Cae la noche en Zavaleta, un barrio popular al borde de una Buenos Aires que pocos conocen y que a casi nadie le interesa. All¨ª, sobre el R¨ªo Matanza, ese al que llaman Riachuelo y que carga en sus aguas negras y nauseabundas, la indiferencia de una ciudad que siempre se ha querido librar de los pobres, ocult¨¢ndolos, volvi¨¦ndolos invisibles. Cae la noche en Zavaleta y el calor no da tregua.
La navidad se aproxima lenta. Los ni?os juegan en la calle mientras las brasas de los asados envuelven al barrio en el aroma m¨ªstico de la amistad y la comuni¨®n, del brindis con cerveza y con fernet. Del festejo, hoy, a las doce, con sidra y con champ¨¢n.
Cae la noche lenta en Zavaleta y yo me pregunto d¨®nde estar¨¢ el Jes¨²s de los pobres, el de los desamparados. El Jes¨²s de los que luchan por un mundo m¨¢s justo. El de la liberaci¨®n. El Jes¨²s revolucionario, humilde y generoso, el de las causas casi siempre perdidas. El que se ba?a en el Riachuelo y patea penales para que esos mocositos dulces y milagrosos los atajen, tocando el cielo con las manos. D¨®nde estar¨¢ el Jes¨²s que va a nacer. El que siempre est¨¢ por nacer, cada a?o, cada noche, en Zavaleta, donde Buenos Aires termina, sin que nadie se de cuenta.
A veces, Jes¨²s parece m¨¢s preocupado por las formas que los pol¨ªticos locales. La navidad de los pol¨ªticos son las elecciones y all¨ª s¨ª, ellos vienen, prometen y hasta traen regalos que la gente de Zavaleta agradece y dice que se los metan en el culo, porque en Zavaleta, como en tantos otros sitios, la dignidad no se regala, se conquista colectivamente.
Llega la navidad lenta. Quiz¨¢s, esta noche Jes¨²s nazca de una buena vez, el Jes¨²s de los pobres y los desamparados, no el que ya naci¨® y envejece insignificante, sin ganas, intrascendente, fr¨ªvolo, inerte, sin fuerza siquiera para sufrir, escondido en las iglesias del otro lado de la ciudad.
Jes¨²s no lleg¨® a¨²n a Zavaleta. Algunos, ya ni lo echan de menos.
El que s¨ª visita Zavaleta todos los a?os es Pap¨¢ Noel. Los ni?os y las ni?as lo saben y pueden confirmarlo. Cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil creer que exista un Jes¨²s de los desamparados, despu¨¦s de tanto uso abusivo que hicieron de ¨¦l los que no lo merecen. El que s¨ª parece sobrevivir a la extorsi¨®n de los ricos y nunca defrauda a los ni?os y a las ni?as m¨¢s pobres es Pap¨¢ Noel. En Zavaleta, siempre lo esperan ansiosos. Nadie duda que llegar¨¢ dispuesto a cumplir sus promesas, a responder a los pedidos, a escucharlos y, fundamentalmente, a regalarles felicidad. Pap¨¢ Noel es de los ¡°nuestros¡±: no miente, nos entiende, no nos abandona y nunca deja de venir.
Algunos d¨ªas atr¨¢s, Tomi, un enano de sonrisa infinita, le escribi¨® una carta a Pap¨¢ Noel. As¨ª le dijo lo que quer¨ªa, lo que pensaba, lo que so?aba:
"QUERIDO GORDO:
?C¨®mo te va? ?Todo bien?
Te voy a escribir una carta porque te amo mucho. Pero primero te digo lo que quiero: una remera de Boca, un shortcito de Boca, y unas medias de Boca. Y una gorrita. De Boca. Y si pod¨¦s, tambi¨¦n traele algo de River a mi primo Nicol¨¢s. No, mejor no te pido nada para ¨¦l, porque se te va a mezclar lo de Boca con lo de River, y encima vos sos de River, porque te pon¨¦s todo rojo y blanco. Despu¨¦s te va a escribir una carta ¨¦l mismo¡ Bueno, no le digas nada, pero ya te la escribi¨®. Est¨¢ en su casa.
Pero par¨¢, par¨¢ un poco: lo que s¨ª voy a anotar es algo para mi t¨ªo, porque mi t¨ªo es bueno. Traele una gorra. De Boca. Y unas medias.
?Sab¨¦s qu¨¦ me gustar¨ªa mejor? Me gustar¨ªa que nos quieras a todos y que te vayas a otro pa¨ªs. Pero que despu¨¦s vuelvas para Argentina. Y m¨¢s vale gordo que no te vayas a emborrachar el 24, porque no pod¨¦s. S¨®lo pod¨¦s tomar gaseosa. Lo que s¨ª pod¨¦s tambi¨¦n es tirar cohetes desde el cielo.
