?D¨®nde est¨¢ su dinero?
¡°Mi dinero se ha evaporado. Todos dicen que est¨¢, pero nadie puede probarlo¡±
En diciembre del a?o pasado dediqu¨¦ esta columna a contar c¨®mo la Agencia Tributaria espa?ola me hab¨ªa quitado todos mis ahorros por un error. Desde entonces, la Agencia se ha negado a aplazar, revisar o corregir cualquier posible deuda. Que sea un error, es irrelevante. He realizado pagos certificados por m¨¢s de 14.500 euros. He ido personalmente a mi delegaci¨®n ocho veces. Y la pesadilla a¨²n no termina.
Despu¨¦s de que el banco embargara mis ahorros, pens¨¦ que al menos cerrar¨ªa el tema y yo ir¨ªa recuperando mi dinero a cuenta de impuestos futuros. Pero s¨²bitamente una revista donde escribo me inform¨® que no pod¨ªa pagarme por mis art¨ªculos. La revista hab¨ªa recibido una notificaci¨®n de embargo. La Agencia Tributaria le reclamaba todo lo que me debiese a m¨ª.
Mi dinero se ha evaporado. Todos dicen que est¨¢, pero nadie puede probarlo¡±
Una vez m¨¢s, armado con todos mis papeles, volv¨ª a la delegaci¨®n y mir¨¦ el tema con un funcionario. En efecto, hab¨ªa un error. Mi dinero s¨ª fue retirado de mi cuenta de ahorros, pero no lleg¨® a la Agencia Tributaria. Yo lo hab¨ªa perdido todo, pero mi acreedor no lo hab¨ªa recibido. Seg¨²n Hacienda, la culpa era de mi banco.
Mi banco es portugu¨¦s, algo que no precisamente me llena de confianza. Ha cambiado de nombre tres veces desde que trabajo con ¨¦l. Y va cerrando una sucursal tras otra. Muchas veces he pensado sacar mi dinero de ah¨ª, pero al final me he dicho: ¡°?Qu¨¦ podr¨ªan hacer? ?Desaparecer mis ahorros?¡±.
Pues eso han hecho. Seg¨²n Hacienda, mi dinero est¨¢ en una cuenta junto con el de otros embargados, pero el banco no especifica qu¨¦ cantidad es de cada qui¨¦n, de modo que Hacienda no da por cancelada mi deuda. Nadie me dice el n¨²mero de esa cuenta. De hecho, nadie me ha dado un papel certificando que realmente est¨¢ ah¨ª. Tengo el n¨²mero de tel¨¦fono de un inspector de Hacienda y unas cifras escritas a l¨¢piz en un papel. Pero nadie me ha proporcionado ninguna garant¨ªa. Mi dinero se ha evaporado. Todos dicen que est¨¢, pero nadie puede probarlo.
Aun as¨ª, el d¨ªa que fui a Hacienda me tranquilic¨¦. El funcionario se puso en contacto con el banco y levant¨® el embargo de mis clientes. Me asegur¨® que mi problema quedar¨ªa resuelto una vez que se mirase bien esa cuenta misteriosa. La revista que me deb¨ªa pagos recibi¨® el levantamiento y anunci¨® que me pagar¨ªa. Dos semanas despu¨¦s, para tranquilizarme, el funcionario de la Agencia Tributaria me llam¨® por tel¨¦fono de nuevo, repitiendo que todo estaba arreglado.
?Creen que mi problema se solucion¨®?
Yo tambi¨¦n lo cre¨ª.
Pero al d¨ªa siguiente de esa llamada, la citada revista volvi¨® a recibir un embargo de Hacienda. Por la misma cantidad. Por el mismo tema que se supon¨ªa que estaba resuelto. Esta vez, Hacienda simplemente se equivoc¨®.
Ahora mis clientes empiezan a pensar que soy un estafador. Y yo, al momento de escribir este art¨ªculo, a¨²n no cobro. En la Agencia Tributaria me piden disculpas y me aseguran que lo arreglar¨¢n. Pero mientras lo hacen, siguen embarg¨¢ndome.
Para el banco y Hacienda es el negocio perfecto. Ellos no pierden. El banco puede consignar en sus balances de los ¨²ltimos cinco meses un dinero que nadie mueve. Y Hacienda me sigue cobrando. El ¨²nico perjudicado soy yo. En consecuencia, he dejado de tener claro c¨®mo funciona el sistema. Si hubiese defraudado impuestos, me habr¨ªa beneficiado de una amnist¨ªa fiscal. Como no lo hice, mi cuenta est¨¢ vac¨ªa. Resulta confuso.
Hace unas semanas, cuando se decret¨® el corralito en Chipre, el ministro de Econom¨ªa espa?ol, Luis de Guindos, se apresur¨® a salir en los medios de prensa para afirmar que ¡°los ahorros de los espa?oles est¨¢n seguros¡±. Me alegra saber que est¨¢n seguros, se?or ministro. Y ya que estamos, ?me podr¨ªa decir d¨®nde est¨¢n? Ya que la Agencia Tributaria y mi banco no lo saben, ?no sabr¨¢ usted, se?or ministro, d¨®nde est¨¢ mi dinero, si es tan amable?
Y usted, querido lector, lleno de confianza en su banco y en su Estado, ?se ha preguntado exactamente d¨®nde est¨¢ el suyo?
Twitter: @twitroncagliolo
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