Chevron busca una segunda oportunidad en el Delta del N¨ªger
Esta entrada ha sido escrita por Eduardo Ramos Su¨¢rez(@Eduardoramossua), especialista en la Gobernanza de los Recursos Naturales.
Cartel de campa?a de la organizaci¨®n Justice In Nigeria Now.
"Si vais a nuestras comunidades no se ve la presencia del gobierno: no hay carreteras, no hay colegios..." As¨ª empieza un interesante documental de la Harvard Kennedy School of Government, The only government we see(El ¨²nico Gobierno que conocemos),donde se explica a trav¨¦s distintos testimonios c¨®mo la compa?¨ªa petrolera estadounidense Chevron supo resolver los conflictos con las comunidades locales del Delta del Niger que paralizaron su actividad petrolera durante 18 meses.
A trav¨¦s de distintos testimonios, el documental explica c¨®mo la compa?¨ªa petrolera Chevron supo mejorar sus relaciones con las comunidades locales del Delta del N¨ªger (32 millones de habitantes, de los cu¨¢les la mitad viven en la pobreza extrema), donde desarrollaba su actividad extractiva. Los cambios llegaron despu¨¦s de un pol¨¦mico historial de consecuencias medioambientales y de 18 meses de inactividad provocada por los conflictos que ocurrieron en esta zona. Esta crisis tuvo su origen en los enfrentamientos entre los grupos ¨¦tnicos Ijaw y Itsekiri que produjeron cientos de muertes, el desplazamiento de miles de personas y la destrucci¨®n de innumerables propiedades. Aunque estos conflictos ten¨ªan una dimensi¨®n ¨¦tnica, el trasfondo era fundamentalmente una lucha por los recursos generados por el petr¨®leo.
Lo novedoso es que, en vez de imponer sus propios programas de filantrop¨ªa, la empresa cre¨® un clima de mayor entendimientoa trav¨¦s de una actitud m¨¢s participativa, dialogante y receptiva a las necesidades y demandas de las comunidades locales, lo que permiti¨® volver a operar y tambi¨¦n mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Con la creaci¨®n del Niger Delta Partnership Initiative (NDPI,una organizaci¨®n semi-independiente con fuertes ra¨ªces locales y un presupuesto inicial de 50 millones de d¨®lares), Chevron ofrece unnuevo enfoque de compromiso con las comunidades en el que seanellas quienes definan sus modelos de desarrollo a trav¨¦s de los programas de desarrollo sostenible de la compa?¨ªa.
No se puede dudar de que estas experiencias de "vinculaci¨®n con las comunidades" son positivas y pueden ayudar a que las poblaciones locales, al menos parcialmente, mejoren su vida. Despu¨¦s de a?os en el disparadero, la iniciativa de Chevron ha despertado un considerable inter¨¦s entre los profesionales y hoy la NDPI trabaja con agencias oficiales de desarrollo como USAid o la GIZ alemana.
Quiz¨¢ lo m¨¢s terriblemente conmovedor de este documental es ver como los habitantes de estas poblaciones hablaban de Chevron como el ¨²nico Gobierno que conoc¨ªan, "the only sheriff in town" como dir¨ªan los anglosajones coloquialmente. Dicho de otro modo,una ausencia total de un Estado, el nigeriano, cuyo ¨²nico papel era poner la mano para recibir el dinero de los impuestos y los derechos relacionados con la explotaci¨®n del petr¨®leo (en este pa¨ªs estos pagos suponen m¨¢s del 80% de sus ingresos fiscales). Lamentablemente, esta indiferencia del Estado por el pueblo no es un fen¨®meno aislado que solamente haya pasado en Nigeria: basta ver el caso de pa¨ªses como el Per¨² donde, por ejemplo, en la regi¨®n de Cajamarca las comunidades locales que se opon¨ªan al proyecto multimillonario aur¨ªfero de Conga se sent¨ªan ignoradas por el Gobierno central en referencia a sus demandas. Esta situaci¨®n deriv¨® en un conflicto que provoc¨® la paralizaci¨®n del proyecto, varias muertes y una profunda crisis de gobierno que deriv¨® en la declaraci¨®n del estado de emergencia.
En muchas ocasiones, ante una ausencia total del Estado como interlocutor y garante de los derechos de las comunidades locales, estas han encontrado en el conflicto el ¨²nico mecanismo para articular sus demandas a un Estado que no est¨¢ ni se le esperay que se posiciona del lado de los intereses de las compa?¨ªas.
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