Un vodevil nuclear
'La analfabeta que era un genio de los n¨²meros' es el nuevo libro de Jonas Jonasson. En ¨¦l fragua criaturas de su edad para hacer una memoria sentimental y estrafalaria de nuestro tiempo
Jonas Jonasson (1961) naci¨® mientras las turistas de la generaci¨®n de su madre encalabrinaban las fantas¨ªas del reprimido paisanaje playero ib¨¦rico. Para muchos espa?oles, Suecia y lo sueco remit¨ªan a aquellas mitolog¨ªas calenturientas que ni ABBA ni Pippi Calzaslargas consiguieron abolir, hasta que los autores suecos de novela negra como Stieg Larsson, Maj Sj?wall, Per Wahl??, Henning Mankell, Camilla L?ckberg, Leif GW Persson o ?sa Larsson entronizaron una imagen m¨¢s bien siniestra de Suecia.
Jonas Jonasson me reconoce que los thrillers de sus paisanos conectan muy bien con los altos niveles de estr¨¦s, depresi¨®n y suicidios de la sociedad sueca, donde hace unos a?os ¡°el programa de radio con mayor audiencia estuvo conducido por un enfermo terminal, quien dialogaba en el aire con el hijo imaginario que nunca pudo tener¡±. Como todo el mundo, Jonasson escuchaba conmovido aquel programa y pens¨® que ¡°los artistas deber¨ªan crear espacios donde no solo existieran dolores f¨ªsicos y mentales¡±. Fue as¨ª como se anim¨® a escribir El abuelo que salt¨® por la ventana y se larg¨® (Salamandra), deliciosa novela protagonizada por el venerable Allan Karlsson, un anciano que a punto de cumplir cien a?os huye a todo trapo y se convierte en un peligro p¨²blico.
?Por qu¨¦ una novela sueca que no es policial vende m¨¢s de ocho millones de ejemplares en todo el planeta? ¡°Una de las razones del ¨¦xito de mis novelas es que no renuncian a la esperanza. El estribillo de una famosa canci¨®n sueca de Cornelis Wreeswijk dice as¨ª: ¡°Cada d¨ªa ser¨¢ mejor, pero bueno jam¨¢s. Por tanto, se puede ser deprimente y esperanzador a la vez¡±. As¨ª, la nueva novela de Jonasson juega con la cara rid¨ªcula de una historia real que pudo terminar en tragedia: ¡°Despu¨¦s de investigar y contrastar la informaci¨®n, puedo asegurar que existieron seis bombas at¨®micas en Sud¨¢frica y que una s¨¦ptima estaba en camino. ?Se perdi¨® entre los antiguos pasadizos que llevaban a la URSS? ?Cu¨¢nto plutonio y residuos nucleares circulan sin control? Me sorprender¨ªa que no fuera as¨ª¡±.
Si los cien a?os de Allan Karlsson le permitieron convertir El abuelo¡ en un disparatado recorrido por el siglo XX, en La analfabeta que era un genio de los n¨²meros Jonasson fragua criaturas de su edad para hacer una memoria sentimental y estrafalaria de nuestro tiempo, donde el apartheid, la guerra fr¨ªa y la perestroika desfilan como una corte de milagros sin dejar de atizarle a los pol¨ªticos, los servicios secretos y hasta los movimientos antiglobales. Si tuviera que resumirla en dos palabras, dir¨ªa que es un descacharrante pero documentado ¡°vodevil nuclear¡±.
Enamorado de los t¨ªtulos, Jonasson admite que no es f¨¢cil traducir los suyos a otras lenguas y que habr¨ªa preferido reemplazar la palabra ¡°analfabeta¡± del t¨ªtulo de la edici¨®n espa?ola, pues en nuestro idioma tiene connotaciones peyorativas que no existen en el original sueco.
Las biograf¨ªas de Jonasson destacan que vive en una peque?a isla del B¨¢ltico, pero nadie sabe que su vecino es un economista gran maestro de jiu-jitsu e hipnotizador profesional, quien dirige el museo local y es propietario de un circuito de karts, aunque su verdadero negocio es una granja de pollos. A Jonasson le har¨ªa ilusi¨®n convertirlo en personaje de ficci¨®n, ¡°pero para que me crean, tendr¨ªa que escribir una novela negra¡±.
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