Mis padres me esp¨ªan
La vida digital de los adolescentes es cada vez m¨¢s activa. Por eso, m¨¢s de la mitad de los progenitores han instalado alg¨²n programa para vigilarlos.
No niegue la evidencia. Sus hijos se manejan infinitamente mejor que usted en Internet. Da igual que se dedique a la ingenier¨ªa inform¨¢tica, ellos se lo llevar¨¢n por delante. Cuesti¨®n generacional, de intuici¨®n, de ser un nativo digital¡ ll¨¢melo X.
Y dicho esto, perm¨ªtanos angustiarlo un poco m¨¢s con la siguiente estad¨ªstica proveniente de Estados Unidos, pero que sospechamos extrapolable a cualquier pa¨ªs del mundo: tres cuartas partes de los adolescentes esconden a sus padres su conducta digital. Este dato procede de una encuesta realizada por la compa?¨ªa estadounidense de seguridad McAfee. Lo que ocultan los chicos es muy variado, desde visitas a p¨¢ginas porno hasta conversaciones con desconocidos en chats. Tambi¨¦n las consultas a Google desde el m¨®vil para copiar en un examen.
¡°Si no puedes con tu enemigo, ¨²nete a ¨¦l¡±, esa es la filosof¨ªa de Mar¨ªa Carmona (42), madre de Cristina (13). Un d¨ªa, una amiga le alert¨® de que su hija hac¨ªa muchas fotos con el tel¨¦fono que luego ¡°colgaba en alg¨²n lugar¡±. As¨ª fue como Mar¨ªa descubri¨® Instagram, se abri¨® una cuenta y supo que la ni?a ten¨ªa m¨¢s de mil seguidores. ¡°Yo misma no sab¨ªa qu¨¦ hacer, por un lado, 1.000 seguidores es demasiado para una ni?a de 13 a?os. Por otro, sus fotos eran buenas, tiene una sensibilidad que yo no quer¨ªa matar. As¨ª que le propuse que siguiera con Instagram, pero que me dejara acompa?arla¡±. Con este acuerdo han firmado una tregua. La ni?a tambi¨¦n tiene una cuenta de Facebook que su madre ha asociado a su direcci¨®n de email, as¨ª que recibe todas las notificaciones de su actividad.
La vida digital de los adolescentes, cada vez m¨¢s activa y fuera de control, es motivo de grandes conflictos familiares. Los chicos reclaman su derecho a la intimidad, y los padres¡ bueno, la mitad de los padres han instalado alg¨²n tipo de software para espiar el comportamiento en Internet de sus hijos, y el 44% conoce las contrase?as para acceder a sus cuentas de las redes sociales. Solo en Estados Unidos, el 60% de los adultos escudri?an el Facebook de sus hijos (son casi siempre las madres), seg¨²n una encuesta de la compa?¨ªa de software de seguridad online AVG Technologies, que entrevist¨® a 4.400 padres con hijos de entre 14 y 17 a?os de 11 pa¨ªses. El 16% de los chicos han tenido que aceptar a uno de sus padres como amigo en Facebook como condici¨®n para que les permitieran entrar en la red. Sin embargo, un rebelde y nada despreciable 35% de los adolescentes simplemente ¡°ignora¡± la solicitud de amistad de sus padres (Kaplan Test realizado a 2.300 adolescentes). Y as¨ª est¨¢n las cosas. Si nunca fue f¨¢cil lidiar con la hormona adolescente, con Internet, el asunto adquiere dimensiones c¨®smicas y globales. Literalmente.
Una noche, Isabel, madre de Ana, de 15 a?os, entr¨® al ba?o mientras su hija se duchaba. Al lado del lavabo, el tel¨¦fono con WhatsApp abierto. Isabel ley¨® el ¨²ltimo mensaje. Alguien animaba a Ana a que encendiera la c¨¢mara y lo dejara mirar c¨®mo se duchaba. ¡°Casi me desmayo. No tengo idea si era un chico del colegio, si era un adulto¡ encima, como estaba espi¨¢ndole el tel¨¦fono, me tuve que quedar callada. Me siento con las manos atadas. Hace dos a?os le estamp¨¦ el m¨®vil contra la pared, pero esa estrategia tampoco funciona¡±. Hubo un tiempo en el que Isabel ten¨ªa las contrase?as de su hija, pero hace un a?o las cambi¨®. ¡°Ahora, muy a mi pesar, estoy fuera¡±.
En la mente juvenil
- Facebook es de mayores.
- Se llevan Instagram y Tuenti. Tumblr, entre las chicas, y Pinterest para repinear fotos de moda.
- Lo que m¨¢s les gusta son los grupos de WhatsApp para chatear con quien est¨¦ conectado.
- Los padres motivados los siguen en Facebook. Los hay que ponen ¡°Me gusta¡± en todas las fotos (motivados, en la jerga adolescente significa ¡®intensos¡¯. ¡°No te motives¡± es de lo peor que le pueden decir).
- Se puede ser popu (tener muchos ¡°Me gusta¡± en un post o en una foto) o margi (no tiene amigos ni en Facebook). Populares y marginados, en el lenguaje normal.
- El peor castigo es que les quiten Internet o el m¨®vil.
- Los padres no saben cambiar la clave de la red wifi. Ellos, s¨ª.
