La Sanidad es un ¡®gruy¨¨re¡¯

La sanidad en Espa?a tiene cada vez menos de gratuita y universal. Camina hacia atr¨¢s. El a?o 2013 dej¨® una sanidad enferma que veta a los sin papeles, cierra urgencias rurales, recorta personal sanitario, cobra dos veces las medicinas, prescinde de tratamientos, pruebas y servicios, se cruza de brazos ante las listas de espera... Y parece que se encamina a convertir un servicio b¨¢sico en un negocio, como pretenden las comunidades que han intensificado la privatizaci¨®n de hospitales. Un desmantelamiento perpetrado en tiempo r¨¦cord: apenas han bastado dos a?os de Gobierno conservador espoleado por organismos internacionales obsesionados por el ahorro a toda costa. Esta nueva sanidad es m¨¢s injusta, seg¨²n la OCDE, que ha denunciado en un reciente informe un "serio riesgo" para la cobertura de las personas m¨¢s vulnerables. Ahora es el sistema sanitario el que se ha convertido en paciente; hagamos un recorrido por su enfermedad.

A Adri¨¢n Garc¨ªa la Comunidad Valenciana le retir¨® el pasado mayo la pr¨®tesis de rodilla por no pagar 152 euros. Es uno de los afectados por la ¨²ltima reforma sanitaria, que ha convertido los objetos ortop¨¦dicos, las muletas y las sillas de ruedas en accesorios financiados en parte por el paciente, que debe abonar el 10% del coste de farmacia del producto.

El ministerio separ¨® las prestaciones en tres categor¨ªas y cre¨® una "cartera suplementaria" de servicios dentro de la que se incluyen las pr¨®tesis ambulatorias, los productos diet¨¦ticos y el transporte sanitario no urgente. El objetivo del Gobierno fue en un primer momento que el paciente pagara adem¨¢s cinco euros por cada traslado no urgente en ambulancia, incluidos los enfermos cr¨®nicos. La pol¨¦mica abort¨® la iniciativa. Y la decisi¨®n de qui¨¦n debe usar este servicio qued¨® en manos de los m¨¦dicos.

En los centros de salud los trabajadores se quejan del material: de su calidad y su escasez. ¡°Me parece bien que no se derroche, pero no merece la pena tener material m¨¢s barato si para poner una cosa tienes que usar siete. Por ejemplo, los cat¨¦teres peque?itos para v¨ªas venosas son mucho peores y se te puede romper una vena por mal funcionamiento. Los ap¨®sitos para sujetarlos se despegan; hay que poner varios, cuando antes bastaba con uno¡±, explica C. S., enfermera del hospital extreme?o de M¨¦rida.

El problema no se limita solo a los guantes y las gasas. Fuentes del centro de salud Las Calesas, en el madrile?o distrito de Usera, denuncia que entre marzo y abril "faltaron las vacunas de la hepatitis A y B". "Ven¨ªan los padres con los ni?os y le ten¨ªamos que decir que no sab¨ªamos cu¨¢ndo las recibir¨ªamos".

"Llevo desde septiembre dando vueltas y dos veces me han ofrecido irme a la privada¡±. S. V. es una joven con p¨¦rdida temporal de la vista en un ojo. Para hacerse pruebas en el hospital de Ciudad Real, en septiembre de 2013, le dijeron que hab¨ªa entre 6 y 12 meses de espera. Tanto el oftalm¨®logo como el neur¨®logo le propusieron acudir a una cl¨ªnica privada para evitar la cola.

Seg¨²n fuentes m¨¦dicas del centro, para reducir listas, se derivan al sector privado las operaciones de neurocirug¨ªa, angiolog¨ªa, cirug¨ªa vascular, patolog¨ªa de columna y cirug¨ªa maxilofacial. "Hacen paquetes con las enfermedades", explica. El retraso en la prestaci¨®n de servicios afecta a otras comunidades. En Madrid, 30.000 mujeres se quedaron sin mamograf¨ªas preventivas en 2013. A mediados de enero, el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty, anunci¨® que la Comunidad hab¨ªa practicado 163.954 mamograf¨ªas voluntarias preventivas (un 8% m¨¢s que en 2012), por lo que acus¨® a los socialistas de mentir con las cifras de este asunto. El l¨ªder del PSOE de Madrid, Tom¨¢s G¨®mez, cuestion¨® la veracidad de las cifras.

