Todos podemos ser felices
La depresi¨®n es un trastorno que impide el funcionamiento diario; la tristeza es otra cosa Disfrutar de la vida depende de valorar lo realmente importante y evitar recrearse en lo negativo
¡°?Por qu¨¦ est¨¢s triste?¡±. ¡°No lo s¨¦, no s¨¦ qu¨¦ me pasa, tengo una pena encima todo el d¨ªa. Miro a mi alrededor y deber¨ªa ser feliz, porque lo tengo todo: una casa bonita, una pareja que me quiere, unos hijos sanos, tengo amigos, pero no consigo disfrutar de la vida¡±.
La felicidad generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, sino con peque?as cosas que ocurren todos los d¨ªas¡± Benjamin Franklin
La tristeza no siempre lleva a una depresi¨®n. Eso son palabras mayores que se refieren a un trastorno psicol¨®gico que impide el funcionamiento cotidiano. Hasta lo m¨¢s sencillo, como arreglarse, cocinar y comer de forma equilibrada, se convierte en un mundo. La depresi¨®n afecta a su vida personal, familiar, laboral y social. El futuro se contempla como un lugar desolador, y algunos afectados pierden hasta las ganas de vivir. La persona con depresi¨®n suele requerir tratamiento farmacol¨®gico y psicol¨®gico.
Pero ?y la tristeza, esa p¨¦rdida de ilusi¨®n, la sensaci¨®n de vivir a medias, esa dificultad para sentir placer? Afecta a much¨ªsima gente. No llega a incapacitar, pero s¨ª los sumerge en una vida gris, pobre en emociones, en la que el tiempo pasa sin dejar huella.
?Por qu¨¦ hay personas que disfrutan de la vida y otras que no? Aqu¨ª tiene algunas claves, que adem¨¢s dependen de usted.
Tener otro ritmo de vida. Huya de la ¡°prontoman¨ªa¡±. Es la obsesi¨®n por contestar a todo de forma inmediata, pronto, ya, como si el mundo se fuera a acabar en los pr¨®ximos segundos. Las nuevas tecnolog¨ªas le est¨¢n quitando los mismos minutos que cree que adelanta dando respuesta a todo ipso facto. Frene, pare. Usted y su entorno han decidido que son urgentes tareas que no lo son. Reeduque a sus compa?eros de trabajo, amigos y familia.
Para conectarnos
PEL?CULA
'En busca de la felicidad',
dirigida por Gabriele Muccino
y protagonizada por Will Smith
M?SICA
'Color esperanza', de Diego Torres
LIBRO
'El guerrero pac¨ªfico', de Dan Millaman
(Books4Pocket)
Pasar de la fantas¨ªa a la acci¨®n. En mis conferencias suelo preguntar a los asistentes: ?si pudiera elegir ahora con su varita m¨¢gica otra vida en la que no fuera profesionalmente quien es, a qu¨¦ le gustar¨ªa dedicarse? Nadie contesta ¡°ser millonario¡±. La mayor¨ªa de las respuestas est¨¢n relacionadas con actividades o formaci¨®n a la que uno puede acceder cuando quiera: ¡°ser¨ªa cocinero, fot¨®grafa, m¨²sico, dar¨ªa la vuelta al mundo en bicicleta, escribir¨ªa un libro¡¡±. Casi todo tiene que ver con la parte m¨¢s creativa de las personas y con nuestra capacidad para expresar nuestro talento. Son profesiones, pero pueden ser hobbies. ?Por qu¨¦ no organiza su agenda y busca tiempo para apuntarse a un curso de cocina, o de fotograf¨ªa, o para hacer m¨¢s deporte? Igual deber¨ªa establecerlo como una prioridad. Le har¨¢ m¨¢s feliz que cualquier antidepresivo.
Busque el placer con los amigos y familia, y disfrute de la vida social. Un estudio del investigador y profesor en psicolog¨ªa Richard Wiseman demostr¨® que somos m¨¢s felices con las experiencias que vivimos con amigos y los viajes que hacemos que con cualquier objeto material que compramos. Nos da felicidad los momentos que compartimos, las risas, y lo recordamos siempre como un placer, mientras que el valor de lo que compramos se olvida r¨¢pidamente. Invierta tiempo en experiencias, le ser¨¢ m¨¢s gratificante que lo que gasta en comprar ropa, zapatos o relojes.
No deje para la jubilaci¨®n todo lo que tiene pendiente: leer, aprender a dibujar o bailes de sal¨®n. Las personas se preocupan tanto por el futuro que dejan de vivir y ser felices en el presente. Ser responsable con las obligaciones es genial, pero tener la agon¨ªa de que nunca puede estar tranquilo es un sinvivir. La vida tiene tanto de incertidumbre que es imposible mantenerlo todo bajo control. Disfrute de lo que la vida le ofrece con las personas que quiere. Ahora, aqu¨ª y en este momento.
