El adi¨®s
En los momentos crepusculares, tambi¨¦n la gente poderosa se pone po¨¦tica. Y es que como dir¨ªa Manuel Fraga, ¡°a todo Napole¨®n le llega su Waterpolo"
Me ha impresionado mucho la frase de despedida como eurodiputada de Carmen Fraga: "Llevo aqu¨ª m¨¢s a?os que la orilla del mar". He estado indagando el historial pol¨ªtico y no encuentro nada memorable en sus dos d¨¦cadas como representante popular espa?ola en el parlamento de Europa. Sin embargo, este adi¨®s la consagra. Vemos en esta confesi¨®n a la vez el delicado punto de eternidad del haiku japon¨¦s y la contundencia socarrona de un epitafio vikingo. Suena a una autocr¨ªtica geol¨®gica. O una ins¨®lita confidencia taxid¨¦rmica en una sala de trofeos de caza. En todo caso, justifica veinte a?os sentada en un esca?o. Hay pol¨ªticos incontinentes, de ret¨®rica torrencial, que causan mucho estruendo pero que luego no dejan nada. Tenemos tambi¨¦n el g¨¦nero de los pol¨ªticos okupas, en Estrasburgo o en Madrid, agazapados en parlamentos y diputaciones, apoltronados en el silencio, felizmente desapercibidos como parte del mobiliario, hasta que llega para ellos la raz¨®n de ser, el sublime momento onomatop¨¦yico de abroncar o aplaudir. Hab¨ªa gente que pensaba que Carmen Fraga era una de esas figuras decorativas, que estaba all¨ª por designaci¨®n medieval, como una cuenta m¨¢s en un rosario. Ya vemos que no. Fueron a?os de laboriosa sedimentaci¨®n. De talentosa espera. A la manera de aquel pintor chino, Chuan Tzu, que necesit¨® diez a?os para pintar un cangrejo, Carmen Fraga estaba gestando su frase hist¨®rica, mientras los dem¨¢s mascaban consignas ef¨ªmeras. Ahora estamos mal acostumbrados, con el tiempo enloquecido, y con la tonta ilusi¨®n de tuitear posteridad. No. Hay que saber esperar. Una buena despedida necesita al menos veinte a?os. Es m¨¢s dif¨ªcil que pintar un cangrejo. Vean otro ejemplo. El caso de monse?or Rouco. Toda una era de poder oscuro para despedirse con una enigm¨¢tica alusi¨®n a los "oscuros intereses de poder". En los momentos crepusculares, tambi¨¦n la gente poderosa se pone po¨¦tica. Y es que como dir¨ªa Manuel Fraga, "a todo Napole¨®n le llega su Waterpolo."
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.