Financiaci¨®n y desorden

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, ha decidido plantear a su partido de forma abierta la necesidad de una reforma en profundidad de la financiaci¨®n auton¨®mica. Si hace una semana la reuni¨®n de la direcci¨®n del PP qued¨® marcada por la onda expansiva de las peticiones de Alicia S¨¢nchez-Camacho, presidenta del partido en Catalu?a, la jornada de ayer recibi¨® el impacto de la reclamaci¨®n de Gonz¨¢lez para que se pacte una nueva financiaci¨®n antes de tres meses, y que ese modelo ¡°acabe con las injusticias y las incoherencias¡± del actual.

Para intentar aplacar esta revuelta de los barones, el presidente del Gobierno les dijo ayer que la revisi¨®n del sistema se har¨¢ a lo largo de 2014, tras la reforma fiscal y ¡°para todos y con todos¡±. Por su parte, la secretaria del partido, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, a?adi¨® que los cambios en el sistema de financiaci¨®n se har¨¢n ¡°cuando sea posible hacerlo, no en medio de una crisis, sino en una situaci¨®n de crecimiento¡±.

Al ser Madrid una de las autonom¨ªas que m¨¢s aportan ¡ªal tiempo que ve reducidos sus ingresos¡ª los intereses de Gonz¨¢lez tienen algo en com¨²n con los del presidente catal¨¢n, Artur Mas, aunque este maquilla su pol¨ªtica de recortes envolvi¨¦ndola en una cruzada contra el Gobierno de Espa?a. Dicho lo cual, asiste a Gonz¨¢lez toda la raz¨®n al reclamar un r¨¢pido enfoque de la discusi¨®n sobre la financiaci¨®n auton¨®mica, sin fiar esa discusi¨®n a mejores tiempos econ¨®micos. Si est¨¢ legalmente previsto que el modelo debe revisarse en 2014, entonces hay que hacerlo y deber¨ªa empezar a discutirse con todas las comunidades afectadas cuanto antes. Eso s¨ª, no en una reuni¨®n interna del PP (esta vez con un debate cara a cara), sino en el seno de la conferencia de presidentes auton¨®micos y en el Senado.

Es cierto que la profundidad de la crisis, el insospechado alcance del desaf¨ªo soberanista catal¨¢n y la estrechez de los m¨¢rgenes de la Hacienda central configuran el sudoku financiero auton¨®mico como una operaci¨®n tan o m¨¢s dif¨ªcil que la enhebrada en la anterior revisi¨®n del sistema. Pero eso no exime a los gobernantes de su deber de gobernar.

De modo que las razones legales ¡ªla ley est¨¢ ah¨ª para cumplirla¡ª y las cifras que esgrime prestan asistencia al Ejecutivo madrile?o en su petici¨®n a Rajoy y a su ministro de Hacienda, que resuelve la papeleta de la asignatura con un escasamente imaginativo ¡°no toca¡±. Gonz¨¢lez sostiene que la financiaci¨®n auton¨®mica per c¨¢pita discrimina negativamente a los madrile?os, y se ampara para ello en la comparaci¨®n con Catalu?a. Debe tener tambi¨¦n en cuenta algunas ventajas del ¡°efecto capitalidad¡±: la recaudaci¨®n de las grandes empresas es tributaria de su sede territorial. Junto a esas ventajas, es cierto que Madrid tiene gastos derivados de la capitalidad, y que todo ello debe tenerse en cuenta en este debate urgente que es necesario ordenar.