La ira no es la respuesta

Muchas personas reaccionan con rabia cuando se sienten amenazadas. Es un estado de alerta que genera adrenalina a trav¨¦s de la activaci¨®n del sistema nervioso simp¨¢tico para que podamos combatir lo que en un momento se interpreta como una amenaza.

En su acepci¨®n m¨¢s positiva, la ira tiene como objetivo darnos fuerza para protegernos y poder sobrevivir. Pero muchas veces mostramos exacerbaci¨®n cuando no la necesitamos. Esta emoci¨®n tiene muchas consecuencias a nivel fisiol¨®gico y de comportamiento: el pulso se acelera, el coraz¨®n late r¨¢pido, la respiraci¨®n se agita; pero tambi¨¦n conlleva que las personas a su alrededor se sienten inc¨®modas, amedrantadas, con miedo y deseos de alejarse. Nadie quiere relacionarse con una persona que estalla de forma descontrolada y que dice y hace cosas que luego cuesta olvidar, y que en muchos casos condicionan el trato de por vida.

Lo que empieza en c¨®lera acaba en verg¨¹enza¡± BenjamIn Franklin

Esta forma de actuar tiene un claro desen?cadenante: el pensamiento. El iracundo est¨¢ valorando el contexto como algo terrible, y sinceramente no lo es, salvo que detr¨¢s de usted corra un oso fiero. La c¨®lera no es una respuesta eficaz para comunicarse. As¨ª que olvide la idea irracional de que por las malas se consigue todo o de que hay personas que no reaccionan salvo que se les d¨¦ un grito.

El campo de las emociones es riqu¨ªsimo: la tristeza, la frustraci¨®n, la alegr¨ªa, los celos o la pena. Tiene cientos de ellas. ?Por qu¨¦ ha elegido expresarse con furia? Si lo que necesita es desahogase, h¨¢galo, pero no con este traje que le genera malestar a usted y a quienes le rodean. No existe ning¨²n manual en el que se especifique que la ira es la respuesta id¨®nea para expresarse cuando algo sienta mal.

Tambi¨¦n puede practicar el humor y contemplar la vida como un lugar m¨¢s divertido. Que alguien le adelante por la derecha puede ser una amenaza o una situaci¨®n c¨®mica si se imagina a su conductor desnudo con un gorro de Pap¨¢ Noel en la cabeza. ?Va a cambiar su forma de conducir proyectando su rabia a trav¨¦s del cristal del coche? No, seguramente su estado de tensi¨®n le lleve a precipitarse en la siguiente maniobra.

Hay personas que muestran ira para escenificar su enfado. Como si la irritaci¨®n fuera m¨¢s real si se evidencia de forma violenta que si se escenifica con tranquilidad. Busque la causa y localice el motivo de su enojo. Y preg¨²ntese: ?el motivo justifica la respuesta? Si es no, piense con hoja de papel y l¨¢piz delante en otras alternativas para enfrentarse a su enfado y resolverlo. Busque muchas, haga una tormenta de ideas, incluso basadas en el humor: ?c¨®mo pensar¨ªa y reaccionar¨ªa alguien que vive en la campi?a, rodeado de p¨¢jaros y con un ritmo lento de vida? Ojal¨¢ consiguiera re¨ªrse mientras realiza el ejercicio. La risa relajar¨¢ su sistema nervioso y podr¨¢ contemplar el momento desde un punto de vista m¨¢s enriquecedor.

Una vez que tenga escritas todas las alternativas, l¨¦alas y decida, en funci¨®n de su forma de ser, c¨®mo le gustar¨ªa comportarse la pr¨®xima vez ante esta situaci¨®n.

Si te enfadas, piensa en las consecuencias¡± Confucio

Igual no consigue actuar de esta forma alternativa inmediatamente, pero a base de inter¨¦s y entrenamiento, seguro que en un futuro muy pr¨®ximo consigue ir controlando poco a poco su manera de proceder.

Los consejos para controlar su ira y buscar otras alternativas m¨¢s sanas para mostrar su enfado deben empezar por preguntarse c¨®mo de amenazante es el motivo que lo genera. La valoraci¨®n racional de la situaci¨®n, contemplarla desde otra perceptiva, le dar¨¢ una dimensi¨®n diferente.

Practique un idioma sereno. Lo que se dice a s¨ª mismo le lleva a sentir de una forma determinada. Si no quiere experimentar furia, no se hable con t¨¦rminos como ¡°horrible¡±, ¡°no lo soporto¡±, ¡°estoy hasta las narices¡±. Suavice y utilice expresiones del tipo ¡°es desagradable, pero es pasajero¡±, ¡°a veces esto es cansino¡±, ¡°si tuviera que elegir, no ser¨ªa esta mi decisi¨®n¡±.

