Un cuerpo para el ¨¦xito
David Gandy es uno de los pocos modelos masculinos a la altura de sus colegas femeninas Revela el secreto de su ¨¦xito: convertirse en su propia marca
Suena Parlami d¡¯amore Mari¨´, interpretada por Mario De Sica. Un hombre de belleza herc¨²lea se sumerge en las aguas de Capri ataviado con un Speedo blanco. Le sigue una mujer. ?l la besa y le desanuda la parte superior del biquini. Claqueta y fundido a negro. Hablamos del spot publicitario de la fragancia Light Blue, de Dolce & ?Gabbana. Y hablamos de David Gandy, un modelo que, parafraseando a Melanie Griffith en Armas de mujer, posee un cuerpo para el pecado y una mente para los negocios. Porque este brit¨¢?nico, nacido seg¨²n su agencia en 1980, ha sabido exprimir el ¨¦xito de la campa?a dirigida por Mario Testino en 2007 y sus dos versiones posteriores hasta convertirse en uno de los pocos hombres que pueden competir con sus colegas femeninas en t¨¦rminos econ¨®micos y de popularidad. Un doble logro dentro de una industria que hoy apuesta por tiernos efebos sobre la pasarela y grandes estrellas de Hollywood para sus anuncios.
Solo el a?o pasado, Gandy protagoniz¨® 23 portadas de revistas internacionales. ¡°La moda es como cualquier otro sector. El objetivo final es vender. Y yo, como modelo, me vendo a m¨ª mismo. La clave est¨¢ en saber hacerlo: convertirte en tu propia marca y trabajar en su desarrollo¡±, explica.
La marca David Gandy da trabajo directo a seis personas: un publicista, un relaciones p¨²blicas, un jefe de comunicaci¨®n, un responsable de redes sociales, el booker o agente y el propio modelo. Una microempresa en toda regla, equiparable en dimensiones al 41% de las pymes espa?olas, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. El brit¨¢nico recuerda que las top models funcionan con esta estructura desde hace d¨¦cadas: ¡°Han sido muy inteligentes a la hora de definir sus est¨¢ndares laborales. Desfilar no es neurocirug¨ªa, pero hay que profesionalizarse¡±.
La brecha que separa a hombres y mujeres en este sector responde en primer lugar, y seg¨²n Gandy, al mayor peso de la moda femenina. ¡°Pero la actitud de algunos de los m¨¢s ?j¨®venes, desesperados por tener visibilidad, solo empeora las cosas. Dicen s¨ª a todo ¨Crebajando los honorarios y las condiciones¨C y no se dan cuenta de que en esta profesi¨®n es casi m¨¢s importante a qu¨¦ dices no¡±, sentencia.
El equipo de Gandy gestiona no solo su saturada agenda de sesiones de fotos, desfiles y rodajes, sino tambi¨¦n otros productos que refuerzan su imagen y su econom¨ªa. ?Adem¨¢s de su web, sus cuentas de Facebook y ?Twitter, hace tres a?os el modelo decidi¨® lanzar su propia aplicaci¨®n para m¨®viles y tabletas: David Gandy Style Guide for Men. Un proyecto que surge, seg¨²n cuenta, para dar respuesta a las miles de dudas estil¨ªsticas que sus segui?dores le formulan digital y ?anal¨®gicamente. Gajes y privilegios de ser elegido el hombre m¨¢s elegante del mundo por la revista GQ.
¡°La mayor parte de los hombres est¨¢n bastante perdidos: ?cu¨¢l es la diferencia entre un traje de dos o de tres botones? Para que consuman moda es imprescindible explic¨¢rsela, y eso es lo que yo pretendo¡±, argumenta.
Ir¨®nicamente, el modelo y embajador en la Semana de la Moda Masculina de Londres se define como un ¡°anti fashion victim¡±. Ignora deliberadamente las tendencias y hace gala de ello. Sus iconos de estilo son Steve McQueen y Paul Newman. ¡°Dos hombres que primaban la comodidad y vest¨ªan de una forma pragm¨¢tica¡±, adem¨¢s de dos fan¨¢ticos de la velocidad, como el propio Gandy.
Quiz¨¢ en su naturalidad resida la clave de su inter¨¦s como prescriptor. Una condici¨®n que no ha pasado desapercibida para medios como New York Magazine o GQ, que le han invitado a escribir en sus p¨¢ginas. Gandy disfruta y potencia esta nueva faceta. Despu¨¦s de 13 a?os protagonizando editoriales de moda, sabe que ha llegado el momento de traspasar los m¨¢rgenes de las fotograf¨ªas. Su objetivo, seg¨²n admite, es convertirse ¡°a medio plazo en director creativo¡±.
Mientras tanto, colabora con diversos proyectos de la firma de moda Dolce & ?Gabbana ¨Ccuyos responsables han sido noticia recientemente por una condena por evasi¨®n de impuestos que han anunciado que recurrir¨¢n. Y sigue construyendo su propia marca. En enero lanz¨® una nueva aplicaci¨®n: ?David Gandy ?Fitness and Training, donde comparte pautas para conseguir un cuerpo como el suyo. Mantener siempre a punto su herramienta de ?trabajo tiene un coste energ¨¦tico y social. Asegura que a partir de las 22.30 es m¨¢s f¨¢cil encontrarle sobre una bicicleta est¨¢tica que apostado en la barra de una glamurosa fiesta.
Una evasi¨®n m¨¢s que una renuncia para el brit¨¢nico, que se confiesa un adicto al deporte desde que estudiaba ¡°inform¨¢tica y arquitectura multimedia¡± en la Universidad de Essex. Fueron sus compa?eros de clase quienes inscribieron a Gandy en el concurso televisivo que, como en un buen guion hollywoodiense, le abri¨® las puertas del mundo de la moda.
Pero no todo es negocio (ni pasarela) en la vida de Gandy. El modelo dirige una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro para ni?os en peligro de exclusi¨®n, a la que ha llamado, haciendo gala de sobrado sentido del humor, Acero Azul: el nombre de la mirada que Ben Stiller hizo famosa en Zoolander, su gran parodia del mundo de la moda.
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