La maldici¨®n de los recursos naturales
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Esta entrada ha sido escrita por Eduardo Ramos Su¨¢rez, especialista en la gobernanza de los recursos naturales
Hay un dicho popular que dice que Per¨² es como "un mendigo sentado en un banco de oro". Sea cierto o no, justa o injusta la afirmaci¨®n, lo cierto es que esta frase podr¨ªa ser aplicable a otros muchos pa¨ªses ricos en recursos naturales. Por ejemplo, llama la atenci¨®n que Angola un pa¨ªs con ingentes reservas petroleras y minerales (diamantes) y que debido al boom del petr¨®leo ha estado creciendo a casi un 20% entre los a?os 2005-2008, sufra un pobre desarrollo social y sea un pa¨ªs donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n vive de una agricultura de subsistencia y con menos de un d¨®lar al d¨ªa.
Uno podr¨ªa achacar esta penosa situaci¨®n a los problemas t¨ªpicamente asociados a la "Maldici¨®n de los Recursos", por la que pa¨ªses con econom¨ªas basadas en la explotaci¨®n de sus recursos naturales ven lastrado su desarrollo econ¨®mico y social por la volatilidad de los precios de su materias primas y la excesiva dependencia de sus recursos.
Pero tambi¨¦n tenemos el caso de Botsuana, uno de los mayores exportadores de diamantes del mundo. Este pa¨ªs, desde que se independizase de Inglaterra en los a?os 60, ha pasado de ser uno de los m¨¢s pobres del mundo a ser una econom¨ªa de renta media y con un desarrollo humano medio.
Entonces cabe preguntarnos ?por qu¨¦ dos pa¨ªses ricos en recursos naturales han tenido trayectorias tan dispares?
Una primera repuesta podr¨ªa ser, que hasta 2002 Angola sufri¨® una cruenta guerra civil, pero tambi¨¦n es cierto que en la ¨²ltima d¨¦cada, ya el pa¨ªs en paz, ha experimentado un creciento econ¨®mico espectacular que no se ha visto reflejado en una mejora de la vida de la mayor¨ªa de sus ciudadanos.
Quiz¨¢, buena parte de la explicaci¨®n a esta pregunta resida en que Botsuana, a diferencia de Angola, ha generado unas instituciones adecuadas y s¨®lidas para la gestion de la riqueza de sus recursos naturales. En este sentido, ha intentado diversificar su econom¨ªa y evitar una excesiva dependencia del sector minero, ha tenido diciplina fiscal, disociando el gasto p¨²blico de los ingresos de la industria extractiva y ha invertido parte de los ingresos mineros en las generaciones venideras. Todo esto no hubiera ocurrido, y esto es lo fundamental, sin unas ¨¦lites comprometidas en generar desarrollo en el pa¨ªs que no han ca¨ªdo en la tentaci¨®n de pol¨ªticas clientelistas-cortoplacistas para perpetuarse en el poder.
En contraste, Angola ha tenido una ¨¦lites depredadoras que han utilizado las rentas petroleras para permanecer en el poder a trav¨¦s de su uso clientelelista (el presidente Jos¨¦ Eduardo dos Santos ocupa el cargo desde el a?o 1979). En este sentido, las rentas petroleras han sostenido un nivel de gasto p¨²blico que ha doblado la media de los pa¨ªses de renta baja como Angola, que sobre todo beneficia a los ricos ya que por un lado son los mayores consumidores de bienes subsidiados como el agua y la energ¨ªa y por otro porque les reduce la presi¨®n fiscal. Adem¨¢s, otro factor preocupante es la falta de trasparencia de este pa¨ªs en el manejo de los recursos, como dato ilustrativo, el FMI se?ala que entre el periodo 1997-2001 un tercio de las rentas petroleras no fueron contabilizadas por el gobierno.
Por ello, no tiene sentido hablar de que Angola sufre una "maldici¨®n" inherente a sus recursos, habr¨ªa que hablar de la existencia de unas ¨¦lites que son corruptas y poco transparentes en el manejo de su riqueza natural.
Tristemente, ¨¦ste no es solo el caso de Angola. Existen muchos ejemplos de pa¨ªses en desarrollo que sufren la consecuencias de unas ¨¦lites que se han olvidado de sus ciudadanos y han encontrado en sus recursos naturales un aliado perfecto para sus propios intereses.
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