El desalojo de 'trolls'
El diario abre un foro digital con comentaristas acreditados. Algunos proponen que se admitan los seud¨®nimos a la hora de publicar, no en el tr¨¢mite de registro
Desesperante. As¨ª califica una lectora la abundancia en los foros digitales del diario de insultos y mensajes amenazadores o improcedentes. El diario es consciente de ello y ha tomado unas primeras medidas en un proceso, no concluido, que tiene por objetivo limpiarlos, el m¨¢ximo posible, de este tipo de injerencias que entorpecen el objetivo de tantos lectores de mantener una conversaci¨®n democr¨¢tica y educada. Primero se anul¨® la publicaci¨®n por defecto de im¨¢genes y ahora se ha abierto, d¨¢ndole primac¨ªa en la visibilidad, un foro en el que se reproducen los comentarios realizados en Eskup por los lectores que han sido acreditados previamente tras solicitarlo y estudiar una serie de par¨¢metros sobre su historial de comentarios. El resto de mensajes no se anulan, salvo bloqueo del moderador, como ahora. Para seguirlos se debe acudir a ¡°Ver comentarios en modo conversaci¨®n¡±.
La eliminaci¨®n de mensajes inapropiados y el desalojo de los trolls (t¨¦rmino que alude a quien intencionadamente busca provocar la gresca en la conversaci¨®n con insultos o desviar el tema del debate) es una tarea en la que est¨¢n, con distintos resultados y f¨®rmulas, las cabeceras informativas. Las hay que directamente desisten de conseguirlo, tiran la toalla. Popular Science anunci¨® a finales de septiembre que ¡°apagaba¡± su secci¨®n de comentarios a las noticias. En el art¨ªculo donde justificaban su decisi¨®n alud¨ªan a un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison sobre c¨®mo los mensajes inciviles no ¨²nicamente polarizan la conversaci¨®n, sino que inducen a una distorsionada comprensi¨®n de las informaciones. Otros buscan soluciones menos dr¨¢sticas, desde la premoderaci¨®n de los comentarios a la limitaci¨®n de las noticias susceptibles de albergarlos a cambio de mejorar su moderaci¨®n. The Huffington Post anunci¨® en agosto que impedir¨ªa el registro an¨®nimo de sus comentaristas. Al anunciar la medida explicaban que la secci¨®n de comentarios puede degenerar en uno de los ¡°lugares m¨¢s oscuros¡± de Internet e informaba que el HuffPost publica casi nueve millones de mensajes al mes, ¡°pero hemos llegado al punto de que casi tres cuartas partes de los mensajes recibidos¡± se bloquean porque son correo basura o ¡°contienen niveles impublicables de vitriolo¡±. La f¨®rmula adoptada por el Huffington Post consiste en exigir al comentarista en el proceso de registro que lo est¨¦ previamente en Facebook, red social donde, se supone, sus miembros aportan datos reales sobre su identidad. Otros medios aplican una salida similar, solicitar el registro en determinadas redes sociales. Por ejemplo, el Chicago Sun o Salon, que al iniciar el tr¨¢mite de registro a trav¨¦s de Facebook o Google+ advierte que dispondr¨¢ de los datos de tu perfil, correo y ¡°lista de amigos¡±. Las cr¨ªticas a esta f¨®rmula se centran en que obliga a pertenecer a una red social que tampoco garantiza plenamente la autenticidad de los datos. The New York Times adopt¨® un tiempo esta soluci¨®n para acreditar a los que denomina ¡°comentaristas verificados¡± para posteriormente abandonarla.
Permitir, o no, el anonimato tambi¨¦n es objeto de debate. Una investigaci¨®n de la Universidad de Houston publicada el pasado mes de julio sobre distintos diarios estadounidenses en funci¨®n de si admit¨ªan o no el anonimato concluy¨® que la cuota de mensajes inciviles en los medios que permit¨ªan el anonimato era del 53%, cifra que descend¨ªa al 29% en los diarios que ten¨ªan la pol¨ªtica contraria.
El principal reparo a no permitir el anonimato a la hora de publicar es que limita las intervenciones de lectores de pa¨ªses donde la libertad de expresi¨®n no est¨¢ garantizada. Un dilema que en su d¨ªa expuso claramente Dick Costolo, m¨¢ximo responsable de Twitter: ¡°La raz¨®n por la que queremos permitir seud¨®nimos es que hay un mont¨®n de lugares en el mundo donde es la ¨²nica manera de hablar libremente. La otra cara de la moneda es que tambi¨¦n envalentona a los trolls. (¡) Es muy frustrante¡±. El nuevo foro del diario pide datos aut¨¦nticos (correo, nombre y apellido) en el registro, lo que es l¨®gico, aunque no impide plenamente el enga?o. Sin embargo, merece evaluarse a fondo que el nombre verdadero tambi¨¦n figure obligatoriamente en la cabecera de los comentarios de cada participante, como ocurre ahora, por la raz¨®n antes expuesta. Algunos lectores lo argumentan y proponen distinguir entre el tr¨¢mite del registro y la edici¨®n de los comentarios a la hora de permitir el anonimato en estos ¨²ltimos.
