Dos vidas en la noria

"Estamos cayendo. Puedes estar trabajando, pero no hay suelo bajo nuestros pies". En estas palabras Ra¨²l Rubio, aut¨®nomo, sintetiza lo que ha aprendido del fracaso, de dormir en la calle, de no tener un euro en el bolsillo. Ahora ha dejado atr¨¢s todo aquello gracias a su empresa de videojuegos. La otra cara del trabajo por cuenta propia es Ram¨®n Sanz, un madrile?o de 41 a?os, que ha pasado de cobrar m¨¢s de 2.000 euros al mes a quedarse solo en su empresa. ¡°La seguridad no existe para nadie¡±, sentencia Rubio, navarro de 37 a?os. Entre mayo de 2008 y diciembre de 2013 se dieron de baja 192 aut¨®nomos al d¨ªa.

En los tres ¨²ltimos a?os, sus vidas han dado un giro radical pero en direcciones opuestas. Uno se sienta en su confortable despacho en la c¨¦ntrica plaza de Col¨®n de Madrid y el otro atiende a sus clientes en un local gris y sin calefacci¨®n del barrio obrero de Vallecas. Ra¨²l Rubio cre¨® en noviembre de 2009, junto a su mujer, una compa?¨ªa independiente de videojuegos, Tequila Works.

En un sector que mueve m¨¢s de 800 millones de euros al a?o en Espa?a, la multinacional Sony ha apostado por ellos y comercializar¨¢ el juego que su equipo est¨¢ desarrollando: Rime, para la videoconsola Play Station 4. Ram¨®n Sanz, en cambio, regenta una empresa familiar de electricidad que tiene 25 a?os de vida. Ahora es el ¨²nico empleado. Arrastrado por la crisis inmobiliaria, tuvo que despedir a los ocho trabajadores que ten¨ªa porque las constructoras dejaron de contratar.?

Como ocurri¨® con la mayor¨ªa de pymes espa?olas, que suponen el 99,88% de las compa?¨ªas del pa¨ªs, seg¨²n el Directorio Central de Empresas del INE, el volumen de negocio de Electro Inform¨¢tica, la firma de Sanz, empez¨® a bajar a partir de 2009. Solo le qued¨® una manera de sobrevivir: despedir o echar el cierre. ¡°Es muy duro, despu¨¦s de tantos a?os, ver que no tienes otra soluci¨®n que llegar al despido. Es una situaci¨®n desagradable para las dos partes¡±. Hoy gana 720 euros. ¡°Cuando puedo cobrarlos¡±, matiza. Recuerda que la ¨²ltima vez que se tom¨® unas vacaciones fue ¡°hace cuatro a?os¡±.

Desde su empresa, un peque?o local al que se accede por una puerta trasera, se ven una oficina de empleo, garajes y peque?os comercios con alguna pintada. Desde la compa?¨ªa de Rubio, de dise?o moderno, la gigantesca bandera de Espa?a que preside la plaza de Col¨®n.

¡°He visto y he dejado familias rotas por el camino¡± Ra¨²l Rubio

Pero el camino de este empresario no fue f¨¢cil. ¡°Llegu¨¦ a dormir en la calle dos veces¡±, confiesa. Hubo un momento en el que se quedaron sin fondos pero, ante los empleados, intentaba aparentar que todo iba bien. ¡°No ten¨ªa dinero para el autob¨²s, ni para un bocadillo¡­¡±. En esa ¨¦poca viv¨ªa en los sof¨¢s de amigos y com¨ªa de lo que le daban, aunque de vez en cuando se permit¨ªa ¡°el lujo¡± de comprar ¡°en Dia¡±.

Sobre su nuevo estatus, destaca que el dinero le da libertad de creaci¨®n, vital en un sector como el suyo. En Tequila Works trabaja gente con experiencia en grandes estudios como Pixar o Lucasfilm. El a?o pasado consigui¨® unos beneficios de entre nueve y doce millones de euros gracias a las 600.000 copias vendidas de Deadlight ¡ªel primer videojuego de fabricaci¨®n espa?ola candidato a un premio Bafta, que la academia brit¨¢nica de cine y televisi¨®n otorga al sector desde 2003¡ª.

Ram¨®n Sanz solo vio una manera de sobrevivir: despedir o echar el cierre

Aunque hoy emplea a unas 40 personas, a los que paga un salario entre 1.000 y 2.000 euros, su vida sigue siendo austera ¡ª¡°Cuando me voy de vacaciones lo que quiero es coger una mochila y perderme¡±¡ª, ya que ¡°todo¡± lo que gan¨® con el ¨²ltimo juego lo invirti¨® en el nuevo proyecto. Pero valora tener un piso en propiedad ¡ªhoy vive cerca del parque de Retiro¡ª y hacer la compra en el mercado. El metro cuadrado en el c¨¦ntrico distrito en el que habita asciende a 3.495 euros. En Vallecas, donde vive Sanz, el precio baja a 2.100 euros, seg¨²n la web idealista.com.

El due?o de la empresa el¨¦ctrica explica que, gracias al salario mileurista de su mujer, auxiliar de enfermer¨ªa, la familia puede pagar la hipoteca y alimentar a sus dos hijos, de tres y seis a?os. Con la crisis ha aprendido, como Rubio, a ¡°capear el temporal¡±. ¡°Te tienes que amoldar¡­ si hay ingresos cobras y, si no los hay, no¡±, dice resignado. "Necesitas mirar un poco el futuro y echarle narices¡±.

M¨¢s felices se muestran Rubio y su pareja, que acaban de tener su primer hijo. Al ser preguntado por la familia, destaca ¡°la enorme suerte¡± de tener una esposa que le ha apoyado en todo. "Incluso cuando nos ¨ªbamos a suicidar financieramente¡±. Lleg¨® a poner capital de su bolsillo en la empresa, adem¨¢s de ocuparse de la administraci¨®n. ?l tambi¨¦n sabe lo que es mandar a gente a la calle: "He visto y he dejado familias rotas por el camino¡±.