Una pregunta, tengo, Pap¨¢ Noel: ?vos est¨¢s internado? Porque mi t¨ªo me cont¨® que hab¨ªas chocado y te hab¨ªan dejado internado. El dice que ibas andando por el cielo y al bajar con el trineo te chocaste con una estrella. No s¨¦ si es verdad, pero si est¨¢s internado igual lee la carta y dale los regalos a los reyes magos, para que me los traigan. Y que te cuiden mucho. Y a los regalos tambi¨¦n. Que no los rompan.
S¨¦ que ten¨¦s mucha barba, porque ya sos muy viejo, pero lo que no s¨¦ es si dorm¨ªs todos los d¨ªas o cu¨¢ndo desayun¨¢s. ?Tom¨¢s mate cocido? Y otra cosa. ?C¨®mo le¨¦s esta carta? Yo te estoy escribiendo en la casa de un amigo, pero vos¡ ?Est¨¢s leyendo esta carta? Si la est¨¢s leyendo, la est¨¢s leyendo muy despacito, porque no te escucho cuando la le¨¦s. Ya s¨¦: seguro la le¨¦s bajito.
Che, Pap¨¢ Noel, ?vas a responder? Por favor, amigo.
Otra cosa que te quer¨ªa pedir es que no te mueras, porque sos viejito y yo quiero que venga Pap¨¢ Noel, el pap¨¢ de los reyes. Ya ten¨¦s como 80 a?os y no crec¨¦s mucho para arriba, ?pero no viste c¨®mo te crece la barba? Y encima est¨¢s gordo, tan gordo¡ No s¨¦ para qu¨¦ comes tanto asado. Y chorizo. ?Para qu¨¦ tanto chorizo! Por favor, no te engordes tanto. Y ten¨¦ cuidado en el cielo, que por ah¨ª anda un lobo. ?Viv¨ªs en el cielo o en una nube? Mir¨¢ que el cielo es de agua, eh, como el mar. As¨ª que a lo mejor viv¨ªs en el mar. Y si viv¨ªs en el cielo, ten¨¦ cuidado cuando baj¨¢s por el agua, porque en Pompeya est¨¢ el riachuelo.
Ah, ?y sab¨¦s qu¨¦ ten¨¦s que traer tambi¨¦n? Paz, para todo el mundo. Y amor. Y una pelota.
Pero cuando vengas a Zavaleta, no te olvides de conocer la placita, que se llama Kevin, y cuidala, porque Kevin se llamaba un nene que se muri¨®. Y ahora lo tienen que cuidar ah¨ª, en el cielo. Porque me parece que vos viv¨ªs en el cielo y siempre vas viajando en esa carretilla para llegar a todos lados a la misma hora. A la misma hora y en el mismo lugar.
Nunca puedo verte cuando ven¨ªs, pero esta vez te voy a dejar un poco de pan dulce en la heladera. Vos abrila despacito y com¨¦ unos pedacitos, pero dejame un poco para m¨ª. Y arriba de la heladera te dejo un CD, porque yo s¨¦ cantar canciones de Pimpinela y Daddy Yanquee. Ah, a Pimpinela, por favor, traele micr¨®fonos. Y a Daddy Yanquee, unos anteojos, si hay. Porque vos compr¨¢s todo en la jugueter¨ªa.
?Est¨¢s leyendo? Si no, un d¨ªa te llamo por tel¨¦fono.
El mejor regalo que me hiciste fue un autito. Y el m¨¢s feo fue cuando me regalaste una cabeza cortada. Yo s¨¦ que siempre te escond¨¦s abajo de la cama, porque nadie te tiene que ver. Por eso me dej¨¢s los regalos ah¨ª y no en el arbolito. Mi primo me dijo que te vas cuando se hace de d¨ªa. Seguro que despu¨¦s te vas con tu novia, Pap¨¢ Nola, que tiene 40 a?os. Es gorda y tambi¨¦n tiene barba; pero como es mujer, tiene poquita barba, ac¨¢, en la pera.
Eh, Pap¨¢ Noel, les voy a contar a todos tambi¨¦n del hijo que ten¨¦s, Luciano. Luciano Lopilato es el hijo que tiene Pap¨¢ Noel, pero no con la mujer gorda. Lo tuvo con una novia flaquita que ten¨ªa, y la gorda no sab¨ªa que ten¨ªa otra novia. Vos le mentiste a la chica, Papa Noel. As¨ª que m¨¢s vale que me traigas los regalos, porque si no le digo a la gorda que la enga?aste.
Por eso se agarraron a las trompadas los reyes y vos, ?no? Por la flaquita, que al final se qued¨® con vos, cuando la gorda se fue con uno de los reyes. Balzar creo que era, porque era uno negro.
Igual, el jueves yo me voy a poner orgulloso cuando te vea, si me traes los regalos. Y si no me los traes, te voy a perdonar y te voy a seguir queriendo. Pero si pod¨¦s, mejor que me traigas la ropa que te ped¨ª. Toda.
Escuchame, Pap¨¢ Noel. Te invito a que vengas a mi casa, como esas fiestas en las que yo estaba tomando jugo y te vi. Escup¨ª todo y me fui corriendo a abrazarte. ?Te acord¨¢s? Me alzaste a upa y jugamos a la pelea. Pero no a lo bruto; despacito.
