?Participaste en el PARK(ing) Day?
Paga el parqu¨ªmetro y no aparques el coche. Convierte la plaza de p¨¢rking en un jard¨ªn. Bajo esta consigna el 20 de septiembre pasado centenares de personas ocuparon una plaza de p¨¢rking en muchos lugares del mundo para convertirla por un d¨ªa en parque p¨²blico u otro espacio social. La iniciativa se repite cada a?o desde el 16 de noviembre de 2005 cuando Rebar, un estudio de arte, dise?o y ecolog¨ªa de San Francisco, ocup¨® una plaza de p¨¢rking en el centro de la ciudad y la transform¨® en ¡°un parque por unas horas¡±. ?Y si los p¨¢rkings fueran de nuevo espacio p¨²blico?
Con ello se propuso invitar a los ciudadanos a repensar la manera c¨®mo se utilizan las calles, a promover el debate sobre las infraestrucuras urbanas y a levantar la voz de alarma sobre la necesidad de recuperar el espacio p¨²blico. Al poner en entredicho el uso actual se busca empoderar a la ciudadan¨ªa para que entre todos redefinamos lo p¨²blico de manera que sirva realmente a las necesidades y los intereses generales.
M¨¢s de uno y de dos suscribir¨ªamos sin problemas las palabras de Matthew Passmore, uno de los directores de Rebar: ¡°Los urbanitas en el mundo entero son conscientes de la necesidad de una nueva manera de concebir las ciudades. Las estrategias antiguas nos han tra¨ªdo embotellamientos, poluci¨®n, mala salud y no reflejan los valores contempor¨¢neos, no son sostenibles.¡±
Esa lejana primera instalaci¨®n del 2005 dur¨® s¨®lo 2 horas, el tiempo m¨¢ximo que permit¨ªa el parqu¨ªmetro ocupar una plaza de p¨¢rking. Los promotores quer¨ªan llamar la atenci¨®n sobre la paulatina desaparici¨®n en las ciudades de lugares donde descansar, relajarse o simplemente no hacer nada. En concreto en el centro de San Francisco el 70% del espacio exterior est¨¢ pensado y ocupado por el veh¨ªculo privado.
La foto de esa acci¨®n, la misma que aparece en este post, circul¨® r¨¢pidamente por internet por lo que Rebar empez¨® a recibir peticiones para reproducir la misma instalaci¨®n en otros lugares del mundo. El estudio decidi¨® que era mejor promover un proyecto de c¨®digo abierto y crearon un manual para que quien quisiera pudiera replicarlo a su manera.
La celebraci¨®n del PARK(ing) Day ha crecido de manera exponencial desde el 2005. En el evento de 2011, el ¨²ltimo del que se tiene registro, se organizaron 975 instalaciones en 162 ciudades de 35 pa¨ªses repartidos por los 5 continentes. Con los a?os ha ido creciendo el n¨²mero de implicados pero tambi¨¦n el alcance de las propuestas. Muchos convierten la plaza de p¨¢rking en un parque de un solo d¨ªa a imitaci¨®n y semejanza de los creadores, pero muchos otros han innovado.
Los hay que han montado un hospital gratuito de un solo d¨ªa, han plantado huertos urbanos de poner y quitar, han convocado minicongresos pol¨ªticos, han abierto y cerrado en el mismo d¨ªa un taller gratuito de reparaci¨®n de bicicletas. Hubo incluso quien organiz¨® su boda en una plaza de p¨¢rking durante un PARK(ing) day. Para los promotores esta variedad de propuestas revela el poder de los proyectos de c¨®digo abierto. La apertura permite a los organizadores locales detectar las necesidades espec¨ªficas de su comunidad y utilizar el evento para llamar la atenci¨®n al respecto.
La idea ha viajado m¨¢s all¨¢ de los individuos, de los grupos comunitarios y de los estudios de dise?o para introducirse en los cartapacios municipales. El Ayuntamiento de San Francisco, cuna de la iniciativa, ha creado el programa Parklet, por el que empresas, grupos e individuos pueden transformar plazas de p¨¢rking en peque?os parques o espacios abiertos al p¨²blico. En el 2010 se inaugur¨® el primero y en enero del 2013 hab¨ªa ya 38 desperdigados por toda la ciudad. En Nueva York han creado, inspirados por el PARK(ing) Day, el programa Pop up caf¨¦, que ofrece a las cafeter¨ªas la posibilidad de ¡°invadir¡± las plazas de parking vecinas para instalar all¨ª sus terrazas.
Y t¨², ?participaste en el PARK(ing) day? En este mapa de Google puedes localizar el que se organiz¨® m¨¢s cerca de ti hace tan s¨®lo unos d¨ªas.
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