De cine
Frente a los cineastas espa?oles que han conseguido reconocimiento internacional,quisiera saber qu¨¦ influencia o simple inter¨¦s despiertan nuestros pol¨ªticos fuera de nuestras fronteras.
Varios directores de cine espa?ol y algunos de nuestros actores y actrices han alcanzado un prestigio internacional, cosa que no se puede afirmar de esos periodistas y pol¨ªticos que por pura ideolog¨ªa los desprecian o ridiculizan llam¨¢ndoles titiriteros. De hecho no hay en el periodismo ni en la pol¨ªtica de este pa¨ªs figuras que actualmente puedan medir su nombre fuera de Espa?a con los de Almod¨®var, Amen¨¢bar, los hermanos Trueba, Javier Bardem, Pen¨¦lope Cruz y de otros creadores y artistas j¨®venes, por no hablar de Bu?uel, Berlanga y Azcona, maestros indiscutibles que ocupan un lugar de privilegio en la mitolog¨ªa cultural. Frente a los cineastas espa?oles que han conseguido un Oscar de Hollywood, una Palma de Oro en Cannes, un Oso en Berl¨ªn o un Le¨®n en Venecia quisiera saber cu¨¢ntos Premios Pulitzer o galardones de una categor¨ªa similar pueden aportar esos periodistas que en las tertulias zahieren a nuestros artistas de forma inmisericorde o qu¨¦ influencia o simple inter¨¦s despiertan nuestros pol¨ªticos en los c¨ªrculos internacionales para que uno los admire y se sienta orgulloso de ellos. Hagamos la prueba esta noche en la entrega de los Premios Goya. Despu¨¦s de que desfilen por la alfombra roja nuestros cineastas, actores y actrices, autores y directores de teatro, guionistas, m¨²sicos, figurinistas, escen¨®grafos y dise?adores que lo hagan a continuaci¨®n los pol¨ªticos de cualquier bando, algunos de ellos corruptos hasta el blando de los huesos, seguidos por esos periodistas lanceros de la derecha medi¨¢tica con el pelo te?ido de negro azabache. Pese a que el glamour no es una caracter¨ªstica especialmente espa?ola, a los artistas, en general gente guapa, j¨®venes atractivos llenos de imaginaci¨®n, que luchan contra terribles obst¨¢culos para realizar su talento, el p¨²blico adolescente los aclamar¨¢, les pedir¨¢ aut¨®grafos, les disparar¨¢ los m¨®viles y si pudiera les arrancar¨ªa los botones para llev¨¢rselos de recuerdo; en cambio, los pol¨ªticos recibir¨ªan de los adultos el escarnio del abucheo ganado a pulso. Creer que los c¨®micos son saltimbanquis y machacar al artista que sobresale es la verdadera Marca Espa?a, pero, al final, el arte que generen nuestros j¨®venes creadores ser¨¢ el asa m¨¢s firme donde uno todav¨ªa pueda agarrarse.
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