"Conocimos a Andy Warhol travestidos"
Dan y Dean Caten han construido el imperio Dsquared2 sobre una base de sexo, provocaci¨®n y 'jeans'. Ahora quieren que vayamos de traje
"Mi nombre es Dean, soy el que tengo la voz m¨¢s profunda¡±. Dan, sentado a su derecha, lo confirma con socarroner¨ªa: ¡°S¨ª, eres el m¨¢s masculino. El m¨¢s macho¡±. Y Dean responde: ¡°No, en serio, es f¨¢cil de recordar: soy el que tiene m¨¢s letras en su nombre... ?y menos kilos en su cuerpo, ja ja ja!¡±.
Es un d¨ªa cualquiera en la vida de Dan y Dean Caten (Toronto, 1964), los gemelos id¨¦nticos detr¨¢s de Dsquared2. Nos reciben una tarde de finales de enero en su reci¨¦n inaugurado cuartel general. Un lujoso refugio que resulta ilustrativo tanto de su car¨¢cter como del buen momento que atraviesan, y no solo porque contenga oficinas, showroom e incluso un restaurante con vistas y dos piscinas. Es que, entre todas las posibles localizaciones de Mil¨¢n, los dise?adores que hace pocos meses lanzaron su l¨ªnea de ropa interior con un v¨ªdeo homoer¨®tico de corte sadomasoquista, los mismos que revolucionaron la moda masculina despreciando la formalidad y sustituy¨¦ndola por vaqueros y camisetas, han elegido instalarse en un edificio de s¨®lida arquitectura fascista. Despu¨¦s de cincuenta a?os codo con codo y veinte al frente de su marca, hay cosas que no cambian. Nada les gusta m¨¢s a los Caten que una buena broma.
A pesar de los esfuerzos de Dean, al principio tienes que recurrir a la ropa para distinguirlos. Dean viste traje de un bot¨®n y Dan, otro cruzado. Poco a poco aparecen los matices. Dean te toma el pelo y Dan le llama al orden; Dan empieza a contarte c¨®mo son gente normal y, ?pop!, Dean descorcha una botella de champ¨¢n. ¡°Como te dec¨ªa, venimos de una familia normal¡±, prosigue Dan. ¡°Ten¨ªamos muchos sue?os, muchas aspiraciones. Siempre ¨¦ramos los raros, pero encontramos la moda, que era un lugar donde por fin est¨¢bamos agusto, y nos lo trabajamos. Todo lo que tenemos lo hemos construido nosotros mismos y... ah, s¨ª, brindemos. ?Por el gemelismo!¡±.
La movida canadiense
En verdad su historia puede contarse con algo m¨¢s de detenimiento. Son los peque?os de una familia de nueve hermanos (el resto eran chicas). Su padre, un soldador de ascendencia italiana, tuvo que criarlos solo. Viv¨ªan en Willowdale, un suburbio de Toronto. Un sitio ¡°fr¨ªo¡±, asegura Dean, ¡°donde los chicos son malos y los colegios, duros¡±. Dan lo secunda: ¡°Lo bueno de ser gemelos es que si no ten¨ªamos amigos nos bast¨¢bamos nosotros mismos¡±. A los diez a?os conocieron a una joven modelo cuando viajaban en metro y, de repente, todo cambi¨®. ¡°Era una diosa¡±, exclama Dan, ¡°como la Jerry Hall de Canad¨¢. Empezamos a salir con ella y con sus amigos a los clubs. Nos hac¨ªan sentir fabulosos. Ella sigue siendo muy buena amiga y a¨²n nos lo repite: ¡®Vosotros no erais normales. Erais como miniadultos, encajabais perfectamente en nuestro mundo¡±.
P: ?Pero les dejaban pasar a las discotecas?
DAN: En Canad¨¢ estaba prohibido vender alcohol a partir de la una de la noche, y los locales abr¨ªan a esa hora, de modo que no ten¨ªas que ser mayor de edad para entrar. No es que esperaran a dos chavales de 12 a?os, ?pero tampoco nos pod¨ªan echar!
DEAN: Todo el mundo iba a un club llamado Stages. Solo vend¨ªan zumos, pero la gente no necesitaba alcohol porque estaba muy drogada... Nos pas¨¢bamos la noche bailando hasta las seis de la ma?ana con nuestras amigas modelos y amigos gais, luego volv¨ªamos a casa y entr¨¢bamos por la ventana. Hasta que una noche la polic¨ªa pens¨® que est¨¢bamos robando y acabamos en comisar¨ªa.
"Un verano, en Nueva York, nos encontramos con todo el mundo. ?Conocimos a Andy Warhol travestidos!"
P: La escena canadiense deb¨ªa de ser incre¨ªble aquella ¨¦poca, con marcas como Parachute.
DAN: Era la firma de moda m¨¢s cool de Canad¨¢. Muy new wave, muy a?os ochenta.
DEAN: Una vez hicieron una venta especial de medianoche. Nosotros fuimos para repartir flyers y acabamos bailando en los escaparates como maniqu¨ªes vivientes.
DAN: Nos dieron ropa, nos maquillamos¡ Supongo que era un poco extra?o. Dos gemelos, dos reinas adolescentes, ja ja ja.
P: ?Fue una venganza contra su infancia?
DAN: No fue una venganza, sino un alivio. Era divertido¡
DEAN: ...Y tan, tan importante para nosotros.