Si me traes los regalos, te voy querer y nadie nunca te va a robar, porque yo te voy a salvar, en un cohete. Y adem¨¢s mi t¨ªo David nunca te va a poder ahogar en su pileta. Y si te tir¨¢s a un riachuelo, me tiro con vos y te salvo, porque yo s¨¦ que estuve mal en el colegio, cuando me agarr¨¦ a trompadas; como la vez que me peli¨¦ con mi primo en navidad, y la vez que me peli¨¦ con el colectivo, y la vez que me peli¨¦ con vos y te dej¨¦ flaquito de una pi?a. Te quiero pedir perd¨®n. Me di cuenta que sos mi amigo, pero tambi¨¦n quiero que seas mi t¨ªo y mi primo. Me llamo Tom¨¢s Fleitas Agust¨ªn Ojeda Garc¨ªa; y vivo en Zavaleta.
Otra cosa, te cuento. Me dieron una medalla cuando fuimos a la jornada de f¨²tbol popular. Y tambi¨¦n pizza. Te guard¨¦ un poco de pizza, pero se la comieron los cocineros. As¨ª que a ellos no les traigas regalos.
Eh, Pap¨¢ Noel, decile gracias a los duendes: los quiero mucho y los adoro. Pueden venir a jugar F¨²tbol Popular, porque si vienen a entrenar, les dan autorizaci¨®n para ir a la jornada con otros barrios. Y ah¨ª desayunamos, comemos, jugamos, y dormimos todos juntos en el micro, a la vuelta. A veces entrenamos en la canchita, o en las Tres Tiras. Ustedes est¨¢n invitados a venir, todos. Pero los reyes no, porque se portan mal. Bueno, si se portan bien, pueden venir, y les damos todas las autorizaciones que quieran.
Sos un bien tipo. Pap¨¢ Noel. Un bueno tipo, porque tra¨¦s regalos, si los chicos se portan bien. Y si se portan mal, les traes un carb¨®n y una manzana. Y el carb¨®n lo tiran, pero la manzana se la pueden comer.
El a?o que viene te prometo que me voy a portar bien. Y este a?o te prometo que me port¨¦ mal.
Te quiero mucho.
Nos vemos el martes. Y el mi¨¦rcoles tambi¨¦n.
Tom¨¢s Fleitas Agust¨ªn Ojeda Garc¨ªa,
De Zavaleta".
Es navidad y cae la noche en Zavaleta, un barrio popular al borde de una Buenos Aires que pocos conocen y que a casi nadie le interesa. Yo no s¨¦ de d¨®nde sacaron que Pap¨¢ Noel no existe...
Feliz Navidad, Pablo. Te dije que no comentar¨ªa el blog pero, en este me has dado de lleno.Gracias por compartir con nosotros estos escritos. ?Que maravilla!. La ilusi¨®n de los ni?os es necesaria mantenerla aunque, la vida que nos marcan los po¨ªticos de turno no da para ello.Por aqu¨ª pasamos momentos duros y el PP a lo unico que se limita es a prohibir todo tipo de libertades y como dices, "la dignidad no se regala, se conquista colectivamente" y en eso deberemos estar en este mundo individualizado que intentan darnos.Hace unos d¨ªas escribia, tras conocer la muerte de Joana de Ibiza, a la que conociste, "Joana, hemos trabajado mucho, hemos hecho muchas cosas juntas pero quedan muchas injusticias por las que luchar y muchas utop¨ªas por consistar. En ello estaremos y como dice Tomi, no defraudaremos."Una vez m¨¢s gracias por las reflexiones a que nos llevas".Pere Polo
Una excelente forma de describir la Navidad de los pobres. Una realidad de Buenos Aires pero muy semejante a otros contextos latinoamericanos. Lo escrito, me hizo evocar recuerdos de infancia... la ilusi¨®n, fantas¨ªa, esperanza del ni?o o ni?a que cree en Pap¨¢ Noel, en los regalos.Esto motiva a reflexionar lo comercial que se han vuelto estas fiestas de Navidad y A?o Nuevo. La publicidad enga?osa que nos hace creer que mientras m¨¢s regalos, a m¨¢s despilfarro, mejor ser¨¢ nuestra Navidad. Como si lo externo puede llenar el vac¨ªo interior.Una aut¨¦ntica Navidad se vive en el coraz¨®n generoso, sincero y lleno de amor. Fel¨ªz Navidad y muchos parabienes en este 2014.
Maravillosa descripci¨®n, excelente presentaci¨®n de una realidad que no se ve o o se quiere ver. Una invitaci¨®n a mirar que el otro existe. Gracias Pablo!!
Hermosa construcci¨®n literaria basada en la ingenuidad de la infancia.Lo peligroso es que la figura hip¨®crita, marquetinera y consumista de Pap¨¢ Noel, como la de los Reyes Magos, es utilizada por esta sociedad opresora para ense?arnos desde ni?os a esperar la ayuda misericordiosa y salvadora de una clase de ser que s¨®lo existe en la imaginaci¨®n de quienes nacimos bajo la f¨¢bula enga?osa del sistema, impulsada por su mejor herramienta: la iglesia de los ricos.As¨ª ense?amos a estirar la mano esperando una moneda o un mendrugo de pan, en lugar de ense?ar a levantar el pu?o para exigir lo que nos corresponde.Un fuerte abrazo.
