De elefante blanco a icono de la ciudad

?Qu¨¦ hacer con los elefantes blancos? ?Qu¨¦ hacer con los edificios que caen en desuso, son abandonados y se convierten en un inmenso recordatorio de una mala gesti¨®n en las ciudades? En general, esos paquidermos suelen ser la resaca del exceso de optimismo ante unos juegos ol¨ªmpicos o una exposici¨®n universal. La Torre del Agua zaragozana o el Forum de las Culturas barcelon¨¦s son dos ejemplos. Pero los hay por doquier. 

En Oporto, los arquitectos Pedro Bandeira y Pedro Nuno Ramalho decidieron resucitar su insigne elefante, el puente que levantara la compa?¨ªa de Gustav Eiffel antes de coronar su famosa torre parisina. Sin uso desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, los proyectistas presentaron su propuesta de reubicaci¨®n del puente como parte de un concurso para la regeneraci¨®n del barrio fabril de la ciudad Companhia Aur¨ªficia, justamente el lugar donde la compa?¨ªa Eiffel Constructions Me¨¦taliques arm¨® los componentes del puente en 1877.

¡°Somos realistas, exigimos lo imposible¡±, explica Bandeira. Cuenta que, aunque la propuesta pueda parecer poco plausible est¨¢ cargada de historia, de raz¨®n y de posibilidades de mejora: ¡°El paisaje urbano que atrae a los turistas es el de la decadencia y las ruinas¡±, dice. ¡°El barrio de Aurif¨ªcia concentrar¨¢ ambas cosas. Pero tambi¨¦n tendr¨¢ un icono, el puente volver¨¢ a ser ¨²til veinte a?os despu¨¦s¡±. Tras dos d¨¦cadas sin ser utilizado, pues las vecinas pasarelas de Infante y S. Joao lo han sustituido para cruzar el Duero, consideran que el famoso y vanguardista trabajo de Eiffel podr¨ªa ara?ar algunos de los 7 millones de visitantes que la torre parisina recibe anualmente. Al fin y al cabo es anterior, piensan los arquitectos. ¡°Y, reubicado, ser¨ªa un monumento a la desindustrializaci¨®n y a la imaginaci¨®n necesaria para salir de la crisis¡±, explican.

El coste del traslado del puente y de su posterior reubicaci¨®n ser¨ªa de 10 millones de euros, calculan los arquitectos autores de la propuesta.