Sexo d¨¦bil
La comedia griega Lis¨ªstrata, de Arist¨®fanes, trata sobre una huelga de sexo. Tras veinte a?os de guerra entre atenienses y laconios, las mujeres deciden negarse a hacer el amor con sus maridos hasta que los hombres firmen la paz. Comprometidas con su causa, juran no entregarse en la cama aunque los caballeros supliquen, y si son forzadas, mostrarse fr¨ªas como el hielo. Algunas dudan, otras no soportan la abstinencia. Pero siguen adelante. Al final triunfan, y todos gozan de paz, canciones y sexo.
25 siglos despu¨¦s de su estreno, he recordado esta obra al ver a tres atractivas j¨®venes en topless gritando lemas abortistas desaforadamente en el Congreso de los Diputados de Espa?a durante una intervenci¨®n del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. En cuanto las mujeres, activistas de Femen, empezaron a dar voces, ujieres y guardias de seguridad trataron de sacarlas del hemiciclo. Pero ellas se aferraron a las columnas. Y a los guardias les resultaba profundamente inc¨®modo tener que llevarse a rastras a mujeres semidesnudas. ?De d¨®nde se las puede agarrar?
A¨²n m¨¢s espectaculares que los pechos resultaban los rostros del ministro Gallard¨®n y del presidente del Congreso, que contemplaban la escena como si fuese una invasi¨®n extraterrestre. Sin duda, les parec¨ªa harto m¨¢s probable un ataque marciano que tres mujeres en tetas gritando en el hemiciclo.
Pechos, ¨²teros, piernas, han sido las herramientas pol¨ªticas femeninas desde ¡®Lis¨ªstrata¡¯
El eco medi¨¢tico de la protesta fue descomunal. Esa misma ma?ana, Femen ya estaba en todas las tertulias de televisi¨®n. Y al d¨ªa siguiente, en las portadas de varios peri¨®dicos. Les llov¨ªan cr¨ªticas de la derecha pol¨ªtica, pero tambi¨¦n de las feministas cl¨¢sicas (que al parecer defienden el prejuicio machista cl¨¢sico, seg¨²n el cual el feminismo es solo para fe¨ªtas). En cualquier caso, todo el mundo estaba hablando de ellas. Todo el mundo hab¨ªa le¨ªdo sus lemas, escritos h¨¢bilmente en la parte de su cuerpo que m¨¢s iban a reproducir los diarios. En diez minutos de gritos, esas tres mujeres transmitieron un mensaje m¨¢s contundente que una manifestaci¨®n de tres mil mujeres con ropa.
Las Femen, cuyo entrenamiento incluye clases de gimnasia, ya han mostrado sus intimidades por todo el planeta en protesta contra el turismo sexual, la prostituci¨®n, la Iglesia, el islam, la extrema derecha y otros ¡°enemigos de las mujeres¡±. Pero los pechos no son la ¨²nica parte del cuerpo que se puede usar para protestar.
El documental It¡¯s a girl, de Evan Grae Davis, cuenta el caso de millones de ni?as abortadas, abandonadas o asesinadas en India y China por el hecho de ser ni?as. Las familias las consideran una carga econ¨®mica y prefieren deshacerse de ellas. Sin embargo, tambi¨¦n hay mujeres que deciden gestar y tener a sus hijas a pesar de la presi¨®n social, y con frecuencia a pesar de la violencia f¨ªsica en su contra. Para ellas, sus ¨²teros son armas contra una sociedad brutal.
Otro documental reciente, Football under cover, de David Assmann y Ayat Najafi, cuenta las aventuras de un equipo de f¨²tbol femenino iran¨ª que trata de jugar un partido contra un equipo alem¨¢n. El r¨¦gimen de los ayatol¨¢s las trata a todas como si fuesen esp¨ªas de Estados Unidos. Deben jugar con velo y pantal¨®n largo, y aun as¨ª est¨¢ prohibido el ingreso de hombres al estadio. La fecha se cambia constantemente. Los visados de las alemanas se retrasan. El Ministerio de Informaci¨®n las acosa. La l¨ªder del equipo iran¨ª es misteriosamente retirada del partido. Pero al final juegan, y ah¨ª, en ese estadio donde nadie las ve, las mujeres del p¨²blico improvisan una manifestaci¨®n sobre sus derechos.
No puedes hacer huelga femenina: no puedes dejar de ser mujer durante una jornada laboral. Tampoco puedes dejar de vivir en comunidad con los hombres, o declararles la guerra, a riesgo biol¨®gico de desaparecer. Por eso, para protestar, las armas de las mujeres siempre han sido las partes de su cuerpo: pechos, vaginas, ¨²teros, incluso piernas, han sido las mejores, quiz¨¢ las ¨²nicas, herramientas pol¨ªticas femeninas desde la Grecia de Lis¨ªstrata hasta el d¨ªa de hoy.
@twitroncagliolo
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