la escuela) sufren de manera mucho m¨¢s directa los efectos de esta crisis: tienen menos oportunidades de aprendizaje y son estigmatizados por asistir a los centros que ocupan los lugares inferiores en los ranking o clasificaciones que hoy se utilizan para jerarquizar y tipificar las instituciones educativas. La euforia por la evaluaci¨®n que atraviesa todos los pa¨ªses, no hace otra cosa que poner en evidencia que los pobres asisten a escuelas en los que el rendimiento academico de alumnos y docentes es bajo, mientras que los ricos asisten a escuelas ricas, en las que el rendimiento es casi siempre bastante m¨¢s alto que el de los centros escolares donde estudian los m¨¢s pobres. Un verdadero ¡°descubrimiento¡± que deber¨ªa revolucionar la pedagog¨ªa, pero que sirve b¨¢sicamente para que los due?os del poder y la palabra (pol¨ªticos, empresarios, portavoces de la fe y comunicadores de masas) se encarguen de decir que esto es culpa de los docentes y de las propias familias (los pobres se desinteresan por la educaci¨®n de sus hijos, mientras los ricos la valorizan e invierten en ella).
¡°La docencia: una profesi¨®n bajo asedio¡±
La descripci¨®n corresponde nada menos que al Director General de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), Guy Rider, quien, pocos meses atr¨¢s, as¨ª defini¨® la situaci¨®n de los maestros y maestras en todo el mundo. Las razones: la falta de docentes, el deterioro de las condiciones de trabajo, las limitadas opciones de formaci¨®n magisterial, la desigualdad de g¨¦nero (en el trato y oportunidades dadas a las docentes), la desvalorizaci¨®n salarial y la falta de est¨ªmulos para dedicarse a la profesi¨®n de ense?ar. ¡°Las personas no perciben la ense?anza como una profesi¨®n atractiva, y muchos docentes de hecho la abandonan¡±, se?al¨® Rider el 3 de octubre del 2012, v¨ªspera del D¨ªa Mundial de los Docentes. Adem¨¢s, sostuvo que es grave la violaci¨®n a los derechos sindicales docentes en muchos pa¨ªses del mundo.
Una investigaci¨®n del Institute for the Study of Labor (IZA), Teachers¡¯ Salaries in Latin America: How Much Are They (Under or Over) Paid? (Los salarios docentes en Am¨¦rica Latina: ?cu¨¢nto son (sobre o sub) remunerados?), documenta de manera precisa y rigurosa el deterioro salarial docente en los pa¨ªses de la regi¨®n. El trabajo, realizado por Alejandra Mizala y Hugo ?opo, pone en evidencia que:
- Aunque hay grandes diferencias nacionales, los docentes latinoamericanos est¨¢n mal pagados.
- Los docentes latinoamericanos tienen niveles de formaci¨®n m¨¢s altos y salarios m¨¢s bajos que muchas otras profesiones y especialidades t¨¦cnicas. En algunos casos, la brecha salarial es muy significativa.
- Los docentes con niveles de formaci¨®n m¨¢s altos son ¡°penalizados¡± con niveles salariales proporcionalmente m¨¢s bajos. Esto es, a medida que los docentes aumentan su nivel de cualificaci¨®n y ascienden en la escala magisterial, m¨¢s se ampl¨ªa la brecha salarial que los diferencia de otras profesiones.
El deterioro de las condiciones de trabajo docente no se limitan a la desvalorizaci¨®n del salario, como han puesto evidencia las diferentes investigaciones y foros organizados por la Red de Estudios sobre el Trabajo Docente (ESTRADO), coordinada por la Dalila Andrade Oliveira, profesora de la Universidad Federal de Minas Gerais y una de las mayores especialistas internacionales sobre el tema. Una tendencia que confirman hoy organismos como la OCDE, el BID y el Banco Mundial, aunque, particularmente este ¨²ltimo, persista en proponer malas soluciones para un ya viejo problema. En efecto, con su persistente falta de perspicacia para los problemas que sufren los m¨¢s pobres, el Banco Mundial propone superar la crisis docente con pol¨ªticas salariales diferenciadas (que no har¨¢n m¨¢s que empeorar las condiciones educativas de las escuelas de sectores populares); sistemas de evaluaci¨®n y jerarquizaci¨®n de dudosa eficacia (que profundizar¨¢n la segmentaci¨®n y la diferenciaci¨®n escolar); adem¨¢s de su evidente desprecio y criminalizaci¨®n de las organizaciones sindicales que luchan por los derechos del magisterio.
