La br¨²jula de los inmigrantes ya no mira solo hacia el norte
La rutas migratorias est¨¢n cambiando. Y a un ritmo m¨¢s r¨¢pido del que cabr¨ªa esperar. Los pa¨ªses ricos del norte tendr¨¢n que competir con naciones como China, India, Turqu¨ªa, Brasil o Marruecos para atraer inmigrantes
Espa?a debate si las cuchillas de la valla de Melilla son o no un ¡°m¨¦todo de disuasi¨®n¡± aceptable contra la inmigraci¨®n; Grecia levanta un muro en la frontera con Turqu¨ªa; Bulgaria dise?a otro para frenar la llegada de refugiados sirios... Y mientras los Estados intentan protegerse con armaduras varias, el epicentro de los movimientos migratorios se est¨¢ desplazando poco a poco. Los pa¨ªses ricos del Norte siguen siendo destino prioritario para muchos ciudadanos que buscan un futuro mejor. Pero ya est¨¢n dejando de ser los m¨¢s deseados. ¡°Europa, EE UU y Canad¨¢ seguir¨¢n recibiendo inmigrantes, pero muchos de ellos ir¨¢n a otros pa¨ªses emergentes¡±, se?ala Demetrios Papademetriou, presidente del Migration Policy Institute, un think thank internacional, con sede en Washington. ¡°Los protagonistas de estos nuevos movimientos ser¨¢n China, India o Turqu¨ªa, pero tambi¨¦n pa¨ªses como Marruecos, M¨¦xico o Indonesia. No hace falta mirar una bola de cristal para saberlo. Es algo que ya est¨¢ sucediendo. El problema es que a¨²n no somos plenamente conscientes de ello en los pa¨ªses occidentales. Donde s¨ª lo son es all¨ª donde se est¨¢ produciendo este fen¨®meno ¨CTurqu¨ªa, Brasil o Marruecos¡¡±, a?ade.
Es evidente que los pa¨ªses tradicionalmente receptores de inmigrantes a¨²n piensan que todo sigue igual. Se aprecia en el discurso pol¨ªtico imperante, en el que priman expresiones como oleadas, avalancha, asalto o llegada masiva de extranjeros, y muchas de las medidas anunciadas recientemente tienen que ver con el levantamiento de nuevos l¨ªmites, f¨ªsicos o normativos. Pero un repaso detallado a los datos de los ¨²ltimos a?os deja entrever que los flujos migratorios ya no son lo que eran. Y cambian a un ritmo m¨¢s r¨¢pido del que cabr¨ªa imaginar.
En el futuro tanta gente se ir¨¢ hacia el Norte como hacia el Sur",
dice una experta?
Los desplazamientos desde el Sur ¨Cdesde los pa¨ªses de renta baja y media¨C hacia el llamado Norte desarrollado ya no predominan en las grandes corrientes migratorias internacionales. Pablo Lattes, investigador de la Divisi¨®n Poblaci¨®n del Departamento de Asuntos Econ¨®micos y Sociales de la ONU, lo detalla as¨ª: ¡°Si se mira el total de las ¨²ltimas d¨¦cadas, la ruta m¨¢s importante es entre M¨¦xico y EE UU. Pero si analizamos los ¨²ltimos a?os vemos c¨®mo destacan Asia y ?frica. Por ejemplo, si en la d¨¦cada de 1990 a 2000 el incremento del contingente de extranjeros se debi¨® en un tercio a las llegadas a Europa y dos tercios a Am¨¦rica del Norte; entre 2000 y 2010 un cuarto se debi¨® a Europa, un cuarto a Am¨¦rica del Norte y casi el 40% de los desplazamientos fueron a Asia¡±. Cuando el periodo que tomamos como referencia se circunscribe solo a los ¨²ltimos tres a?os, ¡°un 30% corresponde a Europa, un 18% a Estados Unidos y un 50% a Asia¡±, a?ade Lattes. ¡°Si simplificamos, podemos decir que entre 1990 y 2000 el crecimiento del n¨²mero extranjeros se registraba 100% en el Norte y ahora es de poco m¨¢s del 50%, mientras el resto son movimientos Sur-Sur. Y creemos que el Sur va a ser cada vez m¨¢s importante¡±, a?ade.