Fuerte, Pablo. Como la pura realidad. Zavaleta queda cerca y lejos de nuestras casas. Depende para d¨®nde miremos o para qu¨¦ lado abramos las ventanas. Siento pena por lo que dec¨ªs de Jes¨²s. Por c¨®mo lograron invisibilizarlo. El no tiene m¨¢s chances que nosotros y nosotros le damos poca chance. Preferimos al gordo bonach¨®n y acr¨ªtico. Que no nos hace pensar nada y genera ilusiones superficiales pero concretas. Es "preferible" el autito azul que la justicia, o la Barbie que la fraternidad, o las luces que prenden y apagan que la revoluci¨®n.As¨ª Tom¨¢s no nos jode y, si jode, ya sabemos a qui¨¦nes mandar para cagarlo a bastonazos.Ufff. Agobiante.
Excelente art¨ªculo. Lo complemento ...desde otro ¨¢ngulo.?FELICES LOS POBRES¡? Se acerca Navidad, cuyo verdadero significado muchos ni?os y j¨®venes desconocen, puesto que se ha transformado en el S¨ªmbolo Mundial del consumismo indiscriminado y en un Culto al Dios-Dinero: s¨®lo se habla de millones de d¨®lares en ventas de regalos caros, de ofertas de precios, y de cr¨¦ditos que amarran a¨²n m¨¢s al C¨ªrculo de la Pobreza. Para colmo, en esta misma fecha re-aparecen los predicadores que siempre hablan de valores que jam¨¢s han practicado, como lo son -entre otros-, el respeto a la persona y a la familia, la honradez, la caridad o la fraternidad. Una mentira entre dos grandes verdades se convierte en ¡°verdad¡±. Una verdad entre dos grandes mentiras se convierte en mentira... Existen mercaderes que lucran explotando la frase ¡°Felices los Pobres¡±, pero ellos no se desprenden de un centavo, sino, incitan a otros a dar mientras atesoran el dinero y el Poder Terrenal que supuestamente juntan para ¡°repartir¡± entre los m¨¢s despose¨ªdos. ?Son felices los pobres? ?son felices los pobres que sufren por no poder comprar a sus hijos la chatarra tecnol¨®gica cuya sistematizada propaganda por todos los medios de comunicaci¨®n bombardea y pudre sus mentes¡? ?son felices los pobres que se endeudan para comprar innecesarios celulares de ¨²ltima generaci¨®n o monumentales televisores, mientras su comida del a?o es pan, t¨¦, desayunos-almuerzos de la JNAEB y canastas familiares que mendigan entre cr¨¦dulos benefactores¡? ¡°Felices los pobres¡± adormece la realidad y mantiene la resignaci¨®n pesimista de esclavos, que retard¨® siglos los cambios sociales y que se mantiene como ¡°desesperanza aprendida¡± (¡°mis padres fueron pobres, nac¨ª pobre y morir¨¦ pobre¡¡±) mala herencia que mantiene por siglos el C¨ªrculo de la Pobreza. Pero, ?son felices los pobres? ?Obvio que s¨ª para aquellos que los explotan y para quienes hist¨®ricamente tanto han ayudado a la explotaci¨®n a cambio de la riqueza y del Poder Terrenal que tienen..! Cuando tanto se habla de la crisis econ¨®mica mundial y de las cantidades astron¨®micas que los gobiernos dedican a contrarrestarla con oscuras y confusas medidas, resulta interesante echar una desapasionada ojeada a las ense?anzas de los evangelios sobre las riquezas y el dinero. En el llamado Serm¨®n de la Monta?a Jes¨²s-El-Cristo llama ¡°felices a los pobres de esp¨ªritu, porque de ellos es el reino de los cielos, el Reino de Dios¡±. Es una afirmaci¨®n desconcertante para nosotros, puesto que las Iglesias de todos lo credos s¨®lo valoran la Riqueza y el Poder Terrenal hasta el punto de haberlas convertido en el Eje y Raz¨®n de Ser de todas sus actividades, comport¨¢ndose como s¨®lidas empresas vende-ritos. Lo comprendo. Las Instituciones las forman los hombres, y estos Pastores son demasiado falibles. Predicar es su oficio. Pero ellos, en lo personal, jam¨¢s han pensado en ser pobres: siempre aspiran a aumentar a¨²n m¨¢s su Poder Terrenal sin medir ni ponderar medios. Para entender esta afirmaci¨®n de Jes¨²s-El-Cristo es necesario contextualizar lo que dijo y c¨®mo vivi¨®. La