Solidaridad entre canastas
Con cada viaje dejamos atr¨¢s prejuicios y somos un poco m¨¢s sabios. Eso es lo que le pas¨® al jugador de la NBA Ricky Rubio al convivir con chicos senegaleses que participan en un proyecto de la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto Aqu¨ª rememora aquella experiencia en primera persona
Siempre quise viajar a ?frica. Otro continente, otra cultura, otras costumbres y otro estilo de vida muy diferente al que conocemos en Europa y en Estados Unidos. Como jugador profesional de baloncesto he participado en actividades destinadas a ayudar a personas necesitadas o enfermas, sobre todo ni?os, tanto en Espa?a, mientras jugu¨¦ en el Joventut y en el Barcelona y cuando sigo haci¨¦ndolo con la selecci¨®n espa?ola, como en Estados Unidos.
Todo va muy deprisa en la vida de un deportista de ¨¦lite. Cuando ten¨ªa 14 a?os debut¨¦ en la Liga ACB con el Joventut. Pas¨¦ a jugar con y contra jugadores a los que admiraba, con los que so?aba competir. Fue el caso de Pau Gasol, con el que compart¨ª equipo por primera vez con la selecci¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn. Luego fich¨¦ por el Barcelona, con el que consegu¨ª ganar la Euroliga en Par¨ªs. A los 21 a?os reci¨¦n cumplidos dej¨¦ la ciudad donde nac¨ª, El Masnou, para irme a Minnesota y debutar en la NBA.
No hay d¨ªa, semana, mes o a?o en el que un deportista no se marque objetivos y retos. No todo es ¨¦xito, triunfos o decepciones. A veces, como me pas¨® en marzo de 2012, una acci¨®n fortuita e inesperada te puede llevar a replantearte muchas cosas. Aquel d¨ªa me lesion¨¦ en un partido contra los Lakers, y desde entonces, y durante nueve largos meses, mi objetivo se centr¨® en recuperarme por completo. Lleg¨® a haber d¨ªas en que no me sent¨ªa jugador. Iba siempre un segundo m¨¢s lento. Pero al fin, con el paso del tiempo, consegu¨ª volver a coger confianza y a comprobar que la rodilla operada volv¨ªa a responderme. Afortunadamente, la vida de un deportista tambi¨¦n deja espacio para pensar en otras ilusiones. Precisamente cuando hac¨ªa como un mes que hab¨ªa vuelto a las canchas, en enero, cuando en Minnesota el fr¨ªo es todav¨ªa m¨¢s intenso de lo que all¨ª ya es habitual, tuve la ocasi¨®n de empezar a darle vueltas a una idea.
Fue entonces, el pasado enero, cuando mi amigo Jorge Garbajosa vino a visitarme a Minnesota. Ten¨ªamos que hablar de asuntos relacionados con la selecci¨®n espa?ola, con la que disputar¨¦ el Campeonato de Europa en septiembre. Jorge me coment¨® que ¨¦l estaba viajando mucho y que acababa de regresar precisamente de ?frica, donde la Federaci¨®n Espa?ola lleva a cabo un proyecto que ayuda a escolarizar y atender a unos 300 ni?os en un barrio de Dakar llamado Hann Bel Air. Quedamos en que me pasar¨ªa m¨¢s informaci¨®n sobre este tema. As¨ª lo hizo, y as¨ª empez¨® la que iba a ser mi primera experiencia africana.
Regres¨¦ a Espa?a en mayo, una vez finalizada la temporada en la NBA, y tras unos d¨ªas de descanso viajamos hasta Senegal. No sab¨ªa qu¨¦ me esperaba all¨ª. Al llegar al aeropuerto de Dakar observ¨¦ que es una ciudad totalmente diferente de las numerosas que he tenido oportunidad de visitar. Encontr¨¦ a muchos ni?os por las calles, algunos de ellos enfermos, e infraestructuras precarias, pese a que me explicaron que Senegal ha experimentado un notable desarrollo durante los ¨²ltimos a?os.