La voluntad del nuevo foro de EL PA?S, como se explic¨® el 9 de noviembre, es reducir el ruido en las conversaciones y favorecer el debate. La discrepancia no est¨¢ re?ida con la educaci¨®n. Para solicitar la entrada en este foro se pide que el registro en Eskup sea p¨²blico, un correo, el nombre y apellido. La aceptaci¨®n en el mismo, gestionada por un equipo de moderaci¨®n, se condiciona a cumplir estos requisitos, aceptar las normas de conducta y principios gen¨¦ricamente fijados en la p¨¢gina de inscripci¨®n y ¡°acumular un historial de comentarios que refleje este cumplimiento¡±. Un paquete de cautelas que no garantizan un resultado plenamente satisfactorio (ya ha habido bloqueo de comentarios y cancelaci¨®n de cuentas de lectores inicialmente aceptados en el foro), pero que busca restringir las intrusiones maliciosas.
La voluntad del nuevo foro es reducir el ruido en las conversaciones
Los lectores aceptan que el diario instale medidas que busquen aumentar la correcci¨®n e inter¨¦s p¨²blico de los debates, pero tambi¨¦n hay quejas, particularmente de quienes habiendo solicitado su registro en el nuevo foro se les ha denegado. En estos casos reciben un correo que dice: ¡°Sentimos comunicarte que tu solicitud para pertenecer al Foro abierto EL PA?S ha sido denegada. En unos d¨ªas podr¨¢s enviar una nueva solicitud¡±. Y la pregunta inmediata es: ?por qu¨¦ he de insistir en la petici¨®n si desconozco los motivos de la denegaci¨®n y pueden seguir estando vigentes? En The New York Times, por ejemplo, el acceso a la condici¨®n de ¡°comentarista verificado¡±, que supone que sus comentarios no pasan por la moderaci¨®n previa, es una iniciativa del diario, en funci¨®n de algoritmos que analizan el historial, y no se admiten peticiones de los lectores.
La f¨®rmula de EL PA?S es a instancia del lector. El mensaje de denegaci¨®n ha de aclarar algunos extremos como que la nueva petici¨®n debe hacerse, como m¨ªnimo, pasados 10 d¨ªas y mantener la actividad en Eskup, ya que un factor considerado es el propio historial de comentarios.
Otro aspecto objeto de reclamaci¨®n es que la petici¨®n de entrada en el nuevo foro obliga a que el perfil de Eskup sea p¨²blico y as¨ª permanece aunque la petici¨®n haya sido rechazada. En este caso, el lector siempre tiene la opci¨®n de modificar nuevamente su perfil en Eskup para hacerlo privado. Algunos lectores critican que usuarios cuya cuenta ha sido cancelada en Eskup regresan cambiando la cuenta de correo y alias. Es cierto que ello se produce, pero la soluci¨®n que proponen, bloquear la cuenta IP (c¨®digo num¨¦rico que identifica un dispositivo en una red) del lector expulsado plantea problemas. Los responsables t¨¦cnicos me informan de que se hace cuando se tiene la certeza de que es una IP individual, pero los operadores adjudican en muchos casos IP din¨¢micas que cambian con una nueva conexi¨®n y, en las redes corporativas, el bloqueo de su direcci¨®n IP implicar¨ªa el bloqueo de todos los que accedan desde la misma.
El foro busca ofrecer una nueva y preferente plataforma a los comentarios de los lectores que se comprometen a un debate cr¨ªtico, pero sereno.
Aclaraci¨®n (29/11/2013). En el art¨ªculo recojo las quejas por la carta de denegaci¨®n recibida por algunos lectores. Hace un par de semanas, me comunican, se modific¨® la misma. Ahora dice: "Sentimos comunicarte que tu solicitud para pertenecer al Foro abierto EL PA?S ha sido denegada al no cumplirse los requisitos necesarios. ?stos son: identificarse con nombre y apellido y acumular un historial de al menos 20 comentarios que cumplan las normas y principios de participaci¨®n. En unos d¨ªas podr¨¢s enviar una nueva solicitud. Por supuesto, podr¨¢s seguir comentando en el espacio Todos los comentarios".
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