Gobernar o agitar
La carta de Mas a los primeros ministros de la UE exhibe confusi¨®n sobre los destinatarios
De su carta a los 28 jefes de Estado o de Gobierno de la Uni¨®n Europea (UE), el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha excluido a uno, el primer ministro espa?ol, con quien a veces asegura que pretende el di¨¢logo, y sobre todo se queja de no obtenerlo: coherente consecuencia del documento de su Consejo de Transici¨®n que le recomendaba mantener la mejor alianza y entendimiento con Espa?a¡ tras separarse de ella. Pero no es esta la principal paradoja ni el ¨²nico desprop¨®sito de tan escueto texto, escrito por lo dem¨¢s en un ingl¨¦s de textura gramatical deleznable.
Esta emotiva misiva adolece de la misma inconsecuencia que otros hitos del proceso catal¨¢n: la confusi¨®n. Porque no es una carta para establecer correspondencia cruzada (por eso se ha filtrado) y porque no es un texto realmente dirigido a sus te¨®ricos destinatarios ¡ªcomo lo indica que nadie la haya contestado¡ª, sino redactado para ser utilizado como elemento de agitaci¨®n en favor del independentismo, aunque aparente presionar a favor de un refer¨¦ndum. El juego entre objetivos (declarados) y fines (realmente perseguidos) empez¨® con el uso de un lenguaje polis¨¦mico, suavemente enga?oso, a favor de un ¡°Estado propio¡± (por independiente). Sigui¨® con una declaraci¨®n de soberan¨ªa, que no la declaraba de hecho, sino que mostraba delectaci¨®n por el concepto. Continu¨® con un ¡°pacto por el derecho a decidir¡±, cuando ya las instituciones hegemonizadas por CiU y Esquerra hab¨ªan predeterminado el sentido de las decisiones a tomar. Y culmin¨® en la formulaci¨®n de una esot¨¦rica pregunta para plantear en un refer¨¦ndum que jam¨¢s se celebrar¨¢, al menos con la actual ausencia de apoyos m¨¢s all¨¢ de sus padrinos, y con el formato, orientaci¨®n, contenido y calendario pretendidos.
Esta carta ratifica que el presidente de la Generalitat se ocupa principal y casi ¨²nicamente de la agitaci¨®n cotidiana, m¨¢s que de gobernar las cosas e intereses inmediatos de los ciudadanos catalanes. Por eso el ejercicio de 2013, primero de la actual legislatura, ha carecido de presupuesto y el Parlamento aut¨®nomo, de otra actividad que la propagand¨ªstica: ha aprobado una ¨²nica, solitaria ley.
La misiva a los l¨ªderes europeos se acompa?a de un memor¨¢ndum en el que la Generalitat se enreda de nuevo sobre la esencial cuesti¨®n europea. Ahora vuelve a sostener la enso?aci¨®n de que la segregaci¨®n no apartar¨ªa a Catalu?a de la UE, a diferencia de lo que hace poco reconoci¨® el propio Mas a La Reppublica. Contra lo que sostienen algunos ultras, no hay nada punible en todas estas salidas de tiesto, porque al rid¨ªculo no se le contrarresta ni con el C¨®digo Penal, ni con los tanques, ni con la suspensi¨®n o destrucci¨®n del Estado auton¨®mico. Se le retrata con argumentos. Y de eso sigue faltando mucho. ?Qu¨¦ gran distancia con la calidad de los documentos, ya segregacionistas, ya unionistas, del debate brit¨¢nico-escoc¨¦s!
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