El tiempo que pasa hasta que un paciente es llevado al quir¨®fano aument¨® de forma vertiginosa?en la segunda mitad de 2013: Madrid bati¨® en septiembre pasado su r¨¦cord, con 70.918 personas aguardando una intervenci¨®n. En Catalu?a llegaron a 79.300; y en Castilla-La Mancha, a 49.000, seg¨²n fuentes socialistas. Ya antes, en diciembre de 2012, en toda Espa?a 571.935 pacientes esperaban su turno, un 6,4% m¨¢s que seis meses atr¨¢s.

Dolores Raposo S¨¢nchez conversa con su farmac¨¦utico mientras otros clientes realizan sus compras. ¡°Hoy me he dejado 10 euros en Emportal; y el otro d¨ªa me gast¨¦ 30¡±. Su receta ocupa dos p¨¢ginas, incluye una veintena de productos. Antes de que entrara en vigor la reforma sanitaria, Raposo pagaba solo a trav¨¦s de sus impuestos, por ser pensionista. Los bolsillos de los jubilados y enfermos cr¨®nicos son los m¨¢s afectados por el copago.

Los pensionistas con una renta inferior a los 18.000 euros anuales pagan ahora el 10% de sus medicamentos, con un tope de ocho euros mensuales. Por encima de esa renta, el m¨¢ximo es de 18 euros al mes. ¡°Lo ideal ser¨ªa que nadie tuviera que pagar¡±, explica Fernando Redondo, presidente de la Federaci¨®n Empresarial de Farmac¨¦uticos Espa?oles, ¡°pero los recursos son limitados y sin copago se puede crear una conciencia del todo gratis¡±.

En su opini¨®n, est¨¢ bien que los parados de larga duraci¨®n no abonen nada, y considera que el tope para los pensionistas, que oscila entre los 2,67 y los 4,13 euros por producto, es asumible. Algunas comunidades se han mostrado en contra de este sistema. Pa¨ªs Vasco comenz¨® a devolver en noviembre el importe que los pensionistas y otros colectivos vulnerables pagan en la farmacia para sortear el copago.

La ministra de Sanidad, Ana Mato, llama "participaci¨®n" al copago de 42 medicamentos dispensados en hospitales a pacientes no ingresados. Entr¨® en vigor en octubre, pero no todas las comunidades lo han implantado. Catalu?a, Baleares y Asturias se negaron; y Mato ha dado de plazo finales de enero de 2014. El ministerio no aclara, sin embargo, qu¨¦ medidas tomar¨¢ con las que lo incumplan.

Los pacientes con c¨¢ncer lo notar¨¢n especialmente, seg¨²n un informe de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer. Aunque la principal medicaci¨®n de estos enfermos es la quimioterapia ¨Cque sigue siendo gratuita¨C, tambi¨¦n consumen unos f¨¢rmacos espec¨ªficos que solo se dispensan en las farmacias de los hospitales. Esta medida tiene problemas pr¨¢cticos a?adidos. "Los hospitales ni siquiera tienen medio para cobrarlos", explica el presidente de los empresarios farmac¨¦uticos.

¡°Los dolores son insoportables, para ir al hospital tengo que llamar a la ambulancia y a veces me tienen que internar un par de d¨ªas hasta que los supero¡±. El testimonio de Jos¨¦ (nombre ficticio) es uno de los que recoge la plataforma Yo S¨ª, Sanidad Universal para protestar contra la retirada de tarjetas sanitarias. Aproximadamente, 150.000 personas sin permiso de residencia (inmigrantes indocumentados) han perdido la tarjeta sanitaria en Espa?a entre 2012 y 2014, seg¨²n c¨¢lculos de EL PA?S.

Entre todos los indocumentados, solo los menores de 18 a?os y las embarazadas (y madres con beb¨¦s) conservan su derecho absoluto a la sanidad. En el caso de Jos¨¦ le atienden cuando entra por Urgencias a su centro, pero ya no tiene consulta con su doctor de cabecera. La organizaci¨®n M¨¦dicos del Mundo y las plataformas como Yo S¨ª realizan campa?as de concienciaci¨®n entre los profesionales sanitarios para atender a todo el mundo. Cuando se aprob¨® la medida, m¨¢s de 1.700 miembros de este colectivo se declararon objetores.