A los padres les sobran los motivos para estar inquietos. Buena parte de la vida de sus hijos transcurre en un terreno que no dominan. Por primera vez son los chicos los que pueden dar a sus padres herramientas para manejarse con soltura en la vida (digital). Sin embargo, los peligros de Internet no son nada virtuales, sino reales y s¨®rdidos. Y la ado??lescencia es una edad muy vulnerable. Por ejemplo, los adolescentes espa?oles son los que m¨¢s usan las salas de chats (de acuerdo con el informe Prot¨¦geles, elaborado por Inteco), y un 59,7% ha contactado por esa v¨ªa con desconocidos. Ese mismo estudio, que realiz¨® encuestas a 13.300 chicos de siete pa¨ªses europeos, revel¨® que los adolescentes espa?oles est¨¢n entre los que pasan m¨¢s tiempo en las redes sociales, el 91% las usa a diario.
En Reino Unido, el asunto ha dejado de ser dom¨¦stico y ha saltado al Parlamento, donde la tory Claire Perry ha sugerido cortar toda la actividad digital nocturna de los adolescentes desconectando el router familiar a partir de una hora.
Una de las voces m¨¢s sosegadas ha sido la de Tamsin Kelly, editora de la web parentdish.co.uk, que se?ala que la tecnolog¨ªa debe ser considerada parte de la vida familiar, y deben fijarse normas de conducta, ¡°del mismo modo que se tienen reglas para sentarse a la mesa¡±. Kellin, madre de tres hijos, se manifiesta contraria al ¡°nerviosismo hist¨¦rico¡± contra las redes sociales, pero es partidaria de no permitir que los chicos se metan en la cama con el ordenador o con el tel¨¦fono, y cree que deben tenerse muchas conversaciones en casa sobre los peligros de Internet.
La ansiedad de los padres de la era digital ha creado una peque?a industria especiali??zada en crear herramientas que permiten rastrear la vida online de los chicos sin que estos lo noten. El mercado tiene futuro. Seg¨²n The New York Times, todas las operadoras de telefon¨ªa m¨®vil desarrollan productos esp¨ªa para padres, y cada mes surgen varias empresas que desarrollan estos softwares.
Si hace unos a?os se trataba de adquirir un programa para bloquear el ordenador familiar, la llegada de los tel¨¦fonos inteligentes y las tabletas ha complicado el espionaje digital, que ahora ha de ser personalizado y a la carta. Por ejemplo, Mary Cofield, una fun??cionaria jubilada, contaba al diario estadounidense que compr¨® la herramienta uKnowKids.com para ¡°espiar¡± las cuentas de Fa??ce??book, Twitter y los SMS de su nieta de 15 a?os. La se?ora Cofield recibe un informe completo de las actividades de su nieta y notificaciones de alerta cada vez que la chica emplea una palabra ¡°inapropiada¡±. El programa le informa qu¨¦ tuitea la ni?a, a qui¨¦n env¨ªa SMS y en qu¨¦ fotos aparece etiquetada en Facebook. Adem¨¢s, le ofrece un servicio de traducci¨®n de la jerga adolescente al uso que le permite entender que ¡°WUD¡± significa What are you doing? (?Qu¨¦ est¨¢s haciendo?).
Una aplicaci¨®n para iPhone llamada text??Plus env¨ªa una copia a los padres de cada uno de los mensajes que salen del tel¨¦fono de su hijo, y MinorMonitor rastrea su cuenta de Facebook y manda alertas a los padres cuando se mencionan asuntos de sexo, drogas o alcohol. Compa?¨ªas de seguridad estadounidenses como Symantec y Trend Micro venden software que detecta cu¨¢ndo intentan los chicos visitar una p¨¢gina bloqueada, o crean una cuenta nueva en una red social. Algunos padres optan por herramientas que desconectan el router dom¨¦stico a partir de determinadas horas de la noche, otros prefieren poner un contador del tiempo que pasan en Internet. ¡°Cuando alguna de mis hijas se queja de que no ha tenido tiempo de hacer los deberes, solo necesito decir: ¡®?Miramos cu¨¢ntas horas has pasado en Facebook esta semana?¡¯¡±, asegura Silvia, madre de dos adolescentes residentes en Miami.
No obstante, ninguna tecnolog¨ªa de espionaje es capaz de superar la imaginaci¨®n de un adolescente. A veces tienen sus cuentas desactivadas todo el d¨ªa, excepto por las noches cuando saben que sus padres no est¨¢n conectados. Otras veces usan seud¨®nimos, y con mucha frecuencia hablan en c¨®digos para confundir a los padres. Muchos adultos, aun cuando est¨¢n en posesi¨®n de alguna informaci¨®n delicada, no saben qu¨¦ hacer con ella. Cuando el chico se sabe espiado, los padres intervienen con cierta naturalidad. Con suerte, las cosas podr¨ªan suceder as¨ª: ¡°A los dos d¨ªas de seguir la cuenta de Instagram de Cristina supe cu¨¢l era el chico que le gustaba¡±, cuenta Mar¨ªa Cardona, la madre esp¨ªa en Instagram. ¡°Colgaba sus fotos compulsivamente. Lo estaba agobiando, as¨ª que decid¨ª intervenir y le pregunt¨¦ a Cristina si le gustaba. Ella asinti¨® medio avergonzada, pero yo solo le dije: ¡®Esto no se hace as¨ª. Te voy a ense?ar a conquistarlo¡±. Y en esas est¨¢n. P
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