La vida en un minuto
Cuando terminaron el instituto, los Caten se mudaron un verano a Nueva York para estudiar dise?o de moda en la escuela Parsons. Se atropellan para contarlo: ¡°Cog¨ªamos s¨¢banas y nos hac¨ªamos looks a lo [Yohji] Yamamoto. No ten¨ªamos dinero, pero en seis semanas conocimos a la gente m¨¢s cool del mundo. Marc Jacobs, Andy Warhol, Janice Dickinson¡ ?A Warhol lo conocimos travestidos!¡±. Iban a clase, volv¨ªan para hacer los deberes, dorm¨ªan un minuto y se despertaban a las 12 para salir otra vez. Volv¨ªan de madrugada y capeaban el d¨ªa siguiente cabeceando. Dan lo recuerda entre risas: ¡°Una vez est¨¢bamos medio dormidos en clase y el profesor de patronaje nos grit¨®: ¡®?Dejad de intentar vivir toda vuestra vida en una semana!¡±.
Luke Tanabe, fundador de Ports International, supo atisbar el brillo primigenio de los Caten y les contrat¨® en cuanto volvieron a pisar Canad¨¢. ¡°La gente le llam¨® loco por contratar como dise?adores a dos ni?os de 19 a?os sin experiencia. La compa?¨ªa era enorme e iba fatal, pero en seis meses le dimos la vuelta¡±, cuenta Dan con orgullo. Dean a?ade: ¡°?ramos j¨®venes y sab¨ªamos perfectamente qu¨¦ modelo ten¨ªamos que usar, o qu¨¦ fot¨®grafo. ?l nos adoraba. Solo ten¨ªa hijas, de repente se le aparecieron dos chicos sin padres... Se convirti¨® en una especie de mentor para nosotros¡±. En 1991, Tanabe vendi¨® la empresa y los gemelos decidieron marcharse a Europa para repetir la jugada, esta vez en solitario.
Tiro a puerta
El ecosistema de la moda se suele dividir entre dise?adores cerebrales y hedonistas confesos. Dsquared2 pertenece al segundo grupo pero, en una industria llena de f¨®rmulas establecidas, se las ha arreglado para imponer la suya propia: una parte del sexo y la provocaci¨®n que Calvin Klein cultiv¨® en los ochenta y otra de sentido del humor. Y ropa, claro. Empezaron dise?ando la camiseta blanca que no encontraban en otras marcas (en sus primeros desfiles las ajustaban al cuerpo con alfileres en la espalda) y, entre risas, han terminado dibujando una silueta propia: chaqueta entallada de corte limpio y pantal¨®n ca¨ªdo pesquero, pero extra?amente favorecedor.
Luego est¨¢ su relaci¨®n con el f¨²tbol. Visten al Bar?a, en enero Cristiano Ronaldo recibi¨® el Bal¨®n de Oro vestido con un esmoquin Dsquared2 y el pasado verano, Pep Guardiola se puso de largo como entrenador del Bayern de M¨²nich vestido con uno de sus trajes, pese a que el equipo tiene contrato con otra firma. ¡°A una persona normal le dicen que se ponga algo y se lo pone, pero ¨¦l es parte del establishment. ?Por qu¨¦ no va a elegir lo que se va a poner? En cualquier caso es un enorme cumplido¡±, conceden. No es tan ir¨®nico que los hermanos se hayan instalado en ese imponente edificio que sirvi¨® como sede a una compa?¨ªa el¨¦ctrica. Estos dos hombres que trabajan, viven e incluso duermen juntos (Dan a la derecha y Dean a la izquierda), tambi¨¦n forman parte de ese mismo establishment.
Ser¨¢ el champ¨¢n
Con la tercera copa llegan las conclusiones: ¡°A medida que hemos madurado, nuestra colecci¨®n tambi¨¦n lo ha hecho¡±, razonan. Hoy la etiqueta Dsquared2 da cobijo a ropa para mujeres y ni?os, una l¨ªnea de gafas e incluso perfumes, algo que para Dan es la evoluci¨®n natural de su negocio. ¡°Nosotros somos nuestros mejores clientes. Nos preguntamos, ?qu¨¦ queremos? ?Qu¨¦ necesitamos? Al principio dise?¨¢bamos solo vaqueros y ahora tambi¨¦n hacemos trajes. Mira el interior de mi chaqueta. ?Ves? Est¨¢ hecha a mano en N¨¢poles. Es como llevar una camiseta. No tiene forro, no tiene nada que ver con aquellas americanas con hombreras¡±.
P: A pesar de todo siguen siendo bastante osados. El v¨ªdeo de su campa?a de ropa interior no era precisamente para todos los p¨²blicos.
DAN: Hay una est¨¦tica que nos gusta y que exploramos con nuestros colaboradores, pero somos muy conscientes de la fina l¨ªnea que existe entre lo art¨ªstico y lo pornogr¨¢fico.
DEAN: Tambi¨¦n nos decimos: ¡°Joder, nosotros podemos hacerlo¡±. En el momento que perdamos esa audacia¡
DAN: Hay gente que se olvida de qui¨¦n es, pero nosotros no hemos cambiado. Seguimos siendo fieles a nosotros mismos.
Dean suelta una risita y empieza a canturrear: ¡®Dont¡¯ be fooled by the rocks that I¡¯ve got / I¡¯m still-I¡¯m still Jenny from the block¡¯, esa canci¨®n en la que Jennifer Lopez defiende que, aunque se haya hecho rica, sigue siendo la misma Jenny del barrio. Dan protesta: ¡°?Es verdad! Mucha gente se olvida de qui¨¦n es y¡¡±. Pero Dean zanja, inclemente: ¡°?Oh, vamos, corta con eso!¡±.
Fotograf¨ªa de Simon / Realizaci¨®n de Andrea Tenerani
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