Por qu¨¦ las mujeres no estamos en la cima profesional
¡°Las mujeres no est¨¢n alcanzando la cima de sus profesiones en ning¨²n lugar del mundo¡±, seg¨²n Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook. Sandberg est¨¢ considerada como una estrella en el mundo de los negocios y ha decidido usar su influencia para luchar por los derechos laborales de la mujer, sobre todo de aquellos que deben ser respetados cuando deciden ser madres. Y con este prop¨®sito ha publicado el libro, Lean In (y ha creado todo un movimiento), el cual pretende aportar soluciones para que las mujeres asumamos puestos de mayor responsabilidad. No olvidemos que hoy por hoy las diferencias en las carreras profesionales entre hombres y mujeres son demasiado evidentes, y cu¨¢nto m¨¢s alta sea la responsabilidad de un cargo menor es la probabilidad de que sea ocupado por una mujer. Para atajar este problema, se cre¨® la Ley de Igualdad en marzo de 2007, por la cual las empresas cotizadas ten¨ªan 8 a?os desde entonces para equilibrar la presencia femenina en los Consejos de Administraci¨®n. Sin embargo, han pasado 7 a?os y en la actualidad las empresas del IBEX35 cuentan con un promedio de solo un 16.6% de mujeres en sus consejos. Desgraciadamente, estamos todav¨ªa muy lejos del 40% que la Uni¨®n Europea se marc¨® para el 2020.
?C¨®mo se puede remediar? En un art¨ªculo anterior, mencion¨¢bamos nuestras propias dificultades a la hora de negociar salario, hacer networking o ¡°saber vendernos¡± dentro de una empresa. Sheryl Sandberg recoge algunas de estas conclusiones, propone iniciativas a nivel organizativo y, sobre todo, pone ¨¦nfasis en el cambio de actitudes que necesitamos tener las mujeres. Vamos a recordarlas y a?adir otras nuevas que refuerzan dicha idea.
Hombres y mujeres, ?iguales ante un aumento de salario? La respuesta es no. La directora de Operaciones de Facebook sugiere que cuando nos enfrentemos a una petici¨®n de aumento salarial debemos tener claro dos objetivos: qu¨¦ queremos conseguir y c¨®mo lo vamos a lograr. Todo ello se deriva de una investigaci¨®n realizada por Linda Babcock y Hannah Riley Bowles, profesoras de la Universidad Carnegie Mellon de Pensilvania y de Harvard Kennedy School, respectivamente, y que arroja datos realmente desconcertantes. En uno de sus estudios, pidieron a 402 personas que vieran un v¨ªdeo en el que una mujer hab¨ªa negociado su salario. Un grupo ve¨ªa una versi¨®n del v¨ªdeo en la que la mujer mostraba preocupaci¨®n por su relaci¨®n con su jefe y dec¨ªa frases como ¡°espero que est¨¦ bien pedir esto¡± o ¡°mis relaciones con la gente son muy importantes para m¨ª¡±. En la otra versi¨®n, la mujer negociaba el salario diciendo que ten¨ªa otra oferta laboral. Despu¨¦s de ver el v¨ªdeo, las personas tuvieron que responder a un cuestionario para detectar sus impresiones. Quienes vieron la primera versi¨®n consideraron que esa forma era m¨¢s apropiada para negociar el salario que la segunda, algo que no pasaba si lo hac¨ªa un hombre. Adem¨¢s encontraron que para una mujer es m¨¢s efectivo negociar un salario si nombra a un tercero, por ejemplo si dicen que su supervisor ha sido quien se lo ha sugerido, porque as¨ª la responsabilidad ya no recae sobre ella. Y no s¨®lo eso, en la investigaci¨®n se comprob¨® c¨®mo los hombres prefer¨ªan trabajar con mujeres que no hab¨ªan intentado negociar una subida en el sueldo. As¨ª pues, cuando una mujer muestra actitudes asertivas en la negociaci¨®n salarial se puede ver penalizada tanto por hombres como por mujeres.
En otro estudio, se pidi¨® a 119 personas que eligieran a qui¨¦nes contratar¨ªan entre un grupo de aspirantes muy cualificados. Los aspirantes eran hombres y mujeres, algunos de ellos pidieron un aumento de sueldo, mientras otros aceptaron el que se ofrec¨ªa. El hecho de querer negociar el salario fue castigado tanto en hombres como en mujeres, teniendo menos probabilidad de ser contratados. Sin embargo, la cifra de mujeres penalizadas fue m¨¢s del doble que la de hombres.
Las mujeres tendemos a subestimar nuestras capacidades seg¨²n dicha investigaci¨®n. Tanto es as¨ª, que al preguntar a personas que acababan de finalizar la carrera si al recibir una oferta de trabajo hab¨ªan aceptado el sueldo que se ofrec¨ªa, encontraron que el 51% de varones pidi¨® m¨¢s dinero frente a un 12,5 % de mujeres. Pero lo curioso es que las mujeres candidatas a un empleo se atrevieron menos a negociar cuando sab¨ªan que lidiar¨ªan con un hombre, pero no ten¨ªan tanto problema en hacerlo si se trataba de una mujer.
La lupa con la que se mira a las mujeres es mucho m¨¢s exigente y dura: As¨ª lo demuestra un estudio de Frank Flynn, profesor de Stanford Graduate Business School, que decidi¨® repartir entre sus alumnos un famoso caso de Harvard Business School sobre Heidi Rozen, una emprendedora de Silicon Valley que usa sus contactos para llegar a ser una inversora de capital de riesgo exitosa. Flynn dio a la mitad de la clase el caso original, mientras que la otra mitad recibi¨® el mismo caso pero con el nombre de Howard. Despu¨¦s pidi¨® a los alumnos sus impresiones sobre uno y el otro y lo que encontr¨® fue que eran mucho m¨¢s duros con ella. Heidi era considerada m¨¢s ego¨ªsta, interesada y no querr¨ªan trabajar con ella. Sencillamente, su personalidad no les gustaba. As¨ª le ocurre a Hillary Clinton, quien fue criticada en la revista Newsweek como alguien ¡°que calcula casi todo, incluso su acento y su risa¡±. Cuando se mostr¨® mucho m¨¢s natural e incluso se emocion¨® en p¨²blico, se desencaden¨® un debate sobre si sus l¨¢grimas eran de verdad.
En definitiva, necesitamos pol¨ªticas de conciliaci¨®n y de diversidad en las organizaciones, pero una vez m¨¢s, no olvidemos que cualquier cambio comienza por nosotras mismas tanto en el desarrollo de nuestra asertividad y por la propia valoraci¨®n que hacemos a otras mujeres que alcanzan el ¨¦xito. Si comenzamos a cambiar, quiz¨¢ seamos capaces de lograr mejores resultados y mayor satisfacci¨®n personal.
Referencias
Bowles, H.R. y Babcock, L. "Are Outside Offers an Answer to the Compensation Negotiation Dilemma for Women?"Academy of Management Proceedings, 2009.
Bowles, H.R., Babcock, L., y McGuinn,K.L. "Constraints and Triggers: Situational Mechanics of Gender in Negotiation." Journal of Personality and Social Psychology, 2005.
Karl Rove, ¡°How To Beat Hillary (Next) November,¡± Newsweek , 2007.
Sheryl Sandberg en TED: ?Por qu¨¦ tenemos tan pocas dirigentes mujeres?, 2010
Tempest, N. y McGuinn, K,L., Caso de estudio de Heidi Roizen, Harvard Business Review, 2000
Imagen: Jose Castillo
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