mayor parte de su vida la pas¨® creciendo espiritualmente y prepar¨¢ndose para la Gran Misi¨®n en la comunidad de los Esenios. Tras su bautismo y conversi¨®n a Mes¨ªas, vio la enorme diferencia entre el pueblo pobre y la opulencia de la cleres¨ªa gobernante y explotadora. En este contexto, es obvio que combatiera en forma encarnizada la Teocracia (gobierno de los sacerdotes) existente en esos a?os. Pero paradojalmente, desde el siglo III a la fecha, la Iglesia que El creara es la due?a de la mayor parte de todas las riquezas del mundo, siendo infinitamente peor que aquella que tanto combati¨® ¡y que termin¨® crucific¨¢ndolo peor que a un delincuente. La clave para entender lo que dijo de los pobres quiz¨¢s sea meditar su reprimenda a los ricos: ¡°no pueden servir a Dios y al dinero¡±, es decir, las riquezas que acumulen no le servir¨¢n para evitar la muerte y que les ser¨¢ muy dif¨ªcil entrar en el Reino que ?l vino a anunciar. En este contexto, ?c¨®mo conciliamos la ¡°santidad¡± de Vicarios y Pr¨ªncipes de la Iglesia cuyas vidas siempre fue la m¨¢s absoluta opulencia¡? La enorme valent¨ªa de Juan Pablo I de nada sirvi¨®: tuvo la mala ocurrencia de se?alar la ¡°limpieza¡± que har¨ªa a partir de las 09,00 hrs. del 29.09.1078 ¡¡±muri¨®¡±¡¤ ?s¨®lo cuatro horas antes!. Ahora, el Papa Francisco vuelve a intentar depurar ?cu¨¢nto tiempo m¨¢s lograr¨¢ sobrevivir, antes que lo ¡°beneficien¡± con un viaje sin escalas a la Casa del Padre¡? Entonces y ahora nuestro problema es que en lugar de servirnos de las riquezas para lograr el bien com¨²n, los pocos que poseen estas riquezas viven postrados a su servicio mientras nos aplastan y explotan. Es f¨¢cil comprobar que aquellos que tienen dinero, mientras m¨¢s tienen, m¨¢s lo desean y dedican su vida entera a acumularlo y aumentarlo con codicia, sin escr¨²pulos ni importar medios, al mismo tiempo que se va estableciendo una barrera que los a¨ªsla de los dem¨¢s: de nosotros que nada tenemos. Dicen alguno ¡°l¨ªderes¡± pol¨ªticos que van a refundar el capitalismo. Podr¨ªan tener en cuenta que el ego¨ªsmo y la codicia no van a conseguir un mundo m¨¢s justo ni m¨¢s humano. Que no existe ning¨²n sistema pol¨ªtico cuya organizaci¨®n nos exima de la moralidad personal. Que no se puede proclamar el ateismo al mismo tiempo que se adora a los ¡°dioses¡± Dinero, Poder, Corrupci¨®n y Hedonismo (sistema que considera el placer como fin ¨²ltimo). El Hombre termin¨® convirti¨¦ndose en el peor enemigo de la Humanidad. Es necesario vigilar a las ¨¦lites pol¨ªtico-econ¨®micas, a las transnacionales y a los Bancos, (el Ambrossiano, el BID, FMI, etc.) cuya ¨²nica finalidad es lucrar con su usura, dominar, someter y explotar a la inmensa masa de millones de pobres del mundo. Se repite hasta el cansancio que el intervencionismo del poder s¨®lo se justifica por el bien com¨²n, tambi¨¦n se dice que siempre hay que respetar a las personas y garantizarles la libertad necesaria para su pleno desarrollo, pero estos valores y este bien com¨²n s¨®lo existe en los aburridos discursos pol¨ªticos, en Constituciones que no se respetan y en farisaicos sermones en los cuales nadie cree... En sus tres a?os de pr¨¦dicas, Jes¨²s-El-Cristo no se hizo construir palacios ni se llen¨® de oro: no se puede negar que la par¨¢bola de Epul¨®n-Pr¨ªncipe-de-la-Iglesia y L¨¢zaro-Juan-Pueblo es muy significativa ?