Primarias a toda prisa
El proceso abierto en el PSOE andaluz nace condicionado por premuras no explicadas
En Espa?a hay muy poca tradici¨®n de elecciones primarias. La apuesta por este sistema para designar al pr¨®ximo candidato socialista a la Junta de Andaluc¨ªa deber¨ªa haber sido la ocasi¨®n de demostrar deseos de transparencia y de renovar la encorsetada vida pol¨ªtica espa?ola. No son esas las impresiones que transmite el desencadenamiento del proceso en la organizaci¨®n andaluza, caracterizado por una extra?a precipitaci¨®n.
Ninguna ley ni estatuto obliga a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n a aclarar a qu¨¦ viene anunciar un d¨ªa la renuncia a un nuevo mandato ¡ªcuando le quedan te¨®ricamente casi tres a?os¡ª y lanzar a las 24 horas el proceso de sucesi¨®n. Sea por tacticismos o por una raz¨®n no confesada, hay que lamentar la oportunidad perdida para que la pol¨ªtica demuestre a los ciudadanos su intenci¨®n de renovarse, que no es una mera cuesti¨®n de edades de las personas.
Antes al contrario, el actual presidente de la Junta de Andaluc¨ªa toma por sorpresa a sus adversarios y a casi todos sus correligionarios y, sin dejar el control del partido ¡ªquiere seguir siendo secretario general del PSOE andaluz¡ª, desencadena un proceso de sucesi¨®n orientado hacia la Junta. Los aspirantes socialistas al m¨¢ximo puesto pol¨ªtico de la comunidad aut¨®noma tienen que buscarse, en 15 d¨ªas, los avales necesarios para pasar el corte, fijado en un m¨ªnimo del 15% de la militancia (unas 6.800 personas). Dif¨ªcil mover a tanta gente en tan escaso tiempo sin un apoyo muy trabajado del aparato partidista.
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Es evidente la ventaja que este procedimiento otorga de salida a Susana D¨ªaz, n¨²mero dos de Gri?¨¢n, que ha dedicado toda su vida pol¨ªtica a la organizaci¨®n y cuenta con el apoyo de los jefes de siete de los ocho aparatos provinciales. M¨¢s complicado lo tiene Luis Planas, quien carece de protecciones similares y ha de fiarlo todo al peso de su cualificaci¨®n profesional y pol¨ªtica. El tercero en liza, Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, alcalde de Jun (Granada), da ocasi¨®n a probar si el activismo en las redes sociales constituye raz¨®n bastante como para conquistar la confianza de los militantes y la de los electores.
La sucesi¨®n de un jefe pol¨ªtico implica una lucha por el poder. Hacerlo a trav¨¦s de primarias supone importar una f¨®rmula de Estados Unidos, usada parcialmente en algunos pa¨ªses europeos, y aplicarla a un contexto muy diferente del original. Es una ventaja respecto a la cooptaci¨®n pura y dura utilizada por casi todas las m¨¢quinas partidistas, pero puede dejar heridas, como la que provoc¨® la confrontaci¨®n entre Joaqu¨ªn Almunia y Josep Borrell, que termin¨® mal para ambos: Borrell gan¨® las primarias, pero hubo de renunciar a ser candidato, y Almunia acab¨® perdiendo las elecciones frente a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
No hay signos externos de lucha fratricida en Andaluc¨ªa, ni falta que hace: lo que se necesita son propuestas, debates abiertos y no dejar escapar la oportunidad de mejorar la democracia interna.
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