Hasta aqu¨ª hemos llegado

Quien me conoce sabe que no comulgo con la forma de gobernar del Partido Popular, pero soy honesta. En el mes de marzo de 2010, mi madre agoniz¨® en el pasillo de urgencias de un hospital, rodeada de cajas de cart¨®n, en una especie de almac¨¦n situado unos metros m¨¢s all¨¢ del control de reanimaci¨®n. Lleg¨® en ambulancia sobre las 12.00, desde un pueblo de Toledo donde la atend¨ªa su hija mayor, despu¨¦s de haber sufrido un ictus unos meses antes.

Est¨¢bamos all¨ª todos los hijos y no nos dec¨ªan nada. Despu¨¦s de preguntar muchas veces, a las seis de la tarde decid¨ª entrar haciendo caso omiso de todas las prohibiciones. Y all¨ª estaba, sola, desatendida, de su boca sal¨ªa una pasta blanca y de los ojos l¨¢grimas secas. ?Por qu¨¦ no lo denunci¨¦? Porque quer¨ªa olvidar, porque una se?ora de 85 a?os tiene que morir rodeada de sus hijos y pens¨¦ que todo hab¨ªa sido mala suerte y descoordinaci¨®n. Al o¨ªr estos d¨ªas noticias sobre muertes en los pasillos de los hospitales, he vuelto a llorar. Me gustar¨ªa decir a los familiares que ahora, con los recortes, se habr¨¢ agudizado el problema, pero lo que de verdad falla son los protocolos de actuaci¨®n de algunos hospitales y el sistema en general.

Los ciudadanos estamos siendo mal tratados; espero y deseo que, cuanto antes, digamos ¡°hasta aqu¨ª hemos llegado¡±.¡ª Emilia Fern¨¢ndez Villaverde.