?D¨®nde est¨¢n las artistas espa?olas de ARCO?
Dos mujeres trabajan en uno de los espacios de ARCO 2014. / Luis D¨ªaz
Un breve paseo por los pasillos de la feria de arte contempor¨¢neo ARCOMadrid 2014 es m¨¢s que suficiente para atestiguar una obviedad: a las mujeres les interesa el arte. J¨®venes, ancianas, profesionales, aficionadas, solas, acompa?adas, con y sin hijos a cuestas, modernas, cl¨¢sicas... Est¨¢n ah¨ª, interes¨¢ndose por esta o aquella obra, discutiendo, comprando en algunos casos o fotografiando todo lo que les llama la atenci¨®n. No hay datos sobre cu¨¢ntas mujeres han acudido a esta 33 edici¨®n del evento m¨¢s importante de arte contempor¨¢neo de nuestro pa¨ªs, pero s¨ª las hay de la presencia de artistas espa?olas en las galer¨ªas participantes: 68, un 4,8% de los 1.400 creadores expuestos, seg¨²n los datos recopilados tras una exhaustiva revisi¨®n del cat¨¢logo. Si contamos a las extranjeras, la presencia femenina sube a un 23% con 256 m¨¢s. En la pr¨¢ctica, esto se traduce a que encontrar un cuadro, fotograf¨ªa o cualquier otra intervenci¨®n visual firmado por una espa?ola es como buscar una aguja en un pajar. ?D¨®nde est¨¢n las espa?olas en ARCO?
El colectivo Arte y Cultura visual public¨® un informe en 2013 en el que denunciaba que el porcentaje de mujeres espa?olas se est¨¢ reduciendo un poco m¨¢s cada a?o, y puso como ejemplo el paso del 7% en 2010 al 4,4% de la edici¨®n anterior, casi el mismo que en esta. En el texto, critican el cese del avance de la representaci¨®n y apreciaci¨®n de las artistas espa?olas pese a que la mayor¨ªa de los estudiantes formados en carreras encaminadas a la creaci¨®n sean mujeres. Seg¨²n datos recopilados por esta organizaci¨®n, en la carrera de Bellas Artes ellas suponen un 65% del total de alumnos, y un 74% en Historia del Arte.
?A qu¨¦ se debe esta min¨²scula presencia femenina en ARCO? ?Est¨¢n las espa?olas discriminadas o es que su obra no es lo suficientemente buena?
"Se debe, esencialmente, a que las artes pl¨¢sticas tienen una tradici¨®n masculina", explica Rafael Doctor Roncero, uno de los m¨¢s importantes gestores culturales del panorama espa?ol. ¡°En la historia del arte son anecd¨®ticas las mujeres que aparecen y, si han existido en otras ocasiones, se han tapado. Desde el siglo XIX la mujer burguesa empieza a pintar como pasatiempo y a partir de ah¨ª se va introduciendo en un circuito exclusivamente masculino¡±, a?ade. A esto hay que sumar que ARCO acoge muchas galer¨ªas centradas en la obra de artistas no actuales del siglo XX y de las vanguardias, un momento hist¨®rico en el que hab¨ªa muchas menos mujeres dedic¨¢ndose a ello."La situaci¨®n ha empezado a revertir hace 25 a?os. Hay que revisar a todas las artistas de los primeros 70 a?os del siglo XX que han quedado ocultas, y entonces ir¨¢n apareciendo en estas galer¨ªas", complementaJavier Fuentes, director del Centro de Documentaci¨®n y Estudios Avanzados de Arte Contempor¨¢neo (CENDEAC).
Un ejemplo de esta minor¨ªa se plasma observa en el espacio del barcelon¨¦s Marc Dom¨¨nech, que representa en ARCO a 35 artistas y solo una, la pintora lusaMar¨ªa HelenaVieria da Silva (1908-1922), es una mujer. Su galer¨ªa se dedica a la vanguardia hist¨®rica y, en ese periodo de tiempo, Dom¨¨nech encuentra menos mujeres entre las que elegir. "En ese momento no se apreciaba tanto el arte de esas mujeres. Muchas igual empezaron una carrera art¨ªstica y no la acabaron, pero eso ya no ocurre", explica.