Los expertos en migraciones alertan de que una Europa cada vez m¨¢s envejecida podr¨ªa encontrarse en 2030 con un d¨¦ficit demogr¨¢fico que dificulte el mantenimiento de su tradicional estado de bienestar, ya vapuleado por la crisis econ¨®mica ¨²ltima. El viejo continente podr¨ªa necesitar m¨¢s inmigrantes justo cuando estos se encuentren mirando hacia otro lado. ¡°Si Europa continua con sus pol¨ªticas restrictivas existe el riesgo real de que no sea capaz de atraer la inmigraci¨®n cualificada que necesita en un contexto de competici¨®n global¡±, afirma Catherine de Wenden, soci¨®loga francesa y directora de investigaci¨®n del CNRS, el equivalente franc¨¦s del CSIC. De Wenden, que ha dedicado gran parte de su actividad acad¨¦mica durante los ¨²ltimos 20 a?os a investigar las migraciones internacionales, est¨¢ convencida de que en el futuro habr¨¢ tanta gente que se va hacia el Norte como hacia el Sur del mundo, "pero el Norte seguir¨¢ teniendo necesidad de atraer m¨¢s inmigrantes¡±.
El equ¨ªvoco del actual debate est¨¢, seg¨²n De Wenden, en no reconocer que ¡°la inmigraci¨®n es un factor de crecimiento econ¨®mico, un dinamismo frenado por las trabas puestas a la movilidad¡±. Para esta experta, no se trata de una cuesti¨®n econ¨®mica, sino pol¨ªtica: "Todos hablan sobre c¨®mo cerrar m¨¢s las fronteras, sobre medidas de disuasi¨®n, mientras Europa necesita pol¨ªticas de circulaci¨®n. Hay que abrir el acceso que ahora tienen diplom¨¢ticos, empresarios, etc, a otras categor¨ªas laborales, como los j¨®venes que cubren trabajos no cualificados, para que tengan la posibilidad de trabajar de manera legal y no se expongan a la muerte o a la explotaci¨®n de los traficantes¡±.
Europa puede tener? un d¨¦ficit demogr¨¢fico
Sin embargo las se?ales que llegan desde el viejo continente no auguran cambios a corto plazo. Tras la conmoci¨®n y el intenso debate suscitados el pasado octubre por la muerte de centenares de migrantes en las costas de la isla italiana de Lampedusa, la urgencia para actuar se ha ido desvaneciendo y la discusi¨®n sobre los cambios de las pol¨ªticas migratorias comunitarias ha sido postergada hasta despu¨¦s de las elecciones europeas de junio. La ¨²nica respuesta ha sido, una vez m¨¢s, el reforzamiento de las operaciones militares y la petici¨®n de un papel m¨¢s incisivo para Frontex, la agencia europea creada en 2004 para el control de las fronteras exteriores de la UE.
¡°Europa est¨¢, y seguir¨¢ estando, muy confundida en materia de inmigraci¨®n debido a la ret¨®rica de una derecha que m¨¢s que extrema es oportunista¡±, se?ala Papademetriou, presidente del Migration Policy Institute. ¡°El descenso de inmigrantes supondr¨ªa una p¨¦rdida para Europa, que tiene en estos momentos una demograf¨ªa negativa, y seguir¨¢ teni¨¦ndola. La inmigraci¨®n es inevitable. La masiva no es necesaria, pero siempre los necesitaremos¡±, a?ade.
Varios estudios destacan
que el impacto fiscal de
Posponiendo el debate sobre una nueva regulaci¨®n, los dirigentes europeos han elegido no poner sobre la mesa un tema que consideran demasiado arriesgado de cara a los comicios de junio. Esto sucede en un momento en el que los l¨ªderes de la extrema derecha, y tambi¨¦n los conservadores brit¨¢nicos, han puesto el control de la inmigraci¨®n en el eje central de su discurso pol¨ªtico. Los argumentos son a menudo parecidos y tienen que ver con la presunta ¡°carga econ¨®mica¡± que supuestamente tienen los inmigrantes para el estado de bienestar de los pa¨ªses de acogida. El primer ministro brit¨¢nico David Cameron se ha convertido en uno de los paladinos de esta tesis, que recientemente ha sido desmentida por diversos estudios sobre migraciones en Reino Unido.