¡y demasiado real!. Aquellos poqu¨ªsimos pobres de esp¨ªritu que no viven apegados a riquezas, o no las desean codiciosamente sin importar oscuros medios, y que est¨¢n siempre dispuestos a vivir la fraternidad para que todos puedan vivir mejor, son los que ¨Csin golpearse el pecho ni pagar Mandas (con las cuales se pretende comprar favores celestiales a buen precio)-, ya tienen el Reino de Dios, aqu¨ª y ahora, y si los dejan ¡pueden extenderlo. Que el camino al cielo es muy dif¨ªcil, es una dolorosa verdad, Jes¨²s-El-Cristo lo reconoci¨®. Vivimos en la sociedad de la simulaci¨®n y de la hipocres¨ªa. Conseguir vivir sin apego a las riquezas es imposible para la inmensa mayor¨ªa de los humanos, y en especial para Vicarios y Pr¨ªncipes de la Iglesia, pero no para Dios. Son pocos los cristianos que con verdadera convicci¨®n, es decir sin rezar-por-rezar, piden cada d¨ªa e insistentemente que no los dejen caer en la tentaci¨®n: la tentaci¨®n de la codicia, del dinero, del Poder Terrenal, del ego¨ªsmo¡.Reconozco que para cualesquiera persona ¡°normal¡± esta simple reflexi¨®n es un indicador que soy un viejo chalado (pero no loco). ?ntimamente en esta Navidad s¨®lo deseo que las dificultades de la crisis econ¨®mica que nos azotan sean una oportunidad para sentirnos solidarios con todos los que sufren, jam¨¢s con aquellos que explotan y lucran del sufrimiento ajeno, a quienes desprecio¡ En el fr¨ªo mundo globalizado en el cual nos toc¨® vivir, y como el mejor regalo para la Humanidad, ojal¨¢ que en esta Navidad encontremos soluciones que eviten el hambre, la pobreza, la explotaci¨®n del hombre por el hombre y la guerra¡(Esta nota reci¨¦n la he publicado en "El Despertar de Lontu¨¦", Chile)
Un art¨ªculo asertivo, inteligente y puntiagudo. Que nos venden estas fechas, por un lado: la espera y recordaci¨®n de un ser que trajo la luz al mundo, bajo pajas y heno, con tan solo el amor de sus padres para cobijarlo y protegerlo. Por otro lado, la imagen del comercio representado en un Papa Noel, que abruma y despista. Qu¨¦ nos queda? continuar la utop¨ªa o dar cabida a la brutal realidad de injusticia e inequidad....creo yo que por respeto a nuestra humanidad, cabe seguir en la utop¨ªa de conquistar y dejar un mundo mejor del que encontramos y hemos vivido, m¨¢s all¨¢ de profesar cualquier religi¨®n, s¨®lo animados por por la humanidad que nos reviste y que nos desafia a alzar nuestra voz de protesta cuando se conculcan nuestros derechos m¨¢s b¨¢sicos: salud, educaci¨®n, trabajo, dignidad. Sigo en mi utop¨ªa as¨ª el mundo me diga que no vale la pena.
?Por qu¨¦ e lni?o de ese barrio s ellama kevin en lugar d enacho o jeermias o Nahuel? y creo que una cosa es el rio matanza,y otra es el riachuelo.
yo soy agn¨®stico, asi que he dejado de creer en navidades o mitos israelitas o n¨®rdicos. lo que algunos sectores postergados necesitan no es un papa Noel, sin mas bien una revoluci¨®n.
cada opinion es respetada. solo que la ideosincracia de cada persona es diferente y por ende los punto de vista son distintos y respetados muy interesante las lecturas que se encuentra uno al paso de estos medios en hora buena por nustros compa?eros y no conocidos que nos frecuentamos y leemos muchas cosas de interes y reflexion animos y aseguir en esta vida que es breve, "come y bebe, que la vida es breve"
1.- LA NAVIDAD DE¡¡.. Alaban la paz, pero glorifican la guerra?Cu¨¢les son las consecuencias?DICIEMBRE de 1914. En Europa rabiaba la I Guerra Mundial. Las tropas de ambos ej¨¦rcitos se hallaban atrincheradas frente a frente, separadas por una franja que a¨²n era tierra de nadie. Entonces, el 25 de diciembre, d¨ªa de Navidad, ocurri¨® algo sorprendente. El libro The War in the Trenches (La guerra en las trincheras), muestra una fotograf¨ªa en la que se ve a las fuerzas oponentes departir amigablemente, y en su ep¨ªgrafe dice: ¡°Navidad de 1914, las tropas brit¨¢nicas y alemanas fraternizan¡±. Alan Lloyd, autor del libro, menciona que las tropas ¡°de hecho se reunieron en tierra de nadie para intercambiar art¨ªculos de recuerdo. ¡±Seg¨²n el comentario de uno de los protagonistas ¡®la situaci¨®n se asemejaba a las pausas que hay entre un asalto y otro en un combate de boxeo.Todos conversaban y re¨ªan e iban a