Sea como fuera, la ¡°crisis docente¡± no se limita a los pa¨ªses m¨¢s desiguales y pobres del planeta. Tambi¨¦n se expresa con claridad en aquellas naciones desarrolladas y ricas, aunque desiguales e injustas. De hecho, la existencia y persistencia de la ¡°crisis docentes¡± no puede explicarse por la diferencia entre naciones ricas y pobres, sino por la diferencia entre naciones socialmente justas o injustas. De tal forma, pa¨ªses como Espa?a, Portugal, Estados Unidos, Italia y naturalmente Grecia, evidencian que el aumento de la injusticia social impacta negativamente en la escuela p¨²blica y, en particular, en sus docentes, quienes ven tambalearse sus empleos, sufren la disminuci¨®n salarial y el deterioro progresivo de sus condiciones de trabajo.
El reciente informe de UNICEF, Bienestar infantil en los pa¨ªses ricos: un panorama comparativo, brinda numerosos elementos para comprender c¨®mo se ha intensificado la pobreza infantil en algunas de las naciones m¨¢s desarrolladas y c¨®mo esto ha impactado en un empeoramiento de las condiciones de garant¨ªa del derecho a la educaci¨®n de los ni?os y ni?as mas pobres.
As¨ª las cosas, y m¨¢s all¨¢ de las especificidades, la ¡°crisis docente¡± es un patrimonio de casi todas las naciones del mundo.
La Semana de Acci¨®n Global ¡°Todo ni?o y ni?a necesita un maestro¡± nos ofrece la oportunidad de poner en la agenda p¨²blica un debate serio y riguroso acerca de c¨®mo superar esta crisis. Las recomendaciones y exigencias de la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n son pertinentes y viables. Adem¨¢s, diversas organizaciones, como la secci¨®n espa?ola de la CME y la Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n (CLADE), complementan esta agenda global con demandas espec¨ªficas que corresponden a las particularidades de una crisis docente que se extiende con impulso por toda Iberoam¨¦rica.
Quedan muchos desaf¨ªos por delante. Quiz¨¢s, la mejor forma de asumirlos es reconocer que si Ud. est¨¢ leyendo esto, es porque alguna vez una maestra o un maestro le ense?¨® a leer. Porque en una escuela, muy probablemente p¨²blica, Ud. aprendi¨® no s¨®lo a leer este peri¨®dico, sino a interpretar el mundo. Porque entre todas las personas que contribuyeron a que Ud. se torne la persona que es, con seguridad, algunos docentes ejercieron una influencia muy grande. Quienes lo ayudaron a esto, quienes lo acompa?aron en algunos de los momentos m¨¢s importantes de su vida, fueron, entre otros, un conjunto de profesionales dedicados al magisterio. Seguramente, ellos ten¨ªan muchos defectos y enormes limitaciones, como los tienen los docentes que hoy educan a nuestros hijos. Sin embargo, hoy como ayer, los maestros y maestras exigen nuestro reconocimiento y el inalienable respeto a sus derechos. No me parece que est¨¦n pidiendo demasiado.
Creer que los docentes son un obst¨¢culo para solucionar la crisis del sistema educativo ha hecho fracasar decenas de leyes y propuestas de reforma escolar. Esto es algo que el actual ministro de educaci¨®n espa?ol, Jos¨¦ Ignacio Wert, deber¨ªa aprender de la experiencia latinoamericana.
Valorizar el trabajo magisterial, mejorar las oportunidades de formaci¨®n y brindar buenas condiciones para el ejercicio de la docencia en todas las escuelas, multiplicar la participaci¨®n de los docente en el dise?o de las pol¨ªticas educativas, invertir m¨¢s y mejor en la educaci¨®n, incrementando los muy desvalorizados salarios de quienes se dedican a ella, son algunas de las acciones urgentes y necesarias que deberemos emprender si queremos hacer del derecho a la educaci¨®n una pr¨¢ctica efectiva.
?Sin profes no hay escuela!, dice el lema de la Campa?a. Y lo dice, porque sin escuelas no hay futuro.
Desde Madrid
"Todo ni?o y ni?a necesita un maestro: Acabar con el d¨¦ficit de maestros preparados" - Documento de la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n y la Internacional de la Educaci¨®n. (2013)
"Take a Stand for Teachers" - Declaraci¨®n de Guy Rider, Director General de la OIT, en el D¨ªa Mundial de los Docentes. (5 de octubre de 2012)
"?Sin profes no hay escuela!" Video de la Semana de Acci¨®n Global - http://www.cme-espana.org/
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.