Una investigaci¨®n del University College London publicada en el mes de noviembre revel¨® que en los ¨²ltimos 10 a?os los inmigrantes procedentes del ¨¢rea econ¨®mica europea (los Estados miembros de la UE m¨¢s Islandia, Liechtenstein y Noruega) han aportado una contribuci¨®n neta a las finanzas del pa¨ªs de casi 30.000 millones de euros, pagando en impuestos el 34% m¨¢s de lo que han recibido en t¨¦rminos de prestaciones sociales. Un estudio similar elaborado en 2012 por el Instituto Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social del Reino Unido, tomando como base los inmigrantes no comunitarios -migrantes econ¨®micos y estudiantes- conclu¨ªa que los extranjeros residentes se beneficiaban menos de los servicios p¨²blicos que los nacionales, y que el balance relativo entre costes y beneficios era positivo tanto para la econom¨ªa como para las finanzas p¨²blicas.
La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) tambi¨¦n se centr¨® en este aspecto en su ¨²ltimo informe sobre Migraciones, y la conclusi¨®n general del estudio de impacto fiscal fue que el efecto es menor: "Generalmente no rebasa 0.5% del PIB, ya sea en t¨¦rminos positivos o negativos¡±. ¡°Sin embargo ¨Cse lee en el texto¨C los inmigrantes normalmente tienen una situaci¨®n fiscal neta menos favorable que los nacionales, en gran parte debido a que suelen pagar menos en impuestos y en cuotas a la seguridad social, y no porque tengan una mayor dependencia de las prestaciones sociales¡±.
?Qu¨¦ pasar¨ªa si las pol¨ªticas migratorias se restringieran a¨²n m¨¢s? Le preguntamos a Joel Oudinet, del Centro de Investigaci¨®n Econ¨®mica de la Universidad de Paris Norte, coautor de un estudio realizado en el marco de un proyecto europeo sobre los desaf¨ªos a los que se enfrenta Europa de aqu¨ª al 2030. En ¨¦l se analizan distintos escenarios sobre la base de la mayor o menor apertura de los pa¨ªses a la inmigraci¨®n y sus consecuencias en t¨¦rminos econ¨®micos. El peor escenario para el crecimiento y el mercado del trabajo de los pa¨ªses de destino es el de ¡°migraci¨®n cero¡±, marcado por pol¨ªticas que buscan reducir al m¨ªnimo los flujos migratorios. ¡°Har¨ªan falta pol¨ªticas proactivas para alimentar la inmigraci¨®n y para pensar en una gesti¨®n multipolar de los flujos migratorios¡±, explica Oudinet. ¡°Tenemos una necesidad real de inmigrantes, aunque hay que afrontar problemas de integraci¨®n y aceptaci¨®n por parte de la poblaci¨®n nacional¡±, a?ade. En su opini¨®n, se deber¨ªa empezar con desmontar mitos que se retroalimentan de la actual situaci¨®n de crisis econ¨®mica: ¡°Como el de que nos roban el trabajo, que es falso. En todos los pa¨ªses de inmigraci¨®n los puestos de trabajos en determinados sectores ¨Cmanifactura, limpieza, vigilancia¨C son cubiertos mayoritariamente por inmigrantes¡±.
