El club de los gamberros
Sin euro no hay Europa, como ha dicho Angela Merkel; pero sin democracia, lo que quedar¨ªa ser¨ªa lo contrario de Europa
El club es muy estricto sobre el comportamiento de los aspirantes, pero una vez dentro se olvida de los criterios de entrada y permite que sus socios desatiendan los compromisos y se comporten como gamberros. Los criterios est¨¢n en la Carta de Derechos Fundamentales de 2007, consagrados legalmente en el Tratado de Lisboa, y son ¡°los principios de libertad, democracia, respeto por los derechos humanos y Estado de derecho¡±. Se les conoce tambi¨¦n con el nombre de Criterios de Copenhague, porque fueron las condiciones impuestas por la UE en 1993 para abrir las puertas a los nuevos miembros tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn.
Veinte a?os despu¨¦s de colocar el list¨®n, ahora se comprueba que son numerosos los socios que no pasar¨ªan el examen o sacar¨ªan notas dudosas. As¨ª lo ha revelado un estudio realizado por Demos, un think tank con sede en Londres, por encargo del grupo socialdem¨®crata del Parlamento Europeo, que lleva como expresivo t¨ªtulo La democracia en Europa no est¨¢ garantizada para siempre, en el que se intenta medir los retrocesos democr¨¢ticos en el conjunto de la UE.
Como era previsible, los nuevos socios del centro y del este de Europa se sit¨²an en lo m¨¢s bajo de la tabla, mientras que entre los socios de la UE anteriores a 1993, aunque siguen obteniendo mejores notas en la evaluaci¨®n, se registran retrocesos evidentes y un extendido malestar entre los ciudadanos sobre la calidad de sus democracias.
Los dos pa¨ªses peor situados son Bulgaria y Ruman¨ªa, alumnos que se colaron sin suficientes m¨¦ritos en el examen de entrada; y los que m¨¢s han retrocedido son Hungr¨ªa, debido sobre todo a la legislaci¨®n y a los comportamientos del partido Fidesz en el poder, y Grecia, donde el crecimiento de una extrema derecha xen¨®foba se suma al desempleo alt¨ªsimo, la corrupci¨®n, la agitaci¨®n social y la desafecci¨®n pol¨ªtica. Seg¨²n Demos, la crisis econ¨®mica y las pol¨ªticas de austeridad ¡°alimentan el nacionalismo rampante, el euroescepticismo y el extremismo pol¨ªtico¡±, pero son fen¨®menos anteriores que se pueden localizar tambi¨¦n en pa¨ªses fundadores de la UE.
Espa?a no se halla entre los que sacan peores notas en ninguna de las cinco dimensiones analizadas (procedimientos electorales, derechos y libertades, tolerancia de las minor¨ªas, ciudadan¨ªa activa, satisfacci¨®n con la democracia) e incluso las obtiene destacadas en respeto a las minor¨ªas, aunque retrocede en procedimientos electorales y derechos fundamentales y libertades.
Demos propone una bater¨ªa de medidas para controlar y frenar los retrocesos democr¨¢ticos en la UE. Sin euro no hay Europa, como ha dicho Angela Merkel; pero sin democracia, lo que quedar¨ªa ser¨ªa lo contrario de Europa, la anti-Europa ya experimentada por nuestros padres y abuelos, y que es lo m¨¢s pr¨®ximo a la barbarie que hemos conocido en nuestra historia reciente.
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