Tengo un hijo adolescente
Ya no son ni?os pero tampoco adultos. Comunicaci¨®n y empat¨ªa son claves para evitar conflictos Los mayores problemas: fracaso escolar, cruzar los l¨ªmites y el inicio de las relaciones sexuales
¨C ¡°Hola, Mar¨ªa, ?c¨®mo est¨¢s?, cu¨¢nto tiempo sin verte. ?Y tu ni?a? ?Debe estar enorme!¡±.
¨C ¡°S¨ª, Marta, enorme, es toda una se?orita. ?F¨ªjate si ha crecido que hasta usa mi ropa!¡±.
¨C ¡°?Qu¨¦ me dices? Pues ahora es cuando empiezan los problemas, hija, se vuelven insoportables. Lo recuerdo con horror¡ quita, quita. Te deseo suerte, Marta, y ¨¢tala corto, que no veas c¨®mo est¨¢n las ni?as a esta edad¡±.
Si los padres generan un ambiente de confianza y comunicaci¨®n, aumenta la probabilidad de reducir conflictos
Parece que existe una relaci¨®n directa entre la adolescencia y los conflictos, tan directa, que los padres est¨¢n a la espera de que lleguen los problemas. El cerebro de los padres de adolescentes despliega un radar con el que detectan los problemas, las malas caras, la ropa que les disgusta, la m¨²sica, la falta de comunicaci¨®n y una larga lista de rechazos. Pero no lo aprecian solo porque sea algo diferente, sino porque es ¡°lo que toca¡±. Por el contrario, dejan de centrar la atenci¨®n en lo que podr¨ªa ser una fuente de satisfacci¨®n; sencillamente, no cuentan con ella. Son adolescentes, los han etiquetado, tienen sus prejuicios y estos son muy dif¨ªciles de modificar.
Sus hijos son fruto de lo que usted proyecta, de la educaci¨®n en valores, de lo que traen en su peque?a mochila, de lo que van interiorizando de sus iguales, sus maestros y otras fuentes de influencia. Hay padres que educaron con ejemplaridad, y aun as¨ª sali¨® mal porque no todo es controlable. Pero si genera un ambiente de comunicaci¨®n, confianza y seguridad, aumenta la probabilidad de reducir conflictos.
Tres de los mayores problemas con los que se enfrentan los padres de adolescentes son el fracaso escolar, cruzar los l¨ªmites y el inicio de las relaciones sexuales. Atento a los consejos.
Para saber m¨¢s
PEL?CULA
¡®An education¡¯
Lone Scherfig
LIBRO
¡®Vivir con un adolescente¡¯
S¨°nia Cervantes
Editorial Oniro
CANCI?N
¡®16 a?itos¡¯
Dani Mart¨ªn
FRACASO ESCOLAR
1. Nuevas emociones. Los chicos conviven con un nuevo animal dom¨¦stico, el pavo, del que adem¨¢s hacen part¨ªcipes al resto de miembros de la familia. Idolatran las amistades, se enamoran, lloran, encuentran nuevas emociones, dan valor a las marcas y se desga?itan por sus cantantes favoritos.
A los padres les cuesta comprender esta etapa de la vida y en lugar de interesarse por lo que les fascina ahora a sus hijos, dirigen la atenci¨®n a lo que resta. Dicen que les dedican mucho tiempo a sus redes sociales, que le quitan tiempo al estudio, que hablan largas horas por tel¨¦fono y que est¨¢n todo el d¨ªa de risitas. Y as¨ª no pueden estar concentrados en lo importante: estudiar.
2. ?C¨®mo podemos ayudarles? Inculque un h¨¢bito de estudio desde primaria. Y convierta este h¨¢bito en innegociable. Priorice en casa el deber por encima del placer. Eduque en valores, no hay recompensa sin esfuerzo. Si lo aprenden desde peque?os, ser¨¢ m¨¢s sencillo que lo sigan respetando y aceptando de adolescentes.
Respete la intimidad de sus hijos. Si ha hecho sus deberes y ha cumplido con las tareas dom¨¦sticas, deje que organice el resto de su tiempo. Lo que usted cree que es divertido, para ellos igual ha dejado de serlo. Puede que prefieran chatear antes que jugar a los juegos de mesa de toda la vida. Eso s¨ª, todo dentro de unos l¨ªmites. Participe en lo que es importante para sus hijos, haga un peque?o esfuerzo. Seguro que a sus padres tampoco le hac¨ªan gracia los Hombres G, Duncan Dhu o Loquillo. Preg¨²nteles qu¨¦ escuchan, sobre qu¨¦ temas chatean y comparta con ellos c¨®mo se relacionaba usted en su adolescencia. Si quiere ser algo amigo de sus hijos, tenga conductas t¨ªpicas de la amistad, como hablar de lo que a ellos les interesa.
Tenga en cuenta sus resultados, pero tambi¨¦n su rendimiento. Con la adolescencia coincide tambi¨¦n el cambio de ciclo a la ESO. A muchos alumnos les cuesta adaptarse al instituto, al hecho de ser m¨¢s independientes y organizarse solos. Conc¨¦dales un periodo de ajuste. Valore si se esfuerzan, si dedican tiempo a sus estudios, valore su responsabilidad, no solo las calificaciones. Las notas son el term¨®metro, pero no siempre son el reflejo del esfuerzo y la actitud que puedan tener sus hijos.