El ejemplo del Mercosur
Los pa¨ªses del Mercosur (Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina), junto a Bolivia y Chile, acordaron en 2002 y ratificaron en 2009 un ¡°acuerdo sobre residencia¡± que facilitaba la movilidad de los ciudadanos de los pa¨ªses firmantes. El pacto, al que se sumaron en 2011 Per¨² y Ecuador, desliza el control de los ingresos a una perspectiva de lucha contra el tr¨¢fico de personas y la explotaci¨®n laboral. ¡°Los flujos migratorios intrarregionales en la zona del Mercosur no son nuevos pero en las ¨²ltimas d¨¦cadas se est¨¢n intensificando ¨Ccomenta Marcela Cerruti, del Centro de Estudios de Poblaci¨®n de Argentina¨C Durante muchos a?os hubo pol¨ªticas restrictivas pero lo ¨²nico que consegu¨ªan era un aumento de los inmigrantes indocumentados¡±. La puesta en marcha del acuerdo regional tambi¨¦n ha tenido reca¨ªdas en las legislaciones nacionales. ¡°En Argentina en 2004 se cambi¨® la ley de inmigraci¨®n y se pas¨® de una normativa basada en el concepto de seguridad nacional a un marco regulatorio de respeto de los derechos humanos¡±, explica Cerrutti. Para la experta, el acuerdo promovido por el Mercosur ¡°ha resultado ventajoso para la integraci¨®n de os inmigrantes en la sociedad. Y tambi¨¦n como mecanismo de control de la poblaci¨®n para saber qui¨¦nes son los inmigrantes y monitorear las pol¨ªticas de Estado en este sentido¡±.
Otro de los mitos est¨¢ relacionado con los llamados flujos mixtos (inmigrantes econ¨®micos y refugiados). Cuando llegan las pateras a las costas europeas el relato oficial los presenta habitualmente como inmigrantes. Sin embargo, cada vez m¨¢s se trata de personas que llegan a las costas europeas huyendo de guerras y persecuciones pol¨ªticas. Un fen¨®meno que ha crecido sobre todo a ra¨ªz de las convulsiones posteriores a la llamada Primavera ?rabe. En ese caso se trata de refugiados, no inmigrantes.
Un fen¨®meno en el que tampoco es el Norte el que soporta un mayor peso. ¡°En contra de la percepci¨®n general, la mayor¨ªa de los refugiados no solo procede del Sur, sino que vive tambi¨¦n en esa regi¨®n¡±, se?ala el ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones. Seg¨²n el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, los pa¨ªses en desarrollo hospedan a cuatro de cada cinco refugiados, el 80% del total. El Norte da acogida a menos del 20% del total, pero tambi¨¦n genera un n¨²mero mucho m¨¢s limitado de refugiados (menos del 1% del contingente a escala mundial). Y en el futuro el Sur podr¨ªa asumir una carga a¨²n mayor. ¡°Otro riesgo muy grave es el crecimiento de la emigraci¨®n forzosa causado por factores clim¨¢ticos. Que en principio afectar¨¢ sobre todo a los pa¨ªses lim¨ªtrofes (y del Sur)¡±, a?ade Oudinet.
Ante la complejidad de los escenarios futuros, la soci¨®loga Catherine De Wenden cree que ser¨ªa necesario establecer ¡°una gobernanza mundial (en materia de migraciones)¡±. No parece tarea f¨¢cil. ¡°Por un lado est¨¢ la ONU, que pide hacer m¨¢s seguras las v¨ªas de emigraci¨®n y que se garanticen los derechos de los inmigrantes; por otro, los Estados que reclaman el control de sus fronteras¡±. Para Pablo Lattes, de la divisi¨®n de la ONU sobre Poblaci¨®n, resultar¨ªa m¨¢s factible establecer acuerdos a nivel regional, porque la gran mayor¨ªa de los desplazamientos se producen entre 2-3 pa¨ªses. Y pone como ejemplo a los pa¨ªses del Mercosur, que han adoptado pol¨ªticas m¨¢s abiertas: ¡°Se fomenta la posibilidad de salir y entrar, porque si los inmigrantes puede volver a sus pa¨ªses sin trabas son m¨¢s propensos a hacerlo. Las trabas hacen que la gente no se vaya, porque entrar ha costado mucho esfuerzo. En Suecia tambi¨¦n se est¨¢ viendo algo parecido".
Los expertos coinciden en que el problema no es la falta de soluciones sino de voluntad pol¨ªtica para aplicarlas. ¡°Hay muchos instrumentos que los Gobiernos tienen y pueden usar, pero parece que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil hacerlo de una forma racional¡±, se?ala el presidente del Migration Policy Institute. ¡°Y no es solo un problema europeo. Tambi¨¦n pasa aqu¨ª, en EE UU, donde la reforma migratoria se encuentra en un impasse. Parece que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil gobernar¡±, concluye Demetrios Papademetriou.
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