la caza de alg¨²n regalo para tenerlo de recuerdo¡¯¡±. ?Por qu¨¦ esta tregua? Porque a estos soldados brit¨¢nicos y alemanes se les hab¨ªa ense?ado que Cristo, el Pr¨ªncipe de Paz, hab¨ªa nacido un 25 de diciembre. Adem¨¢s, ?no hab¨ªan cantado los ¨¢ngeles al tiempo de su nacimiento: ¡°Sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad¡±? (Lucas 2:14.) ?Ciertamente, entonces, carec¨ªa de sentido el que personas que afirmaran ser cristianas se mataran entre s¨ª en una ¨¦poca como esta! Sin embargo, la tregua de paz navide?a no gozaba de las simpat¨ªas de todos. ¡°Cuando al a?o siguiente se celebr¨® la Navidad en el frente occidental ¡ªexplica Lloyd¡ª, el esp¨ªritu de fraternizaci¨®n en la tierra de nadie aflor¨® una vez m¨¢s, pese a las ¨®rdenes que se hab¨ªan dado en contra de tal comportamiento. Por lo menos, a dos oficiales que tomaron parte se les tuvo que hacer consejo de guerra.¡±
2.- LA NAVIDAD DE¡¡.. La actitud de las iglesias?Qu¨¦ opinaban las iglesias respecto a que sus miembros lucharan contra compa?eros de creencia de otros pa¨ªses? Pues bien, durante la Navidad, el clero repiti¨® hasta la saciedad el mensaje de paz que los ¨¢ngeles anunciaron al tiempo del nacimiento de Cristo, y aclamaron a Jes¨²s como el Pr¨ªncipe de Paz. (Isa¨ªas 9:6.) No obstante, no se opusieron a que miembros de una misma religi¨®n, de bandos contrarios, se mataran entre s¨ª en las trincheras, ?sin importar que fuese en Navidad o en cualquier otra ¨¦poca del a?o! El historiador eclesi¨¢stico, Roland H. Bainton, explica lo que ocurri¨® cuando los Estados Unidos entraron en la I Guerra Mundial, ¨¦l dijo: ¡°El clero norteamericano de todas las iglesias nunca estuvo tan unido entre s¨ª y con la voluntad de la naci¨®n. Esta era una guerra santa. Se represent¨® a Jes¨²s vestido de caqui y apuntando con un fusil. A los alemanes se les compar¨® con hordas b¨¢rbaras. El matarlos equival¨ªa a exterminar monstruos de la Tierra¡± (Christian Attitudes Toward War and Peace, p¨¢ginas 209, 210). ?Si? , las iglesias apoyaron la paz solo de boca. Al mismo tiempo, el p¨²lpito se convirti¨® en una oficina de reclutamiento en apoyo del esfuerzo b¨¦lico de la naci¨®n. El brigadier general brit¨¢nico, Frank P. Crozier, dijo lo siguiente sobre esta colaboraci¨®n durante la I Guerra Mundial: ¡°Las iglesias cristianas son las que mejor incitan en la gente la sed de sangre, y nosotros nos hemos aprovechado libremente de ellas¡±.
3.- LA NAVIDAD DE¡¡.. La actitud de las iglesiasHarry Emerson Fosdick, pastor protestante ya fallecido, admiti¨® que la actitud de las iglesias fue, sin lugar a dudas, hip¨®crita. ?l reconoci¨® que: ¡°La historia del mundo occidental ha estado jalonada por la guerra. Hemos engendrado hombres para la guerra y les hemos ense?ado a guerrear; hemos glorificado la guerra, y el guerrero se ha convertido en nuestro h¨¦roe; hasta en nuestras iglesias hemos puesto el estandarte de la guerra. Con la misma boca que hemos aclamado al Pr¨ªncipe de Paz, hemos glorificado la guerra¡±. Esta situaci¨®n no cambi¨® durante la II Guerra Mundial. El peri¨®dico New York Times public¨® en un art¨ªculo durante el primer mes de la guerra, cuya p¨¢gina cito aqu¨ª. Viene a reforzar lo que m¨¢s tarde admiti¨® el cat¨®lico romano Friedrich Heer, profesor de historia en la Universidad de Viena, en su libro God¡¯s First Love (El primer amor de Dios): ¡°En la cruda realidad de la historia alemana, hallamos que los s¨ªmbolos de la cruz y la esv¨¢stica fueron aproxim¨¢ndose a tal grado que fue la esv¨¢stica el s¨ªmbolo con el que se proclam¨® el mensaje de la victoria desde las torres de las catedrales alemanas, banderas con este s¨ªmbolo adornaron los altares, y te¨®logos cat¨®licos y protestantes, pastores, cl¨¦rigos y pol¨ªticos aclamaron la alianza con Hitler¡± (P¨¢gina 247).
