Liberadas

Esta entrada ha sido escrita por Bel¨¦n de la Banda.

Libres. Liberadas. Entre l¨¢grimas de alegr¨ªa y emoci¨®n escuch¨¦ ayer la noticia de que las cooperantes de M¨¦dicos sin Fronteras regresaban a casa despu¨¦s de casi dos a?os de cautiverio. El secuestro m¨¢s largo de espa?oles en la historia. Y con seguridad el secuestro de algunos de los mejores espa?oles en la historia. El 13 de octubre de 2011, dos mujeres profesionales y comprometidas estaban colaborando para mitigar el inmenso sufrimiento de miles de personas refugiadas en Dadaab. Su secuestro nos hizo conscientes del valor de su trabajo y de la terrible situaci¨®n en el Cuerno de ?frica.

Cuando pienso en el sufrimiento inenarrable y al mismo tiempo evidente de Blanca y Montserrat, y de sus familias en este tiempo, y en todo el trabajo que tendr¨¢n que hacer para recomponer sus vidas, vuelvo a sentir un nudo en la garganta. Una situaci¨®n como ¨¦sta pone a prueba a las familias y las organizaciones hasta l¨ªmites insoportables. Y cuando se alargan en el tiempo, es necesario tener unos valores a prueba de bomba para resistir.

No estamos acostumbrados a que estas cosas nos ocurran. Espa?a ha sido un pa¨ªs debutante en la cooperaci¨®n, y el sector se ha profesionalizado muy tarde con respecto a otros pa¨ªses de nuestro entorno. El riesgo est¨¢ ah¨ª, porque las situaciones en las que trabajan no son en absoluto f¨¢ciles. Pero se toman medidas de protecci¨®n sensatas, y se trabaja de forma eficaz y lo m¨¢s seguras posible. Y si algo he apreciado a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os en distintos pa¨ªses de ?frica y Am¨¦rica Latina es la enorme calidad humana y profesional de nuestros cooperantes. Personas con carreras, idiomas, especializaciones t¨¦cnicas, y con unos valores a prueba de todo, que renuncian a muchas cosas para trabajar en algo que tiene sentido y merece la pena. Para solucionar problemas reales que afectan a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n del mundo.

Blanca, Montse y sus compa?eros de profesi¨®n son los referentes morales que estamos necesitando en estos tiempos de incertidumbre y desconfianza. Despu¨¦s del primer abrazo de estas mujeres valiosas con sus familias, nuestra sociedad deber¨ªa buscar el modo de que sientan tambi¨¦n nuestro abrazo, para agradecer el esfuerzo ¨ªmprobo y valioso de un trabajo que les ha llevado a esta situaci¨®n extrema. Porque personas como ellas hacen que nuestro pa¨ªs y nuestro mundo sean mejores.