V¨ªdeo de la plataforma Yo S¨ª, Sanidad Universal.

Los espa?oles han perdido en el ¨²ltimo a?o m¨²ltiples prestaciones que estaban cubiertas por la Seguridad Social. Por ejemplo, las mujeres solas y las lesbianas, as¨ª como las mayores de 40 a?os, quedaron excluidas de la reproducci¨®n asistida (como la inseminaci¨®n artificial y la fecundaci¨®n in vitro). Al presentar la medida, en julio de 2013, la ministra Mato asegur¨® que no hab¨ªa motivos ideol¨®gicos, sino una mera necesidad de ¡°priorizar" gastos. El tijeretazo tambi¨¦n ha sido selectivo en distintas comunidades aut¨®nomas. La vacuna del neumococo, que cuesta 78 euros en farmacia y hasta 2011 se pon¨ªa de forma gratuita en Madrid, dej¨® de ofrecerse a los ni?os.

Una de las m¨¢s controvertidas medidas de ahorro tomada por distintos Gobiernos auton¨®micos ha sido el cierre de centros de urgencias nocturnos. La Junta de Castilla-La Mancha justific¨® la clausura de 21 puntos de atenci¨®n continuada en enero de 2013 alegando que se trataba de un ¡°despilfarro¡± debido a la baja afluencia de pacientes. Pero en marzo el Gobierno regional derog¨® la orden, tras ser temporalmente paralizada por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad. Donde no se ha dado marcha atr¨¢s ha sido en Catalu?a, con 60 puntos cerrados en horario nocturno en 2011.?Madrid, Castilla y Le¨®n, Extremadura, Murcia y Navarra tambi¨¦n han adoptado esta medida.

Espa?a siempre ha sido de los pa¨ªses de la UE con menor n¨²mero de camas por habitante. No hay cifras oficiales sobre el cierre de ¨¢reas hospitalarias y los datos del Ministerio de Sanidad no indican cu¨¢ntas camas han desaparecido por la crisis. En verano, los recortes presupuestarios puestos en marcha por las comunidades aut¨®nomas incrementaron las camas fuera de servicio. Es el caso de la Comunidad Valenciana, que en 2012 cerr¨® 330 camas m¨¢s que durante el verano de 2011 para ahorrar cinco millones. En 2013, la Consejer¨ªa de Sanidad de Galicia anunci¨® el cierre de 50 camas en Vigo. La muerte de una octogenaria en la sala de emergencias en marzo del mismo a?o evidenci¨® la saturaci¨®n del servicio de esta ciudad gallega, que ten¨ªa a 25.000 personas esperando a ser ingresadas.

En 1990, hab¨ªa 4,3 camas por cada 1.000 habitantes en Espa?a; en 2011, pas¨® a 3,2 ¡ªla media de la OCDE en ese ¨²ltimo a?o era de 4,8¡ª. Esta disminuci¨®n es el resultado de la reducci¨®n de la duraci¨®n de estancia en el hospital y el aumento de intervenciones quir¨²rgicas realizadas en un mismo d¨ªa, seg¨²n los mismos datos.

Un trato "innecesariamente vejatorio" y una actuaci¨®n de la consejer¨ªa que demostr¨® el "desprecio" a los facultativos. As¨ª calific¨® el Colegio de M¨¦dicos de Madrid la jubilaci¨®n forzosa de 700 profesionales ¡ª500 seg¨²n la Comunidad¡ª en mayo de 2013. Para cubrir estas bajas, la consejer¨ªa convoc¨® solamente 31 plazas de m¨¦dico en hospitales p¨²blicos. Si a este proceso se a?aden los despidos, sale la cifra total: en Madrid hay 5.462 trabajadores menos (de todos los sectores) que en 2011 en la sanidad p¨²blica, seg¨²n datos de Hacienda.

