C¨®mo vivir mejor sin depender del euro
Por Miguel Yasuyuki Hirota, experto en monedas sociales
?No has pensado en mejorar la calidad de tu vida sin tener que ganar m¨¢s euros? ?Sabes que puedes crear una moneda que se comprometa a contribuir a tu comunidad? Aunque parezca una idea quijotesca existen miles de experiencias que humildemente han constatado que es posible vivir mejor sin depender del euro.
Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero en el mundo en cuanto a bancos de tiempo, con 313 experiencias contabilizadas a lo largo del territorio en junio pasado. Adem¨¢s Galicia dispone de una ley que favorece su creaci¨®n a escala municipal. Seg¨²n este modelo los socios ofrecen servicios (jardiner¨ªa, cuidado a los ni?os o a los mayores) o ense?an algo (como inform¨¢tica e ingl¨¦s) a otros socios y cobran horas que pueden ser gastadas para pedir otros servicios o clases. Cualquier servicio se cotiza por hora independientemente de su naturaleza, lo que hace posible los intercambios justos y solidarios.
Pero hay muchos m¨¢s modelos que los bancos del tiempo y LETS: desde 2003 funciona Chiemgauer en Baviera (Alemania), una moneda que se emite cuando se deposita el euro. El 3% del euro ingresado se destina a un proyecto social que elige cada consumidor y se gasta esta moneda en comercios locales como equivalente del euro. La comisi¨®n del 5% al cambiar el Chiemgauer en euro anima a que haya m¨¢s transacciones entre comercios locales, estimulando as¨ª la econom¨ªa local adem¨¢s de aportar un ingreso adicional a los proyectos sociales. Adem¨¢s la oxidaci¨®n (p¨¦rdida paulatina del valor del billete) impide que se atesore este dinero, lo que acelera la circulaci¨®n de este medio regional de intercambio.
Hay otras experiencias respaldadas tambi¨¦n por dinero oficial como?SOL-Violette en Toulouse (Francia), que promueve los comercios locales de productos social y ecol¨®gicamente responsables. Por otra parte Bristol Pound en Bristol (Reino Unido) y Expronceda en Almendralejo (Badajoz) fortalecen la econom¨ªa local por favorecer productos locales.
Argentina tiene una experiencia abrumadora en clubes de trueque que permitieron que millones de sus ciudadanos pudiesen sobrevivir durante la crisis que culmin¨® en 2002. Por aquel entonces hab¨ªa ferias en todas partes del pa¨ªs donde se ofrec¨ªa una gran variedad de productos (alimentos, jabones, ropas, libros) y donde no se aceptaba el peso argentino sino el vale denominado ¡°cr¨¦dito¡±. La pr¨¢ctica del trueque se traslad¨® a Fortaleza (Cear¨¢, Brasil) donde un banco comunitario, Banco Palmas, emite un bono s¨®lo v¨¢lido dentro del Conjunto Palmeiras y en algunos comercios de barrios cercanos, lo que contribuye al desarrollo local.
El mundo empresarial tambi¨¦n ha desarrollado experiencias similares. El caso m¨¢s relevante es el Banco WIR que opera para Pymes desde 1934. Este banco cooperativo ofrece pr¨¦stamos en WIR, una moneda s¨®lo aceptada entre las empresas socias, a tasa de inter¨¦s m¨¢s baja que el franco suizo. Participan una sexta parte de todas las Pymes suizas, por lo que se establecen relaciones econ¨®micas m¨¢s rec¨ªprocas, y se mueve un total de 4.000 millones de francos suizos. En los ¨²ltimos a?os se han fundado dos iniciativas similares en Espa?a tambi¨¦n: Trocobuy para Espa?a y Portugal y RES Catalunya, sucursal catalana de RES que opera en B¨¦lgica desde 1995.
Todas estas experiencias comparten el objetivo com¨²n de tener un medio de intercambio con reglas de juego m¨¢s justas que las del dinero oficial. En este blog presentar¨¦ aspectos fundamentales de nuestro sistema monetario en contra de la sostenibilidad, propuestas de reforma monetaria y tambi¨¦n experiencias de moneda social que nos demuestran que otra econom¨ªa es posible.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.