Los Goya y Facebook
Mientras nuestros h¨¦roes sean los visitantes de los juzgados, y los villanos, nuestros actores, ver¨¦ como cada d¨ªa hay menos pel¨ªculas nuestras y menos cines
Un a?o m¨¢s, el 9 de febrero se entregaron los Premios Goya (a los que El Pa¨ªs Semanal dedicaba un extenso despliegue ese d¨ªa), que, buenos, malos o regulares, son nuestra manera de reconocer el trabajo de muchos profesionales que tenemos en este pa¨ªs. Y un a?o m¨¢s, cuando la gala a¨²n pr¨¢cticamente no hab¨ªa comenzado, las redes sociales empezaron a hervir con comentarios. Curioso pa¨ªs, en que todo un colectivo es menospreciado. Un pa¨ªs que critica a los que defienden su derecho a vivir honradamente de su trabajo, haci¨¦ndonos so?ar al resto. Deber¨ªamos estar orgullosos de nuestros artistas; tanto si comparto sus ideas como si no, personas como Bardem, Coronado, Pen¨¦lope Cruz o promesas como Blanca Su¨¢rez o ?lex Gonz¨¢lez merecen mi respeto y admiraci¨®n, y gracias a Alacr¨¢n enamorado, Las brujas de Zugarramurdi o Deshechos puedo afirmar orgullosa que tenemos un cine de calidad.
Mientras nuestros h¨¦roes sean los visitantes de los juzgados, y los villanos, nuestros actores, ver¨¦ como cada d¨ªa hay menos pel¨ªculas nuestras y menos cines, agachar¨¦ la cabeza y esperar¨¦ un a?o m¨¢s a rebelarme aunque solo sea por un d¨ªa.
Espero no ser yo en el futuro la se?ora que lloraba ante una taquillera al enterarse del cierre inminente del ¨²nico cine al que pod¨ªa acudir caminando. Con l¨¢grimas en los ojos dijo: ¡°Ya no me queda nada, ?d¨®nde voy a so?ar ahora?¡±. Sus palabras me persiguen y son la fuente de mi pobre rebeli¨®n.
El joven que quer¨ªa ser juez
Por C¨¦sar Rubio Arb¨®, (Madrid)
En la entrevista publicada al juez Baltasar Garz¨®n el pasado 2 de febrero aparece una cita terrible de la familia de Garz¨®n cuando este les anunci¨® que quer¨ªa ser juez: ¡°Eso no es para nosotros¡±. Sin entrar en las caracter¨ªsticas socioecon¨®micas concretas de aquella familia en aquel momento, hay que pensar en el enorme esfuerzo econ¨®mico y de tiempo que requiere ser juez. Entre las reformas y dificultades que se van a?adiendo al estudio de m¨²ltiples especialidades universitarias, la falta de ayuda estatal a j¨®venes que decidan emprender este camino supone casi la imposibilidad de alcanzar el grado de juez y otros cargos judiciales a familias y grupos que no cuenten con un suficiente colch¨®n econ¨®mico. Cuidar las posibilidades del acceso a la carrera judicial de los m¨¢s desfavorecidos debe estar en la base de nuestro sistema universitario, fomentando que la equidad de la justicia comience con aquellos que quieran estudiarla.
Hay que pararlos
Por Antonio M¨¦ndez Pinilla, (Madrid)
A Javier Mar¨ªas, un ruego: que no desfallezca y siga deleit¨¢ndonos con sus art¨ªculos de domingo en El Pa¨ªs Semanal. Somos muchos los que tambi¨¦n estamos de acuerdo con algunos lectores desanimados porque vemos que producen poco o ning¨²n efecto en estos listos gobernantes que solo son diestros, entre otras cosas, para tomarnos el pelo y mentir como norma, d¨ªa a d¨ªa. Lo pueden hacer por el montaje que tienen.
No obstante, sus escritos nos alientan y es posible, yo conf¨ªo, que alguien (por supuesto, no el Jefe del Estado) les pare en su carrera. Es mi esperanza, as¨ª que ¨¢nimo, Javier Mar¨ªas, se lo pide Antonio, que ha cumplido 89 a?os.
M¨¢s renuncias
Por Luis F. Alonso Seco, (Santander)
Abundando en el art¨ªculo de Javier Mar¨ªas en El Pa¨ªs Semanal del 2 de febrero, Un matrimonio invisible y encantador, me gustar¨ªa a?adir que he recibido tambi¨¦n un paquete regalo procedente de Estados Unidos por el que, despu¨¦s de un mes de cruce de correos y llamadas telef¨®nicas, he debido ingresar 51 euros para recibirlo en mi casa. El desglose era: derechos de aduana, 0 euros; diversas tasas e IVA, 51 euros. Contenido: caf¨¦ molido con valor de 100 d¨®lares, que, por cierto, ven¨ªa abierto. Tambi¨¦n voy a renunciar a ese caf¨¦.
Hablan los etruscos
Por Leon Stephens, (correo electr¨®nico)
Es de agradecer que Guillermo Altares, en su art¨ªculo sobre los etruscos (9 de febrero), no repitiese el t¨®pico de que su lengua resulta todav¨ªa un misterio absoluto. Sin embargo, la informaci¨®n citada del profesor Rex Wallace es muy incompleta. Este dice, sin m¨¢s, que ¡°est¨¢ relacionada con el r¨¦tico, una lengua prerromana de la Italia subalpina¡±.
El doctor Zacharie Mayani de la Universidad de Par¨ªs, en su libro Les ¨¦trusques commencent ¨¤ parler (1961), demuestra contundentemente que el etrusco se puede descifrar con relativa facilidad compar¨¢ndolo con el alban¨¦s. Evidencia el parentesco de los dos idiomas con una lista de unos 320 vocablos iguales o parecidos con significados comunes. As¨ª que est¨¢ claro que los etruscos fueron una rama de los ilirios, si es acertada la suposici¨®n de que los albaneses son los descendientes de estos: geogr¨¢ficamente, la relaci¨®n entre los tres pueblos no puede ser m¨¢s l¨®gica, dado que los ilirios ocupaban casi todas las tierras costeras de la orilla oriental del Adri¨¢tico al norte de Grecia. Y tambi¨¦n que el etrusco s¨ª fue un idioma indoeuropeo, como lo es el alban¨¦s, una categor¨ªa que no implica una relaci¨®n directa con el lat¨ªn, al contrario de lo que afirma el profesor Wallace seg¨²n el art¨ªculo.
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