Me mostraron c¨®mo funciona la Casa Espa?a, el Centro para la Formaci¨®n Integral en el que la Federaci¨®n costea las necesidades b¨¢sicas de 300 de esos ni?os; cuida de su formaci¨®n, salud y alimentaci¨®n, y les inicia en la pr¨¢ctica del deporte. Pienso que ellos me reconoc¨ªan por los p¨®steres que tienen colgados all¨ª. Son chicos con una alegr¨ªa especial, una sonrisa que no sabr¨ªa muy bien c¨®mo definir. Es¡ diferente, contagiosa, transparente, natural. Me dio la sensaci¨®n de que Casa Espa?a supone para ellos un refugio. All¨ª se les ayuda a superar dificultades y a trabajar para el futuro. Se les brinda, adem¨¢s de la escolarizaci¨®n, un plan de salud y prevenci¨®n, un centro m¨¦dico de atenci¨®n primaria y un comedor social.
Fui a ense?arles un poco de baloncesto, pero ellos me ense?aron m¨¢s a m¨ª que yo a ellos¡±
El deporte, el baloncesto en concreto, es un estupendo veh¨ªculo transmisor de valores y una herramienta que puede ayudar a transformar la realidad social de cualquier ni?o. Jugu¨¦ unos buenos ratos con ellos, todo lo que pude durante los cuatro d¨ªas que pas¨¦ en Senegal. Como me hablaban en franc¨¦s, idioma que no domino muy bien, tambi¨¦n tuve ocasi¨®n de aprender de ellos. Me ense?aron varias frases. Y cosas mucho m¨¢s importantes. Ellos lo comparten todo. Te dan todo su cari?o, te invitan a comer con ellos, y no creo que sea porque puedan ver en m¨ª a un jugador de la NBA. Actuaron del mismo modo con mi amigo Albert Guinart, que me acompa?¨® en ese viaje.
Un d¨ªa nos llevaron a la vivienda de una de las ni?as que acude a Casa Espa?a. La estancia, no en muy buenas condiciones, ten¨ªa tres habitaciones para acoger a 25 personas, toda su familia¡ padres, hermanos, t¨ªos, primos. Por m¨¢s que me lo hubiera avisado Jorge, algunas de las cosas que ves all¨ª, inevitablemente, te emocionan. Sus abrazos, su agradecimiento por compartir su d¨ªa a d¨ªa, su capacidad de luchar¡ Se supon¨ªa que yo fui a ense?arles un poco de baloncesto, pero ellos me ense?aron mucho m¨¢s a m¨ª que yo a ellos. En Espa?a y en Estados Unidos tambi¨¦n he tenido la ocasi¨®n de apoyar a chicos que lo necesitan. Pero aquellos cuatro d¨ªas en ?frica han supuesto para m¨ª una lecci¨®n inolvidable. Tambi¨¦n tuve oportunidad de patear las calles, de visitar alg¨²n mercado y viajar a la isla de Gorea, desde donde se aprovisionaba de esclavos a Estados Unidos y otras colonias hasta bien entrado el siglo XIX. Afortunadamente, con el esfuerzo de mucha gente, el mundo ha cambiado, y debe seguir cambiando.
De regreso a Espa?a volv¨ª a mi actividad. Particip¨¦ en mi Campus, que ya lleva cinco ediciones y que esta vez se ha celebrado en Amposta. Al mismo tiempo he trabajado y sigo trabajando para ponerme lo m¨¢s en forma posible. El Eurobasket con Espa?a se aproxima y, pese a algunas bajas muy importantes como las de Pau Gasol, Navarro o Felipe Reyes, Ibaka o Mirotic, nos hemos propuesto alcanzar el t¨ªtulo por tercera vez consecutiva, algo que muy pocas selecciones han conseguido. El list¨®n est¨¢ muy alto. Pero nos motiva m¨¢s. Lo mismo sucede con la NBA, donde mi objetivo es completar una buena temporada y que los Timberwolves mejoremos nuestros resultados. Mientras uno contin¨²a so?ando con seguir creciendo y mejorar los ¨¦xitos deportivos, nunca olvidar¨¦ a mis amigos de Dakar, aquellos ni?os y ni?as a los que espero volver a ver pronto y que quiz¨¢ gracias al baloncesto sigan teniendo motivos para sonre¨ªr como hac¨ªan durante los d¨ªas que compartimos entre canastas.
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