4.- LA NAVIDAD DE¡¡.. Las consecuenciasUna consecuencia del apoyo incondicional que las iglesias le han dado a la guerra en sus respectivos pa¨ªses es el que hoy d¨ªa millones de personas de pa¨ªses no cristianos consideran que el cristianismo es una religi¨®n belicista y no quieren tener nada que ver con ¨¦l. Es evidente que su punto de vista no carece de fundamento, no solo porque en el pasado la iglesia apoy¨® las guerras, sino por su postura actual ante la guerra. A?os atr¨¢s la revista The Christian Century, dijo: ¡°Una encuesta realizada en los ¨²ltimos 20 a?os en relaci¨®n con la actitud ante la guerra revela que los cristianos en los Estados Unidos, Canad¨¢ y Alemania Federal, tienen un punto de vista m¨¢s favorable respecto a la guerra que los no cristianos. [...] A la luz de este estudio, en las comunidades cristianas de dichos pa¨ªses, los que se consideran a s¨ª mismos seguidores escrupulosos de la fe cristiana est¨¢n m¨¢s predispuestos a favorecer la guerra que los que manifiestan una actitud m¨¢s liberal¡± (31 de diciembre de 1980, p¨¢gina 1289). ?C¨®mo se han visto afectadas tambi¨¦n muchas personas de pa¨ªses llamados cristianos por la actitud belicista de las iglesias? El profesor de ciencias pol¨ªticas, Reo M. Christenson, coment¨® sobre esta cuesti¨®n en la revista The Christian Century: ¡°El que los cristianos se adhieran, por una parte, a la fe del apacible Salvador y, por otra, apoyen con vehemencia guerras religiosas o nacionalistas ha perjudicado la fe y ha promovido el tipo de escepticismo religioso que, por siglos, ha sido caracter¨ªstico entre la gente pensadora¡± (25 de mayo de 1983). El columnista Mike Royko se?al¨® algunos ejemplos hist¨®ricos: ¡°Alemania est¨¢ repleta de cristianos de todas las confesiones. Pero de vez en cuando siente la necesidad de abrirse paso a tiros en Francia, Polonia y otras naciones cristianas. As¨ª mismo, Francia, en su apogeo napole¨®nico, no vacil¨® en pisotear toda la Europa cristiana. ¡±Desde luego ¡ªa?adi¨® Royko en son de burla¡ª hay ciertos beneficios de hacer la guerra contra personas de su propia fe. En primer lugar, si cae prisionero y muere, la oportunidad de recibir cristiana sepultura es mayor, lo cual siempre es m¨¢s agradable que el que le arrojen con los desechos. Por otra parte, en d¨ªas de festividades religiosas, pudiera ser que el ambiente de recogimiento espiritual del d¨ªa inspire al carcelero a darle una patada menos¡±.
5.- LA NAVIDAD DE¡¡.. El clero tal vez proteste, diciendo: ¡®Pero en este mundo moderno no se puede vivir seg¨²n las ense?anzas de Cristo¡¯. No obstante, en respuesta a esta objeci¨®n, el profesor Christenson escribi¨® lo siguiente: ¡°Creo que no nos vendr¨ªa mal el aplicar cuanto sabemos acerca de las ense?anzas de Jes¨²s y de su ejemplo a nuestro concepto de la guerra... especialmente de la guerra moderna. ¡±?Puede alguien imaginarse a Jes¨²s lanzando granadas de mano contra sus enemigos, disparando una ametralladora o un lanzallamas, arrojando bombas nucleares o disparando un ICBM [m¨ªsil bal¨ªstico intercontinental] que matar¨ªan o dejar¨ªan lisiados a millares de madres y ni?os? La pregunta es tan absurda que ni siquiera merece una respuesta. Si Jes¨²s no hubiera podido hacerlo sin traicionarse a s¨ª mismo, ?c¨®mo podr¨ªa uno hacerlo sin traicionarle a ¨¦l?¡±. ACTITUDES DE LAS IGLESIAS EN TIEMPO DE GUERRA: THE NEW YORK TIMESLunes 25 de septiembre de 1939.LAS IGLESIAS ANIMAN A LOS SOLDADOS ALEMANESLa iglesia protestante y la cat¨®lica instan a una victoria por el Reich y por una justa pazPor radio a THE NEW YORK TIMES FRANKFURT EN MAIN, Alemania, 24 de septiembre. Las iglesias alemanas protestante y cat¨®lica publican ahora en sus revistas extensas exhortaciones en las que explican los deberes del soldado que lucha en defensa de su pa¨ªs y amonestan al soldado alem¨¢n a luchar con la misma resoluci¨®n de San Miguel por una victoria alemana y una justa paz. En los peri¨®dicos cat¨®licos aparece en primera plana la figura del arc¨¢ngel blandiendo una espada de guerra y traspasando un drag¨®n con una lanza sagrada. En las di¨®cesis cat¨®licas al oeste y al sur de Alemania, el clero, encabezado por obispos y arzobispos, est¨¢ activamente ocupado trabajando en pro de los refugiados que han sido evacuados de los distritos que quedan en la frontera occidental. Muchos conventos se han transformado en hospitales y tanto monjes como monjas trabajan bajo la direcci¨®n de la Cruz Roja. Los obispos cat¨®licos de Alemania han emitido una carta pastoral que dice: ¡°En esta hora decisiva, exhortamos a nuestros soldados cat¨®licos a cumplir con su obligaci¨®n en obediencia al F¨¹hrer y a estar dispuestos a sacrificar todo inter¨¦s personal. ¡°Hacemos un llamamiento a todos los fieles para que se unan en oraci¨®n ardiente, a fin de que la divina providencia del Dios Todopoderoso conduzca esta guerra a un ¨¦xito bienaventurado y de paz para nuestra patria y naci¨®n.¡± Adem¨¢s, todos los obispos han enviado un mensaje especial a sus respectivas di¨®cesis, incluyendo el obispo de Rottenburg en Wurtemberg, quien hab¨ªa sido expulsado el a?o pasado de su di¨®cesis por haberse negado a votar en una convocatoria electoral nacional socialista. El cardenal arzobispo Bertram, cabeza de la congregaci¨®n episcopal alemana, emiti¨® un mensaje patri¨®tico similar a sus fieles, inst¨¢ndolos a que ¡°todo el que conf¨ªa en el Dios Todopoderoso sea de coraz¨®n firme¡±.
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