Inteligencia colectiva
Nuestro desarrollo depende de saber escoger el ambiente que avive nuestras capacidades Por eso debemos ser capaces de renunciar a compa?¨ªas que nos hacen palidecer
Si nos atenemos a la etimolog¨ªa, inteligencia significa ¡°saber escoger¡±. Es decir, aquella persona capaz de elegir la mejor opci¨®n para resolver un problema es, etimol¨®gicamente hablando, inteligente. Pero hay m¨¢s. Porque en nuestro wikimundo, tan conectado y colaborativo, esta cualidad no es tan individual como nos dice su origen, aunque sigue siendo crucial saber escoger. En este caso, elegir el entorno, las compa?¨ªas y el ambiente en el que podamos desarrollar y contribuir con nuestras habilidades. Pero tambi¨¦n ser capaces de enriquecernos de las inteligencias y capacidades de quienes nos rodean.
La inteligencia es casi in¨²til para aquel que
no tiene m¨¢s que eso¡± Alexis Carrel
Sin embargo, en la mayor¨ªa de las ocasiones no conectamos de una forma voluntaria y consciente. Simplemente pasa¡ o no. Cuando sucede, decimos que hay feeling o qu¨ªmica. Cuando no, nos desesperamos porque no entendemos qu¨¦ nos ocurre, por qu¨¦ parecemos tan tontos y poco ¨²tiles cuando estamos con esa persona, ese grupo de conocidos o en ese equipo de trabajo.
Si queremos ser capaces de conectar nuestra inteligencia con la de los dem¨¢s, necesitamos vibrar en la misma frecuencia. Sincronizarnos. Esto, aparentemente nada complicado, es lo que frustra la gran mayor¨ªa de relaciones humanas, dej¨¢ndonos aislados, enfadados y tristes. Sin embargo, la teor¨ªa es sencilla.
Para conectarnos
LIBROS
¡®La gran conexi¨®n¡¯
Arnie Warren
(Empresa Activa)
Divide a las personas en cuatro grandes grupos de comportamiento. Si queremos establecer la gran afinidad, debemos conocer c¨®mo reaccionan por lo general aquellos con los que queremos conectar, incluso nosotros mismos.
¡®Cien mejor que uno¡¯
James Surowiecki
(Ediciones Urano)
Reflexiona acerca de por qu¨¦ muchos son m¨¢s inteligentes que unos pocos y c¨®mo la sabidur¨ªa colectiva da forma a los negocios, la econom¨ªa, las sociedades y las naciones.
CANCI?N
¡®All together now¡¯
The Beatles
T¨² primero. Da igual que sea entre personas o civilizaciones extraterrestres, para establecer contacto es esencial que alguien lance la primera se?al. S¨¦ t¨². No esperes y s¨¦ activo. Mu¨¦strate abierto, participativo y colaborativo desde el primer momento y seguro que alguien te devolver¨¢ la se?al.
Escucha activa. Ahora que hemos lanzado la se?al, debemos interesarnos sinceramente por c¨®mo son las personas con las que queremos conectar. Qu¨¦ les gusta, qu¨¦ les disgusta, c¨®mo es su vida o si prefieren los perros o los gatos. Saber escuchar, simplemente.
Inter¨¦s genuino. Para que la escucha activa funcione es imprescindible que mostremos un inter¨¦s genuino. No vale hacerlo ver. Si cada persona es un mundo, debemos aprovechar la oportunidad de ser cosmonautas, visitantes de universos cercanos. Seguro que, como pasa en todos los viajes, nos enriqueceremos con la experiencia.
Empat¨ªa. Ahora que nos conocemos y nos interesamos por los dem¨¢s, nos resultar¨¢ mucho m¨¢s sencillo sentir empat¨ªa, ponernos en su lugar. Ya estamos preparados para enriquecernos mutuamente y trabajar para un objetivo com¨²n desde la comprensi¨®n y la generosidad.
As¨ª pues, saber establecer v¨ªnculos con quienes est¨¢n a nuestro alrededor es la garant¨ªa de poder unirnos y trabajar, o disfrutar en equipo aportando nuestra parte y enriqueci¨¦ndonos de las aportaciones de los dem¨¢s. Pero hay m¨¢s. Porque todo esto tambi¨¦n es el primer paso para usar las redes sociales con un objetivo que encaje con nuestras vocaciones, intereses y sue?os. Veamos c¨®mo.