CRUZAR LOS L?MITES
1. Querer pertenecer al grupo. A ning¨²n padre le gusta encontrarse con un adolescente borracho. Y a todos les horroriza la posibilidad de que consu?man drogas: porros, coca¨ªna, pastillas o cualquier sustancia que pueda ocasionar da?os a la salud.
Muchos adolescentes prueban las drogas porque no saben decir no al l¨ªder del grupo. Esta actitud significar¨ªa no identificarse con lo que manda el cabecilla y, por tanto, sentirse excluidos. Otros adolescentes se inician en las drogas por curiosidad, les gusta experimentar emociones fuertes o llevar la contraria a quien se lo ha prohibido.
Y muchos otros lo hacen por evadirse de sus problemas y por no enfrentarse a la realidad de lo que no funciona: ser t¨ªmido, tener problemas para relacionarse o vivir en un ambiente familiar hostil en el que no se sienten queridos o comprendidos.
Respete la intimidad
de sus hijos. Si cumplen con sus tareas, deje
que organicen el resto
de su tiempo
2. Posibles soluciones. Cuide su comunicaci¨®n con ellos. Si es un padre autoritario y que no da explicaciones, sepa que est¨¢ alejando a sus hijos de usted. Trate de ser comprensivo y cari?oso. Cree un ambiente en el que su hijo pueda expresarle sus miedos, la relaci¨®n que mantiene con sus compa?eros y c¨®mo se siente dentro de su grupo.
Trate de fortalecer la autoestima de sus hijos. Valore sus virtudes, elogie sus progresos, su actitud, d¨ªgales que son buenos y que los quiere de forma incondicional. No haga juicios de valor ni d¨¦ respuestas mostrando lo horrorizado que est¨¢ ante los comentarios de sus hijos. Reflexione y espere el momento adecuado para hablar de lo que no comparte.
Informe y forme a sus hijos sobre las drogas. Mu¨¦streles la cara dura de la droga, las consecuencias a nivel de salud, el da?o a terceros y la miseria que puede generar en el n¨²cleo familiar. No se trata de crear p¨¢nico, se trata de que sepan cu¨¢les son las consecuencias.
Entrene a sus hijos en habilidades sociales. Ens¨¦?eles a decir no, a defender sus derechos y a que no tienen la necesidad de identificarse con todo lo que el grupo hace.
Cree un ambiente de sincera confianza, en el que sientan que pueden confesarle secretos sin que se vean censurados. Pruebe a preguntar si desean sus consejos en lugar de decirles lo que tienen que hacer.
Cuando crucen los l¨ªmites, ponga un castigo; trate de que sea reparador y educativo
Cuando crucen los l¨ªmites, ponga un castigo. No lo haga justo en el momento en el que usted est¨¢ alterado, porque ser¨¢ exagerado, despu¨¦s se sentir¨¢ mal y se lo querr¨¢ levantar. Medite qu¨¦ merece su hijo y trate de que el castigo sea reparador y educativo. No negocie con los castigos, a pesar de las rabietas, las malas caras y el chantaje emocional.
INICIO DE LA ACTIVIDAD SEXUAL
1. Momento de curiosidad. La conducta sexual est¨¢ relacionada con la actividad hormonal, y es en esta edad en la que la curiosidad despierta en los chicos. Sienten deseo, tienen ganas de experimentar la masturbaci¨®n y de besarse con sus parejas. Por mucho que evite el tema, no podr¨¢ controlar la conducta sexual de sus hijos. De hecho, las estad¨ªsticas afirman que algunas ni?as inician sus relaciones sexuales cuando solo tienen 13 a?os.
Lo ideal ser¨ªa que la conducta sexual comenzara de forma gradual y que cuando la persona tenga la madurez psicol¨®gica y la edad apropiada, diera el paso, voluntario por ambas partes, de tener relaciones completas.
2. Ofr¨¦zcase a dar explicaciones. Hable a sus hijos sobre el sexo con normalidad. Saque el tema en un momento oportuno, pregunte sobre los amigos de sus hijos, si salen con ellos y si ya tienen novio; si les han dado informaci¨®n sobre la prevenci¨®n de embarazos y de enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS) en el instituto. Ofr¨¦zcase a dar explicaciones y ser de ayuda cuando lo necesiten. Ind¨ªqueles que cada conducta sexual tiene su momento, que no es aconsejable vivir etapas para las que uno no est¨¢ preparado y que usted est¨¢ ah¨ª para aconsejar en todo lo que le soliciten. Expl¨ªqueles a sus hijos que no hay ninguna relaci¨®n directa entre amar a una persona y tener que mantener relaciones sexuales.
Facilite m¨¦todos anticonceptivos si sabe que sus hijos son sexualmente activos o si lo intuye. T¨¦ngalos en casa en alg¨²n lugar donde puedan cogerlos sin sentir verg¨¹enza. Siempre ser¨¢ mejor que se protejan a sufrir embarazos no deseados y ETS.
Si no espera cosas buenas de sus hijos, no las encontrar¨¢. Si desea disfrutar de la adolescencia, igual deber¨ªa no solo desearlo, sino participar en el proceso.
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