Bese, toque, achuche, busque el calor. El afecto y el amor son grandes fuentes de bienestar. A las personas les gusta sentirse queridas, y las muestras de afecto son la prueba m¨¢s sincera y directa de amor. Toque incluso a la gente m¨¢s lejana, mire con cari?o a quien le atiende en una cafeter¨ªa, ver¨¢ c¨®mo recibe enseguida una respuesta rec¨ªproca. El afecto se siembra.
Esperar cosas buenas de la vida. Significa tener esperanza. ?Hasta ahora ha tenido ¨¦xito en su vida cuando se ha dedicado a anticipar las desgracias? No, rotundo. Pensar que va a tener suerte y creer que su momento le espera a la vuelta de la esquina le permite implicarse con m¨¢s esfuerzo y dedicaci¨®n en sus proyectos. Y lo har¨¢ porque espera obtener un resultado. Pero si piensa que la vida no le depara nada bueno, bajar¨¢ los brazos y no se esforzar¨¢. La esperanza es una fuente de motivaci¨®n, le empuja para darlo todo. Es la profec¨ªa autocumplida. Espere tambi¨¦n cosas buenas de las personas, ¡°bieninterprete¡± las intenciones y comentarios que reciba.
D¨¦ otro valor a lo que siente. Las emociones son buenas todas, incluso las que cree que le hacen da?o. Se necesita el miedo, la ansiedad y la tristeza. Son term¨®metros. El miedo y el estr¨¦s le advierten de que existen amenazas, y su tristeza, de que algo va mal. Pero el term¨®metro solo es el pistoletazo de salida, no un aviso para que nos recreemos en lo mal que nos encontramos. Deje el victimismo de lado, le hace d¨¦bil y no le permite reaccionar. Sus emociones son el aviso de que tiene que reaccionar. Si la amenaza es verdadera, luche, corra, y si lo est¨¢ pasando mal, act¨²e e introduzca un cambio en su vida. Si espera que las circunstancias cambien para empezar a dar pasos, igual se queda sentado toda la vida. Y no exagere lo que siente, no le da m¨¢s valor del que tiene. Si decide dedicarle toda su atenci¨®n, sentir¨¢ las emociones m¨¢s intensas de lo que son. Deje la hipervigilancia para otros temas y busque algo que le cambie el estado de ¨¢nimo: la m¨²sica, una charla con amigos, pasear, maquillarse y un largo etc¨¦tera.
Tanto si cree que puede como si no, tiene raz¨®n¡± Henry Ford
Compararse. Siempre hemos dicho que uno es como es y que no debe compararse con nadie. Pero a veces las personas se vuelven el ombligo del mundo y pierden la perspectiva de lo afortunadas que son en la vida. Solo se miden con su estado de bienestar anterior o con quienes tienen m¨¢s suerte o est¨¢n mejor posicionadas. Rara vez se comparan con quien sufre, con quien tiene dificultades o con quien no tiene trabajo o menos recursos econ¨®micos. Sea emp¨¢tico, p¨®ngase en ese lugar, ver¨¢ c¨®mo su vida no es tan miserable. Y si fuera capaz de echar una mano a personas m¨¢s desfavorecidas, comprobar¨ªa c¨®mo recupera la ilusi¨®n por detalles de su propia existencia a los que ahora no da ning¨²n valor.
Conv¨¦nzase de que merece ser feliz. ?Por qu¨¦ tiene esa idea absurda de que en esta vida estamos para sufrir? Estamos para disfrutar y para sacarle todo el jugo que se pueda. Hay personas a quienes les da miedo ser felices. Tienen la creencia completamente irracional que relaciona este sentimiento con sentirse culpables y atraer las desgracias. Un pensamiento del tipo ¡°estoy tan feliz que algo malo tiene que llegar¡±. Estas ideas les llevan a frenar su estado de bienestar, por miedo a tentar a la mala suerte y que se pongan enfermos o se muera alguien o pierdan el trabajo. No hay una relaci¨®n directa entre disfrute y que vengan mal dadas. Lo cierto es que la vida trae buenos y malos momentos, no siempre controlables por nosotros. As¨ª que es normal encontrarse con piedras y dificultades en el camino, pero no son la consecuencia de que seamos felices, sino de que se tienen que vivir y nos pasan a todos, vienen en el reparto de la vida. Hay que buscar y provocar nuestros estados de paz y felicidad personales.
La felicidad no se compra, sino que se deleita en cada momento de nuestra vida. Deje de invertir en cosas y h¨¢galo en tiempo, risas, cenas, una buena copa de vino, disfrutar de la amistad, de un caf¨¦, de una llamada de tel¨¦fono relajada, de un paseo, de los detalles que se le escapan buscando la felicidad en el mapa del tesoro. Claro que podr¨ªa estar mejor de lo que est¨¢, usted, su vecino y yo tambi¨¦n. Pero pensar en ello le limita. Disfrute lo que tiene y no deje de esforzarse para seguir viviendo experiencias.
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