Luanda, la ciudad m¨¢s humana
Cuando Sert y Le Corbusier firmaron la Carta de Atenas, probablemente, no pod¨ªan sospechar que Luanda, la capital de Angola, se convertir¨ªa en un flamante cat¨¢logo en cemento y bloque de su filosof¨ªa. O, lo que es lo mismo, en un espacio urbano que pone al hombre en su centro y lo convierte en su medida; en una arquitectura con vocaci¨®n de crear mejores personas. Un pu?ado de arquitectos portugueses, entre los que destacan Vasco Viera da Costa, Castro Rodrigues y Sim?es de Carvalho, transformaron Luanda en su laboratorio personal y dise?aron un lugar ¨²nico. A su movimiento arquitect¨®nico, mental y est¨¦tico se le denomin¨® moderno tropical.
Las pasi¨®n por el moderno tropical de las calles de Luanda es especialmente meritoria por las circunstancias del pa¨ªs. Angola ha sobrevivido a dos guerras casi consecutivas, que la han devastado durante m¨¢s de cuarenta a?os: la de independencia contra Portugal, que se luch¨® ferozmente entre 1961 y 1975, y su "secuela", la guerra civil derivada de la independencia, que se extendi¨® hasta 2002. Sufri¨® el conflicto m¨¢s largo del continente africano y Luanda ostenta actualmente el t¨ªtulo de ciudad m¨¢s cara del mundo. Con esas referencias y casi siete millones de habitantes, la ciudad angole?a tiene todos los puntos para ejercer en nuestro imaginario como la t¨ªpica megal¨®polis africana agresiva, superpoblada e inhabitable.
El proyecto Modernidad Ignorada, surgido de la pasi¨®n de los profesores Paz N¨²?ez Mart¨ª y Roberto Goycoolea Prado, intenta romper con esta imagen estereotipada de Luanda y restituirle la humanidad de la que la dotaron los edificios y espacios que proyectaron Vasco Viera da Costa, Castro Rodrigues o Sim?es de Carvalho. Tres visionarios en desacuerdo con la dictadura de Salazar, que encontraron en Angola un espacio ideal para poder hacer realidad su concepci¨®n de la ciudad humanista. Mientras las calles de su pa¨ªs, Italia o Espa?a se poblaban con mamotretos mastod¨®nticos a mayor gloria del tirano de turno, en Luanda florec¨ªan cines al aire libre, p¨®rticos en los que exponer la mercanc¨ªa de los vendedores ambulantes, edificios inteligentes que aprovechaban las ventilaciones cruzadas, la trayectoria de sol y todas las peculiaridades del clima y la orograf¨ªa de la zona donde se situaban. Tambi¨¦n trazaron interiores amplios, bien iluminados, de techos altos, en los que una sociedad pod¨ªa cultivar lo mejor de s¨ª misma.
Paz N¨²?ez Mart¨ª habla por tel¨¦fono desde Madrid, horas antes de volar a Angola en compa?¨ªa de su colega Roberto Goycoolea Prado (Santiago de Chile, 1956). Presentan el libro y la exposici¨®n del proyecto en la Universidad Agostinho Neto. Recogen el trabajo que ambos han desarrollado desde 2009, en el marco de una alianza que une a la universidad angole?a, la Polit¨¦cnica de Lisboa y la de Alcal¨¢. Si visita Las Palmas de Gran Canaria, puede conocer esa Luanda que ellos investigan y catalogan a trav¨¦s de una muestra que permanece abierta en Casa ?frica hasta el 5 de diciembre.
Paz N¨²?ez Mart¨ª explica que Angola y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo son los pa¨ªses m¨¢s ricos en recursos de ?frica, pero que tambi¨¦n sufren una carencia dram¨¢tica de infraestructuras. Luanda pas¨® r¨¢pidamente de apenas medio mill¨®n de habitantes a seis millones y medio ?La causa? El ¨¦xodo rural provocado por la guerra constante. La ciudad no tuvo tiempo ni recursos para adaptarse a las expectativas de sus habitantes y el crecimiento salvaje coincidi¨® con los ¨²ltimos coletazos del moderno tropical y con el laberinto de la guerra. La extinci¨®n del moderno tropical tambi¨¦n signific¨® la extinci¨®n de un concepto de unidad, una visi¨®n global del pa¨ªs y la ciudad que abarcaba tanto espacios p¨²blicos como ocio y viviendas.
Angola firmo la paz consigo misma en marzo de 2002. En julio, llegaron voluntarios convocados por la Universidad Cat¨®lica, en el marco de un proyecto de fortalecimiento de la sociedad civil a trav¨¦s de las universidades.
Paz N¨²?ez Mart¨ª y Roberto Goycoolea Prado se establecieron en el pa¨ªs para trabajar en temas de cooperaci¨®n, preocupados por la habitabilidad b¨¢sica, el h¨¢bitat y la erradicaci¨®n de la pobreza. All¨ª se conocieron. Luanda les fascin¨®: les cautiv¨® su arquitectura ¨²nica, preservada casi milagrosamente a pesar de 40 a?os de da?os causados por la guerra. En el a?o 2009, comenzaron a trabajar en la catalogaci¨®n de edificios luandeses, su investigaci¨®n y an¨¢lisis. De su minucioso repositorio surgi¨® el proyecto que nos ocupa.
Los h¨¦roes de la exposici¨®n son los visionarios del moderno tropical. Vasco Viera da Costa, que naci¨® en Oporto y falleci¨® en Angola, donde cre¨® la Escuela de Arquitectura de la Universidad Agostinho Neto. Castro Rodrigues, que trabaj¨® en Luanda y despu¨¦s se encamin¨® hacia Huambo para dejar all¨ª su huella. Sim?es de Carvalho, nacido en Luanda, formado en Portugal y que estudi¨® con el propio Le Corbusier antes de regresar a su pa¨ªs.
Sin embargo, la hero¨ªna de Modernidad Ignorada es la ciudad en s¨ª misma, una Luanda inclusiva, que acoge y mixtura clases sociales y razas y que cohesiona a una sociedad angole?a tan variada como su arquitectura. En las ant¨ªpodas de la Luanda vilipendiada y opresiva que nos muestran las noticias.
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