Loter¨ªa de facturas

Portugal va a ensayar un novedoso sistema para intentar reducir la econom¨ªa sumergida: sortear coches entre los ciudadanos que paguen mediante factura, es decir, con IVA. Calcula el Gobierno que el n¨²mero de facturas con IVA aumentar¨¢ as¨ª en un 50% y se elevar¨¢ en la misma proporci¨®n la recaudaci¨®n de impuestos. Es una vuelta de tuerca en la pol¨ªtica de la zanahoria frente a la del palo.

Es curioso que en ciertos ¨¢mbitos la ¨²nica forma de hacer cumplir la ley sea a trav¨¦s del uso de estas zanahorias frente a los palos de las multas, el embargo o la c¨¢rcel. En pol¨ªticas fiscales, en cambio, abundan regalos e incentivos, exenciones y, ahora tambi¨¦n, premios. Por cada 10 euros pagados con IVA los portugueses obtendr¨¢n un cup¨®n: a m¨¢s dinero gastado de forma legal, m¨¢s cupones tendr¨¢ el ilusionado contribuyente para lograr alguno de los coches de gama media y alta que sortear¨¢ el Estado. Uno a la semana, hasta alcanzar un gasto de 10 millones de euros anuales; una pol¨ªtica barata, en definitiva, pero atractiva.

En Portugal, pa¨ªs rescatado en el que se ha cebado la crisis de la deuda, el IVA escal¨® hasta el 23% y desde entonces las quejas de los comerciantes y la evasi¨®n fiscal no dejan de crecer. Los c¨¢lculos oficiales hablan de hasta un 25% de econom¨ªa sumergida, lo que supone una aut¨¦ntica ruina para las arcas estatales. De ah¨ª que se hayan establecido nuevas multas para los defraudadores y beneficios fiscales para los que adjunten facturas legales en el IRPF. El sorteo de autom¨®viles es ahora la medida estrella. Se ha bautizado como La factura de la suerte, y est¨¢ por ver su resultado cuando se conozcan los datos.

Lo m¨¢s llamativo del sorteo no es ya que sea un sistema barato, sino que junto al premiado hay un claro ganador: el sector del autom¨®vil. En Espa?a ya se han puesto en marcha cinco planes PIVE dotados cada uno con entre 70 y 150 millones. Se trata de incentivar la compra de coches, un art¨ªculo de consumo que genera muchos puestos de trabajo. Ahora, La factura de la suerte portuguesa incentiva el pago de impuestos y, de paso, al mismo sector, que para lograr el premio gordo no necesita ni cupones.