Si existe discrminaci¨®n, no obstante, no es tanto en la valoraci¨®n de una obra sino en la relaci¨®n laboral entre artista y galerista. As¨ª lo ve Fuentes, que aporta otro punto de vista que complementa su reflexi¨®n anterior. "Suena a t¨®pico pero creo que hay una dimensi¨®n indudable, de herencia muy antigua, por la cual la atenci¨®n que se presta a los hombres a la hora de establecer relaciones profesionales es mayor; eso se reproduce tambi¨¦n en este sector. Hay un cierto magma inconsciente por el cual la relaci¨®n no es horizontal, de t¨² a t¨²; pero es a nivel laboral, no es que el valor de la obra se juzgue peor. Creo que esa etapa la hemos superado".
No est¨¢ de acuerdoJuana de Aizpuru, una de las m¨¢s prestigiosas galeristas espa?olas y una de las pocas que ha contado con una m¨¢s f¨¦minas patrias en su muestrario para ARCO: nueve nombres de 24 entre los que se leen algunos tan ilustres comoCristina Garc¨ªa Rodero, Pilar Albarrac¨ªn o Montserrat Soto. Sin embargo, ella afirma que se ha debido al azar:"Tengo m¨¢s mujeres espa?olas que hombres porque ha dado la casualidad, no porque piense que las pobrecitas est¨¢n discriminadas y les vaya a dar una oportunidad", asegura. "Si una chica me dice que no la exponen porque es mujer, no me lo creo. A lo mejor es que su obra no gusta y no quiere aceptarlo, pero no es una cuesti¨®n de discriminaci¨®n. ?Para qu¨¦ vamos a inventarnos un problema que no existe?".
Otra de las claves que podr¨ªan explicar el descenso de participaci¨®n de las espa?olas viene de la mano de Javiera Garc¨ªa Huidobro, responsable de la galer¨ªa chilena Isabel Aninat, que expone una ¨²nica obra de M¨®nica Bengoa creada expresamente para este esta edici¨®n de ARCO. "Una galer¨ªa seria se preocupa de que el artista que representa se mantenga activo trabajando. Muchas mujeres interrumpen el proceso porque se dedican a la maternidad. No ocurre mucho, pero ocurre", asegura. La propia Bengoa se confiesa sorprendida ante la baja participaci¨®n femenina. "Me parece lamentable porque la producci¨®n contempor¨¢nea de la mujer es muy importante, ya hay una gran cantidad de muestras que incluyen a mujeres muy relevantes", asiente.
No solo la maternidad interrumpe en ocasiones la carrera profesional de las mujeres: ellos y ellas tambi¨¦n se desv¨ªan hacia otros procesos creativos fuera de las artes visuales. "En los primeros cinco a?os despu¨¦s de la universidad muchosse acaban dedicando a hacer paginas web, publicidad, orfebrer¨ªa o joyas de autor¡ Se sal¨ªan de las artes visuales. Como galer¨ªa, era complicado representarlos. Por eso nos fijamos en artistas que tienen un tiempo de resistencia y han madurado un cuerpo de trabajo", aclara Garc¨ªa Huidobro.
A pie de calle, j¨®venes aficionadas como Arantza Ozaeta, encuentran sorprendente una cifra tan desigual. "No quiero llegar a pensar que sea el filtro de las galer¨ªas, no me parecer¨ªa justo", advierte esta estudiante de arquitectura que tiene muy claros sus gustos."De las obras que hoy me han llamado m¨¢s la atenci¨®n,muchas estaban firmadas por mujeres. Si no la mitad, casi. No me parece que esas cifras sean una traducci¨®n directa de la actividad art¨ªstica espa?ola".
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