Para conectarnos

PEL?CULA

¡®Un d¨ªa de furia¡¯,

dirigida por Joel Schumacher y

protagonizada por Michael Douglas.

CANCI?N

¡®Cruz de navajas¡¯

Mecano

Nos cuenta c¨®mo los celos, el impulso

y la rabia nos llevan

a situaciones que no tienen vuelta atr¨¢s.

Trabaje su informaci¨®n propioceptiva. Expr¨¦sese lento, sonr¨ªa a pesar de que no tenga ganas, exprese serenidad con los gestos de su cara y de su cuerpo, hable bajo y entone sin rabia. Adoptar la postura corporal y el volumen y tonalidad de una persona tranquila har¨¢ que su cerebro interprete que est¨¢ en paz y mandar¨¢ la orden de serenar el sistema nervioso.

Si la ira y el estado de enfado se mantienen en su vida como una constante en lugar de ser algo puntual, practique alguna t¨¦cnica que le relaje: yoga, deporte, mindfulness, t¨¦cnicas de relajaci¨®n muscular. Cualquier ejercicio que le permita equilibrar el interior para ser paciente en el exterior.

Entr¨¦nese en habilidades sociales e inteligencia emocional. Entender los puntos de vista de los dem¨¢s le permitir¨¢ ser m¨¢s flexible y tolerante. Uno de los factores que nos llevan a ser irascibles es la falta de comprensi¨®n con los dem¨¢s, o con los tiempos que manejan los otros, o con las formas de proceder. Entienda que no todos somos iguales, que llevamos ritmos distintos, que funcionamos de diferentes formas. Escuche por qu¨¦ las personas act¨²an de otra manera y trate de entenderlos de forma sincera y de ponerse en el lugar de ellos. Igual esta otra visi¨®n le relaja.

Mejor ser prudente. Las personas irascibles creen que tienen el derecho a verbalizar todo lo que les pasa por la mente. A pesar de que ser sincero es una virtud, la sinceridad sin tacto es mala educaci¨®n. No se crea con el derecho a decirle a todo el mundo lo que tiene que hacer y a dar consejos que nadie le ha pedido. Res¨¦rvese parte de informaci¨®n y qu¨¦dese tranquilo, no reventar¨¢ si no dice todo lo que piensa. Muchas de las personas bocazas terminan arrepinti¨¦ndose m¨¢s tarde de lo que dijeron. Ah¨®rrese este malestar.

Vaya sacando piedras de la mochila y no deje que se le acumulen los malos ratos. Resuelva problemas, tome decisiones, llame a quien le ofendi¨® o con quien se siente ofendido y ponga en su agenda sonrisas en lugar de caras tristes. Pruebe a hacer este ejercicio: anote en una hoja todos los frentes que tiene abiertos y que le generan malestar. Al lado de cada frente anote c¨®mo va a proceder, no lo que necesita de los dem¨¢s para resolverlo, sino lo que usted tiene que hacer para cerrar esa carpeta. Ponga fecha y act¨²e. Y cuando lo solucione, ponga al lado un smile. Ahora tiene un motivo de felicidad y no una carga.

Practique actividades que le hagan sentir bien. La ecuaci¨®n es sencilla. Si en su balanza hay m¨¢s placer que obligaciones, se sentir¨¢ bien y a gusto. Se sentir¨¢ feliz, y las personas felices son menos agresivas e irascibles.

Tenga siempre en la mente una palabra clave: stop, tranquilo, slow¡­ cualquier se?al que lleve impl¨ªcita la orden de parar, tomarse las cosas con calma, imprimir otro ritmo. Rep¨ªtala y recuerde que siempre tendr¨¢ tiempo para dispararse si al final cree que es la mejor opci¨®n. Pero dese tiempo para analizar si otras posibilidades le har¨¢n sentir mejor, alcanzar otros resultados, sentirse c¨®modo con las personas.

Por cada minuto que permanece con rabia, usted pierde sesenta segundos de paz¡± Ralph Waldo Emerson

Y recuerde: usted no es globo, no hace falta que reviente cuando algo le pincha. Tiene capacidad para controlarse e inhibirse si as¨ª lo decide. Una de las consecuencias emocionales de las personas con ira es la sensaci¨®n de falta de control. Son las situaciones las que los controlan a ellos.

Los col¨¦ricos pueden llegar a sobrepasar l¨ªmites insospechados. Las consecuencias pueden ser muy peligrosas, no solo para el que recibe el ataque verbal o f¨ªsico, sino para quien se emplea a fondo en este descontrol. No se deje arrastrar por arranques emocionales. Tener control es posible y est¨¢ en su mano.

Los adultos son modelos de conducta no solo para los hijos, sino para cualquier adolescente o ni?o que les observa; tambi¨¦n para otros adultos. Si aprenden que la ira es una forma de obtener poder, tambi¨¦n querr¨¢n hacer lo mismo.