Adem¨¢s, los trabajadores han visto empeorar sus condiciones laborales en los ¨²ltimos dos a?os: principalmente sufren una mayor carga asistencial y explican que est¨¢n haciendo esfuerzos suplementarios para que los pacientes no sufran los recortes. ¡°El ciudadano nota las reformas en Sanidad a los 10 a?os¡±. Eduardo Garc¨ªa del Castillo es m¨¦dico, jefe de secci¨®n en el hospital universitario de Ciudad Real. "Por ahora, lo que m¨¢s ha cambiado en la Sanidad p¨²blica es que los profesionales se han concienciado de que deben defenderla", explica Paulino Cubero, jefe de secci¨®n en el Centro de Salud General Ricardos en Madrid.

Las Mareas Blancas, formadas principalmente por profesionales, que comenzaron a echarse a la calle en 2011 continuaron hasta finales de 2013 en algunas comunidades como Madrid debido a la conjunci¨®n de la privatizaci¨®n de seis hospitales con las medidas de recorte. [El 27 de enero el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, da marcha atr¨¢s a este proceso de privatizaci¨®n y su consejero de Sanidad, Javier Fern¨¢ndez Lasquetty, dimite. Ambas decisiones a ra¨ªz de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid rechazara el recurso del Gobierno auton¨®mico contra la paralizaci¨®n del proceso privatizador].?

No es as¨ª en toda la Pen¨ªnsula: "Los trabajadores han llegado a un punto en el que todo se traga, aunque hay mucho descontento", explican fuentes del hospital de M¨¦rida.

"Me ingresaron cinco d¨ªas despu¨¦s de darme el alta con una infecci¨®n en el pecho. Me tuvieron que operar de vida o muerte". Miguel (nombre ficticio), un joven madrile?o de 24 a?os, ha denunciado al hospital 12 de Octubre por una supuesta alta precipitada. La asociaci¨®n de v¨ªctimas de negligencias m¨¦dicas Ani Benavent ha visto aumentar sus consultas un 30% en los ¨²ltimos a?os. Su presidenta, Fina Benavent, achaca al tijeretazo en Sanidad este incremento en las consultas por supuestas negligencias. Pero aunque han subido los afectados, cuesta mucho que lleguen a denunciar por la subida de las tasas judiciales.

La asociaci¨®n Defensor del Paciente denunci¨® en septiembre al Ministerio de Sanidad por omisi¨®n de socorro y homicidio imprudente en las listas de espera. Esta misma asociaci¨®n public¨® en su Memoria de 2012 que las quejas por supuestas negligencias aumentaron a 13.782 ese a?o, 772 m¨¢s que en 2011. Seg¨²n esta asociaci¨®n, de los 692 casos recibidos de personas supuestamente fallecidas por errores m¨¦dicos, el principal motivo fue un error de diagn¨®stico, aunque tambi¨¦n apuntaron a razones como altas precipitadas, infecciones hospitalarias o retrasos en ambulancias.

"Estamos sufriendo una contrarreforma sanitaria", sentencia Marciano S¨¢nchez-Bayle, jefe de Pediatr¨ªa del hospital Ni?o Jes¨²s en Madrid. "Es un proceso paralelo de recortes, desmantelamiento y privatizaci¨®n con el argumento de que viv¨ªamos por encima de nuestras posibilidades¡±. Seg¨²n la OCDE, la salud p¨²blica en Espa?a es superior a la de Alemania, Reino Unido y Francia. Y aun as¨ª es de las m¨¢s baratas de la UE: en 2011 el porcentaje del PIB invertido en Sanidad fue del 9,30%, precisamente por debajo de estos tres pa¨ªses. Recientemente la agencia Bloomberg design¨® a Espa?a como el quinto pa¨ªs m¨¢s eficiente del mundo en su sistema sanitario y el primero de la UE.

Los presupuestos sanitarios per c¨¢pita de las comunidades cayeron un 8% entre 2008 y 2013. El dato fue calculado por este suplemento dividiendo el presupuesto de cada comunidad por su poblaci¨®n, con datos del INE y del Ministerio de Sanidad. Este recorte ha obligado ¡°a parar en seco las inversiones y congelar plantillas y salarios¡±, explica Jos¨¦ Ram¨®n Repullo, profesor de Planificaci¨®n y Econom¨ªa de la Salud en la Escuela Nacional de Sanidad. No hay necesariamente un plan detr¨¢s de los recortes. ¡°El ministerio busca desesperadamente la reducci¨®n del gasto p¨²blico y no se preocupa de identificar la l¨ªnea que separa la austeridad del ¡°austericidio¡±.