Un Papa contra la pobreza
Esta entrada ha sido escrita por Daniel Izuzquiza, jesuita, director del Centro de Reflexi¨®n Alberto Hurtado de Madrid. Hoy se cumple un a?o desde la llegada de Franciso al papado.
Si nos preguntamos qu¨¦ puede hacer el papa Francisco en la lucha contra la pobreza, quiz¨¢ recordemos la pregunta esc¨¦ptica que Josef Stalin sol¨ªa formular, para despreciar el poder de la Iglesia en el mundo: ?cu¨¢ntas divisiones tiene el Papa? Pero es posible que tambi¨¦n recordemos la intensa iniciativa diplom¨¢tica vaticana y la exitosa jornada de oraci¨®n por la paz en Siria, en septiembre de 2013, que jug¨® un papel no despreciable a la hora de frenar el ataque militar estadounidense contra el r¨¦gimen de Bashar Al-Assad.
As¨ª pues, ?se trata de puros gestos, mera ret¨®rica, simple poder espiritual o simb¨®lico¡ o realmente cabe esperar un efecto real en la vida real de tantas personas que sufren la injusticia? En mi opini¨®n, hay varias acciones que el papa Francisco est¨¢ haciendo y puede hacer para impulsar la lucha contra la pobreza en el mundo.
En primer lugar, visibilizar las v¨ªctimas de la injusticia, gritar ante el sufrimiento, no rehuir el dolor y su incomodidad, llorar junto a quienes lloran. Puede parecer un enfoque demasiado sensible o emotivo, pero se trata de un primer paso imprescindible, m¨¢s a¨²n en un mundo que tiende a ocultar el dolor, a ¡°naturalizar¡± la injusticia y a anestesiar el sufrimiento. En este a?o, el papa Francisco ha situado a las personas empobrecidas en el centro de la escena global: recordemos su primer viaje fuera de Roma, a la isla de Lampedusa, con su grito desgarrador ¡°?Verg¨¹enza!¡± ante el drama de las personas migrantes en situaci¨®n irregular. Pero, entre otros ejemplos, tambi¨¦n hay que recordar su visita el d¨ªa de Jueves Santo al centro de menores infractores, a la favela Varguinha en Rio de Janeiro o el encuentro con el mundo obrero en Cagliari.
En segundo lugar, el papa Francisco ha denunciado con claridad y contundencia la situaci¨®n de injusticia estructural en que vivimos. Por ejemplo, en su documento program¨¢tico, la exhortaci¨®n apost¨®lica Evangelii Gaudium, critica la econom¨ªa de la exclusi¨®n y la inequidad, se enfrenta a las teor¨ªas neoliberales del ¡°derrame¡±, combate la globalizaci¨®n de la indiferencia, reivindica la centralidad de la persona humana frente a la idolatr¨ªa del dinero, subraya que la inequidad es una forma de violencia y apuesta por una pol¨ªtica que, anclada en la ¨¦tica, sea capaz de embridar a la econom¨ªa del capitalismo global. Una econom¨ªa que mata, denuncia con dureza el papa que, por tanto, reclama soluciones estructurales.
Un tercer rasgo es vivir con coherencia. La credibilidad del papa Francisco no viene s¨®lo de la claridad de su mensaje, del carisma y cercan¨ªa personal, o de la nitidez de sus m¨²ltiples gestos de aut¨¦ntica com-pasi¨®n ante los sufrientes y las v¨ªctimas de la injusticia. Adem¨¢s de todo eso, el mundo ha percibido su sencillez y ha valorado su estilo de vida sobrio. Ejemplos como el uso de sus viejos zapatos negros, el abandono del Palacio Vaticano o del papa m¨®vil blindado, son otras tantas se?ales de que la lucha contra la pobreza y a favor de las personas excluidas exige tambi¨¦n (al menos desde la ¨®ptica cristiana) un estilo de vida basado en la sobriedad compartida y solidaria.
Finalmente, la propia elecci¨®n del nombre de Francisco, como modelo e inspiraci¨®n, sit¨²a en el centro de su pontificado la preocupaci¨®n por los pobres, el anhelo de paz, la armon¨ªa con toda la creaci¨®n y la renovaci¨®n evang¨¦lica de la Iglesia. No s¨®lo ha dicho el papa, ¡°?cu¨¢nto deseo una Iglesia pobre y para los pobres!¡±, sino que al mismo tiempo ha dado pasos efectivos en esa direcci¨®n, mejorando la gesti¨®n y la transparencia de las finanzas vaticanas, e impulsando que est¨¦n cada vez m¨¢s al servicio de los pobres y excluidos.
En definitiva, este primer a?o del pontificado de Francisco como obispo de Roma hacen ver la verdad de las palabras de Jeffrey Sachs, asesor especial del secretario general de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, quien afirma que la Iglesia cat¨®lica ¡°ofrece un camino ¨²nico y crucial hacia una ¨¦tica global del desarrollo sostenible¡±.
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