Estamos inmersos en la era de las redes sociales, que conectan a personas con personas. Objetivos con objetivos. Inteligencias con inteligencias que pueden crear la Wikipedia, encender una revoluci¨®n o protestar porque Ben Affleck sea el nuevo Batman. Depende de cada uno. Pero hoy nuestras oportunidades para beneficiarnos de la inteligencia colectiva son infinitas. Para ello debemos usar lo que podemos denominar como VIA, tres principios b¨¢sicos para dejar en paz a Ben Affleck y dedicarnos a conectar con otras personas que nos inspiren y nos ayuden a crecer y realizarnos.
Vocaci¨®n genuina. Identifiquemos nuestra vocaci¨®n, aquello que siempre hemos querido hacer y que por las razones que sea no hemos podido o no hemos encontrado la manera. Ya no hay excusa. ?Podemos! ?Escribir? ?Ser fot¨®grafo? ?Hacer punto de cruz? Da igual el qu¨¦. Es desde nuestra verdadera vocaci¨®n desde donde podremos conectar con otras personas con nuestro mismo inter¨¦s. Encontrarlo y detectarlo es el primer y fundamental paso hacia cualquier tipo de conexi¨®n.
Informaci¨®n inspiradora. D¨¦monos de alta en p¨¢ginas afines. Sigamos las cuentas de aquellas personas que comparten los mismos intereses. Buceemos por la Red y acumulemos material inspirador, personas interesantes e interesadas en lo mismo que nosotros.
Hay que unirse no para estar juntos, sino para hacer algo juntos¡±
Juan Donoso Cort¨¦s
Actitud participativa. Ahora es el momento de tener nuestro propio sitio en la Red, que ser¨¢ la plataforma desde la que nos relacionaremos. Nuestra p¨¢gina, blog o espacio en la red social que nos interese y nos inspire. Participemos. Comentemos. Intercambiemos opiniones y resultados y veremos c¨®mo aquello que ha empezado en el espacio virtual acabar¨¢ por hacerse realidad y tal vez, como ha pasado a muchas personas, transformando nuestro d¨ªa a d¨ªa.
Incluso a a?os luz de distancia
Gracias a la inteligencia colectiva naci¨® SETI, un proyecto en el que
millones de personas ceden parte de la memoria de su ordenador
para procesar la informaci¨®n recibida del radiotelescopio de Arecibo,
en Puerto Rico. La humanidad uni¨¦ndose en una gran red en busca
de inteligencia extraterrestre. As¨ª que da igual cu¨¢l sea nuestro
sue?o, meta y objetivo, todo empieza con la voluntad de conexi¨®n
con los dem¨¢s, aunque est¨¦n a a?os luz de distancia.
Pero a veces simplemente no funciona. Por m¨¢s que nos esforzamos, no somos capaces de fluir dentro de un grupo de amigos, de un ambiente laboral o incluso en una pareja. Nos sentimos torpes, inc¨®modos y hasta empezamos a dudar de nuestras propias capacidades y recursos. Seguro que a todos nos resulta familiar esa sensaci¨®n.
?Qu¨¦ hacer entonces? Simplemente ser valientes y saber decir no. Renunciar a algo que nos empeque?ece parad¨®jicamente nos hace grandes y hace que podamos avanzar. Porque en estos casos, saber detectar que un ambiente nos perjudica es esencial para seguir buscando aquel espacio que nos permita sacar lo mejor de nosotros mismos. No podemos olvidar que la vida es un deporte de equipo y que los jugadores que no encajan en un sitio puede que sean estrellas en otro. Eso es precisamente lo que debemos hacer. Buscar nuestro equipo, ese que nos permita participar, colaborar y sentirnos ¨²tiles. No se trata de estar por estar, sino de participar de manera ¨²til al grupo y de forma que este tambi¨¦n nos sea ¨²til a nosotros. Ese es un intercambio inspirador en el que todos ganan, el individuo, pero tambi¨¦n el conjunto.
Facebook naci¨® para dar a la gente el poder de compartir y hacer del mundo un lugar m¨¢s abierto y conectado¡± Mark Zuckerberg
Sin embargo, nunca debemos renunciar sin haberlo intentado, sin habernos mostrado abiertos, participativos y colaborativos. Sin haber activado nuestra escucha activa y demostrar un inter¨¦s genuino. Porque si hemos hecho estos pasos y aun as¨ª no se ha producido la conexi¨®n, podremos estar seguros de que tomamos una decisi¨®n meditada, realizada desde la voluntad de conectar aunque no siempre funcione.
Adem¨¢s, si sabemos detectar los problemas que tenemos con inteligencia y con tranquilidad, es muy probable que no los volva??mos a repetir en un futuro y convirtamos la re??nun??cia de hoy en la base del ¨¦xito del ma?ana.
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